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¿Por qué estoy tan cansada si me paso todo el día sentada?

¿Por qué estoy tan cansada si me paso todo el día sentada?

No estás moviendo muebles ni corriendo maratones, pero al final del día, de alguna manera, estás agotada después de haberte pasado todo el día sentada frente al ordenador. ¿Por qué estás tan cansada cuando no has hecho ningún esfuerzo físico en todo el día?

Índice

Existen varias teorías que intentan abordar la fatiga del escritorio y por qué nos agotamos cuando lo único que hemos estado moviendo son nuestros ojos en la pantalla y nuestros dedos en el teclado. Aquí hay algunas explicaciones posibles para el agotamiento causado por el escritorio.

Te has quedado sin energía mental

A pesar de que no estás trabajando tus músculos cuando estás sentada en tu escritorio todo el día, sí estás trabajando tu cerebro. Tu cerebro es relativamente pequeño en comparación con el resto de tu cuerpo, pero es responsable del 20 por ciento del oxígeno que usamos.

"Tus músculos normalmente no usan mucho oxígeno", explica Steven Feinsilver, director de medicina del sueño en el Hospital Lenox Hill (Nueva York). "Con el ejercicio, sin embargo, sí lo gastan. Pero el cerebro siempre necesita oxígeno para funcionar, por lo que consume energía incluso estando dormidos". Por lo tanto, aunque estés sentada todo el día, tu cerebro está consumiendo parte de tu energía y, cuanto más mental sea tu trabajo, más energía gastarás.

 

No estás motivada

A medida que pasamos el día frente al ordenador o lidiando con el papeleo, hay muchas posibilidades de que perdamos el enfoque o nos aburramos con lo que estamos haciendo. Eso puede hacer que abras tus redes sociales a ver si hay alguna novedad o mandes un whatsapp a un amigo porque es mucho más interesante que continuar trabajando.

Este conflicto entre hacer lo que quieres y lo que debes puede causarte una gran tensión, lo que a su vez puede provocar fatiga.

Michael Inzlicht, psicólogo de la Universidad de Toronto, dirigió un estudio en el que él y sus colegas enviaron mensajes de texto a 159 estudiantes universitarios durante todo el día durante una semana. Les preguntaron qué tentaciones estaban experimentando y cómo practicaban el autocontrol y si eso los hacía sentir cansados.

"Lo que nos sorprendió fue que el mayor predictor [de fatiga] no era si habían ejercido el autocontrol, sino la cantidad de tentaciones o distracciones que sintieron. Si estás escribiendo en el trabajo, y si eres como yo, tienes algunos navegadores o redes abiertas, esto lleva a las tentaciones”. Estas distracciones tentadoras nos hacen sentir menos motivados para seguir trabajando, lo que nos hace sentir muy cansados.

 

Estás estresada

El trabajo puede ser duro. Tienes fechas límite y jefes respirando en tu cuello. Un poco de estrés es realmente bueno para ti y puede ser estimulante, pero el estrés crónico puede hacer que te sientas cansada y puede afectar a tu calidad de vida en general.

Por lo tanto, la clave es encontrar maneras de lidiar con el estrés. Intenta respirar profundamente o sal a caminar durante la hora de la comida. Encuentra un lugar tranquilo para alejarte de tu escritorio y concéntrate en otra cosa, aunque solo sea unos pocos minutos.

Estas son soluciones a corto plazo, pero también necesitas descubrir cómo conseguir que tu trabajo sea menos estresante y más placentero a largo plazo para no seguir viviendo en medio del estrés. Quizá sea momento de cambiar de proyecto o de puesto de trabajo. Es importante que tu trabajo te guste y te resulte motivador y placentero para evitar este estrés crónico.

Tienes sueño

Y, finalmente, una de las razones obvias por las que podrías estar cansada es que simplemente no duermes lo suficiente. Es difícil concentrarse en el trabajo si estás aturdido y fuera de lugar después de una noche muy corta en la cama. Del mismo modo, dormir demasiado tiempo también puede hacer que te sientas más cansado durante el día.

En general, los adultos sanos necesitan entre siete y nueve horas de sueño cada noche, según la National Sleep Foundation. Naturalmente, nos sentimos cansados ​​a las 2 a.m. (cuando la mayoría de nosotros estamos durmiendo) y a las 2 p.m., lo que explica ese sueño que nos invade después de la comida. Si no eres de los afortunados que pueden dormir una pequeña siesta después de comer, tendrás que asegurarte de dormir lo suficiente por la noche.

Alrededor del 29% de los trabajadores informan quedarse dormidos o tener mucho sueño en el trabajo, y la falta de sueño les cuesta a las compañías estadounidenses unos 63 mil millones de dólares cada año en pérdida de productividad.

Debido a que la mayoría de los empleadores no quieren permitir la siesta en el trabajo tendrás que mejorar tus hábitos de sueño, como irte a la cama a la misma hora todas las noches (y a una buena hora, nada de trasnochar), tener una rutina a la hora de acostarse y evitar la cafeína por la tarde y la noche. Si te cuesta conciliar el sueño, también puedes recurrir a remedios naturales como beber un vaso de leche tibia antes de irte a la cama, evitar las comidas pesadas en la cena, evitar los aparatos tecnológicos en la cama o tomar una infusión de valeriana, lavanda o tila.

Fuente:

“Appraising the brain's energy budget”, Marcus E. Raichle y Debra A. Gusnard. August 6, 2002 99 (16) 10237-10239; https://doi.org/10.1073/pnas.172399499

National Sleep Foundation, https://www.sleepfoundation.org/sleep-news/25-random-facts-about-sleep

Redacción: Irene García

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