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Síntomas de depresión

Síntomas de depresión

La depresión es una enfermedad mental que provoca una profunda tristeza y melancolía de la que no es sencillo salir sin ayuda ni tratamiento. No es simplemente estar triste, sino que implica muchos más síntomas que interfieren con la vida diaria de la persona que la padece. Conocer sus síntomas es clave para buscar tratamiento cuanto antes.

Índice

¿Qué es la depresión?

La depresión es una enfermedad mental incapacitante muy extendida actualmente. De hecho, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la cuarta enfermedad que más incapacidad provoca en el mundo, y se cree que puede aumentar en los próximos años.

La depresión es una enfermedad psiquiátrica que padece hasta un 20% de la población a lo largo de su vida, siendo mucho más frecuente (7 frente a 3) en mujeres.

Se puede definir como un trastorno emocional que provoca un sentimiento constante de tristeza y una pérdida total de interés en cualquier actividad. Afecta tanto a los sentimientos como a los pensamientos y el comportamiento de la persona que la padece, por lo que interfiere totalmente en su vida diaria, haciendo muchas veces que esa persona sienta que no merece la pena seguir viviendo, lo que lleva a pensamientos suicidas. Por eso, una depresión no tratada puede ser una enfermedad muy grave que desemboque incluso, en los casos más graves, en la muerte.

Tipos de depresión

La depresión puede clasificarse en 4 subtipos:

1- Depresión mayor: caracterizada por síntomas muy intensos que aparecen en forma de episodios (semanas o meses).

2- Distimia (o trastorno distímico): los síntomas son menos intensos, pero son muy incapacitantes por ser crónicos (duran como mínimo dos años).

3- Trastorno adaptativo: en este caso, los síntomas son leves y duran solo un tiempo breve debido a algún desencadenante concreto.

4- Otros trastornos depresivos: se incluye a todos aquellos que forman parte de otras enfermedades como el trastorno bipolar o la esclerosis múltiple.

Síntomas de la depresión

1- Sentimientos de tristeza, melancolía, desesperanza, abandono o vacío

2- Ganas constantes de llorar

3- Arrebatos de enojo o ira

4- Pérdida de interés y apatía por cualquier actividad habitual, incluso por las que antes más gustaban

5- Problemas de sueño, que pueden incluir tanto no dormir, como dormir demasiado

6- Cansancio y falta de energía

7- Alteraciones del apetito, que pueden ir desde no comer hasta comer a todas horas y tener antojos

8- Ansiedad e inquietud

9- Sentimientos de inutilidad y culpa

10- Problemas para pensar, concentrarse y tomar decisiones

11- Problemas de memoria

12- Lentitud al hablar y moverse

13- Pensamientos frecuentes sobre la muerte

14- Pensamientos o intentos de suicidio

15- Dolores somáticos de cabeza, estómago o espalda

16- Anhedonía, es decir, incapacidad para disfrutar de cualquier actividad o situación que antes era placentera

17- Sentimiento de culpa por cosas hechas en el pasado

Estos síntomas pueden variar si hablamos de niños o adolescentes. Así, aunque muchos síntomas son iguales, en los niños más pequeños puede aparecer también irritabilidad, preocupación, apego o dolores frecuentes. Mientras que en los adolescentes puede aparecer además de la tristeza sentimientos negativos, bajo rendimiento escolar, ira, una mayor sensibilidad, consumir drogas, autolesionarse, etc.

Causas de la depresión

La depresión puede desencadenarse por una hecho estresante o infeliz en la vida, aunque muchas veces no se encuentra una causa concreta. También es una enfermedad que tiene un gran componente genético.

Algunos factores que pueden desencadenar una depresión son:

- Enfermedades crónicas que provocan dolor o que pueden resultar mortales

- Pérdida de un familiar, divorcio o pérdida del trabajo

- Alcoholismo o consumo de drogas

- Aislamiento social

- Tener un carácter con alguna cualidad extrema, como inseguridad, dependencia, perfeccionismo, autoexigencia, etc.

- Factores biológicos como diversas alteraciones cerebrales en dos áreas del cerebro (área frontal y área límbica); alteraciones en los neurotransmisores (los que conectan las diversas partes del cerebro); o, como decíamos, alteraciones genéticas.

Tratamiento de la depresión

El tratamiento de la depresión dependerá de los síntomas, la edad, el grado de depresión de cada paciente, etc. Sin embargo, suele constar de dos partes: tratamiento farmacológico y psicológico.

En cuanto al tratamiento farmacológico, se emplean antidepresivos que actúan normalizando el funcionamiento de los neurotransmisores. Los antidepresivos han ido mejorando mucho en los últimos años y los que se usan actualmente tienen una eficacia muy elevada y efectos secundarios escasos. Frente a lo que muchas personas piensan, apenas producen sueño y tampoco hacen que se aumente de peso. Su mayor inconveniente es que tardan semanas en empezar a hacer efecto.

Deben usarse a diario y no producen dependencia. Pueden actuar sobre la serotonina, la serotonina y la noradrenalina, o solo la noradrenalina.

Mientras que el tratamiento psicológico suele basarse en la terapia psicológica cognitivo-conductual y, en menor medida, la terapia psicológica interpersonal. Su objetivo es tratar los síntomas concretos y enseñar al paciente estrategias de identificación y prevención de los síntomas, así como técnicas para superar la tristeza y la apatía y poder volver a disfrutar de la vida.

Fuente:

Barnhill JW, Wood WC, Yonkers KA, et al. Depressive disorders. In: Barnhill JW, ed. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed, Text Revision (DSM-5-TR). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing. 2022:chap 4.

Redacción: Irene García

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