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¿Es normal que duelan los huesos en la menopausia?

¿Es normal que duelan los huesos en la menopausia?

La menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir estrógenos y progesterona. Pero ¿cómo sabe una mujer cuando llega a la menopausia? Porque pasa un año completo sin tener la menstruación. Es, por tanto, en ese momento, cuando se considera que la mujer ya tiene la menopausia. Esta suele ocurrir entre los 45 y los 55 años, aunque la edad más común es alrededor de los cincuenta.

Índice

La relación entre la menopausia y el dolor de huesos y articular

Son muchas las mujeres que a esta edad también han de convivir, además de con la menopausia, con un dolor de huesos y articulaciones casi constante. Algunas de las principales causas pueden ser debidas, por ejemplo, a la edad y otras, sin embargo, al efecto que un trabajo físico tiene en el desgaste de nuestro cuerpo. En algunos casos el dolor suele ser más bien puntual y podrá corregirse.

A medida que las mujeres van envejeciendo irán poco a poco notando cómo aparecen algunos problemas en las articulaciones, como la osteoartritis o la osteoporosis. Sin embargo, lo que podría estar afectando realmente a sus huesos y a sus articulaciones es precisamente la menopausi,a provocando que estos dolores sean mucho más frecuentes a medida que esta va acercándose.

El porqué de la relación entre ambos

En primer lugar, es importante tener en cuenta que, para la gran mayoría de las mujeres, la menopausia tiene muy mala fama desde siempre debido a la gran cantidad de consecuencias que esta acarrea. De cara a la osteoporosis, la enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de la masa ósea, las mujeres deberían tomar nota de algunas recomendaciones:

- Procurar no estar demasiado delgadas ya que en ese caso se reduce mucho más el nivel de estrógenos en su organismo aumentando también el riesgo de sufrir esta patología.

- Evitar los llamados “ladrones de calcio” como la carne de ternera, el café, la sal y la nicotina.

En caso de la osteoporosis, por tanto, lo que debemos hacer es pasear durante los días más soleados para que los huesos asimilen ese mineral. Además de la osteoporosis, es importante también diferenciar dos enfermedades crónicas bastante parecidas entre ellas y que tienen relación también con el dolor de las articulaciones: la artrosis y la artritis. A pesar de que ambas son enfermedades reumáticas crónicas y degenerativas estas tienen un origen distinto y, por ello, se deben tratar de manera diferente.

Por su parte, la artrosis es una enfermedad degenerativa, inflamatoria y crónica que afecta a las articulaciones y que además provoca la pérdida del cartílago, y que los huesos se rocen y se vayan desgastando, pero en la artritis sus síntomas suelen evolucionar en forma de brotes sintomáticos, las articulaciones están inflamadas, duelen y presentan dificultad de movimiento. El dolor suele durar toda la jornada y la rigidez es generalizada. Algunas diferencias:

Artrosis:

- Predomina al inicio de la actividad

- Desgaste articular crónico

- A partir de los 45 años y algunos casos también puede afectar a los jóvenes

- Se puede producir con el tiempo

- La rigidez matinal suele estar ausente o ser menor de quince minutos

Artritis:

- Predomina en reposo

- Inflamación autoinmune

- Entre los 45 y los 55 suele ser por norma general el pico más elevado

- Puede producirse de manera temprana

- Está presente y es mayor de treinta minutos

A pesar de que no existe un tratamiento como tal para tratar el dolor de los huesos y de las articulaciones asociados a la menopausia, sí existen algunas medidas que podrían ser bastante eficaces como la terapia de reemplazo hormonal, que consiste en reemplazar el déficit de hormonas que se produce durante la menopausia -como son los estrógenos- con el fin de disminuir o contrarrestar los síntomas asociados mediante el uso de una serie de fármacos a unas dosis adecuadas que no ocasionen efectos secundarios y que además ayuden a paliar los efectos de la menopausia; el uso de analgésicos y antiinflamatorios; la pérdida de peso y también el ejercicio físico. Sería bueno:

- reducir la presión de esfuerzo repetitivo como correr para proteger las articulaciones.

- mantener la flexibilidad para reducir el dolor articular.

- seguir una dieta saludable.

- evitar el sobrepeso.

- intentar evitar en la medida de lo posible el estrés.

Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) “alrededor del ochenta por ciento de las mujeres sufre algún dolor articular durante la menopausia, pero el cincuenta por ciento lo reconoce como un dolor intenso e insoportable”. Un dolor, por tanto, muy fuerte o incluso punzadas de dolor que aparecen ante el mínimo gesto o movimiento, y que desaparecen cuando dejamos de movernos por completo.

Este intenso dolor en las articulaciones puede llegar a paralizarnos si no lo tratamos a tiempo, así que lo más recomendable será acudir al médico para que pueda identificar cuál es exactamente la causa del dolor. Algunos dolores de las articulaciones podrían deberse, por ejemplo, a una artritis reumatoide o a una inflamación en las articulaciones. También pueden deberse al debilitamiento de la masa ósea.

Pero, sin duda, el dolor también puede surgir como uno de los primeros síntomas de la menopausia ya que con el tiempo o desaparece o se vuelve más intenso según el estado de los huesos. Para prevenir este dolor de huesos y articulaciones durante la menopausia existen una serie de remedios, ya que además de que el dolor en las articulaciones podría aliviarse con el uso de antiinflamatorios en momentos puntuales, permanecer activas y alejadas de la obesidad será el mejor remedio para prevenirlo.

También es importante mantener una dieta equilibrada que nos aporte todos los nutrientes necesarios y que esté en condiciones de asimilar todas y cada una de las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita. El calcio y la vitamina D son los que más ayudan a prevenir los dolores en las articulaciones, por ejemplo.

Algunos alimentos como los lácteos (queso, leche, yogures, mantequilla, etc.) o algunos vegetales (brócoli, berza, espárragos, espinacas, acelgas…) nos van a aportar la suficiente cantidad de calcio. La vitamina D la encontraremos en los aceites de pescado y en algunos pescados como la sardina, el atún y el salmón. También los huevos y el caviar (rojo y negro) aportarán a nuestro organismo vitamina D.

Finalmente, recordad que los masajes con aceite de romero y los baños alternando agua fría y agua caliente son bastante recomendables para disminuir este dolor a veces tan insoportable de articulaciones, aunque tened en cuenta que hagáis lo que hagáis lo mejor es que el médico esté al tanto siempre para que pueda recomendar una u otra cosa.

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