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¿Qué parte del cuerpo afecta la obesidad?

¿Qué parte del cuerpo afecta la obesidad?

La obesidad es un problema de salud muy grave que afecta, sobre todo a 5 órganos del cuerpo: corazón, cerebro, páncreas, hígado y riñones, lo que explica por qué padecer obesidad disminuye la esperanza de vida de una persona drásticamente.

Índice

Aumento de la obesidad en el mundo

La obesidad era considerada, hasta este año, la pandemia del siglo XXI, ya que es un problema muy serio de salud que afecta cada vez a más personas en el mundo, causando la muerte de, al menos, 2,8 millones de personas al año.

Se considera que una persona tiene obesidad cuando su índice de masa corporal (IMC) está por encima de 25, pero ¿qué significa exactamente esto? El IMC es una medida que se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros cuadrados. Según los resultados, encontramos esta clasificación de medicina:

- IMC de 18.5 a 24.9: peso normal.

- IMC de 25 a 29.9: sobrepeso.

- IMC de 30 a 39.9: obesidad.

- IMC superior o igual a 40: extremadamente obeso.

Y partir de IMC de 27, es decir, teniendo sobrepeso, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol e infarto cardíaco y cerebral. Por lo tanto, el sobrepeso y la obesidad no son problemas meramente estéticos, sino que son problemas muy graves de salud.

Según algunas investigaciones recientes de medicina, si no se pone freno a este problema, hasta 2030 al menos aparecerán unos 3,1 millones de casos nuevos y se alcanzarán sobrecostes en la sanidad y la economía en general de unos 3.000 millones de euros. Por lo tanto, es momento de comprender la gravedad de esta enfermedad y ponerle solución.

Daños de la obesidad al corazón

La obesidad implica un exceso de grasa en el organismo. El problema es que esta grasa se acumula también en las arterias en forma de placas de colesterol malo, lo que puede causar un bloqueo al flujo sanguíneo (arterioesclerosis) que puede causar una angina de pecho o un infarto agudo de miocardio, dañando además al corazón si no le llega suficiente oxígeno.

Otro factor de riesgo de cardiopatía, común en obesos, es la disminución de los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), el llamado “colesterol bueno”, que ayuda a eliminar el exceso de colesterol de los tejidos y de los vasos sanguíneos para su excreción por la bilis, por lo que tienen una función protectora que no se da en personas con este problema.

Daños de la obesidad al cerebro

La arterioesclerosis no solo afecta al corazón, sino que también afecta al flujo sanguíneo que llega al cerebro, por lo que el exceso de grasa puede causar un infarto cerebral o accidente cerebrovascular.

Asimismo, las personas obesas sufren inflamación en el tejido cerebral, lo que puede causar un deterioro cognitivo. Según un estudio realizado por científicos del Laboratorio de Biofísica de Membranas y Células Troncales, de la Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). las grasas abdominales son de las más nocivas, pues “son verdaderas máquinas de sustancias llamadas dipocinas, que causan un trastorno metabólico general y contribuyen a la inflamación cerebral”, explicó el investigador principal.

Daños de la obesidad en el páncreas

El páncreas es el órgano encargado de fabricar la insulina, pero el sedentarismo produce resistencia a la insulina, lo que puede desencadenar diabetes mellitus tipo 2. La insulina es la encargada de ayudar a que nuestro organismo se sirva de la glucosa para transformarla en la energía necesaria para vivir. Pero si una persona desarrolla resistencia a la insulina, su organismo tiene problemas para responder a esta hormona, elevando los niveles de glucosa en sangre, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Daños de la obesidad en el hígado

El sobrepeso y la obesidad también pueden dañar el hígado y provocar la enfermedad de hígado graso no alcohólico, cada vez más común en la población. Esta afección puede causar que el hígado se inflame, lo que a su vez puede provocar el desarrollo de una patología que se llama esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que puede ser una afección grave; de hecho, es capaz de conducir incluso a una cirrosis. En este escenario, el hígado sufre cuantiosos daños y no es capaz de funcionar bien.

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica donde se altera la estructura del órgano, caracterizada por una insuficiencia hepática e hipertensión portal, con graves complicaciones como las hemorragias digestivas, la ascitis (líquido en la cavidad abdominal) y edemas (líquido entre las células), que disminuye la calidad y expectativa de vida.

Daños de la obesidad en los riñones

De forma indirecta, los riñones también pueden verse afectados si hay hipertensión arterial, diabetes o el colesterol alto, ya que estas enfermedades obligan a los riñones a trabajar más, lo que puede afectar a su funcionamiento.

Un estudio del hospital Germans Trias, de Cataluña, aseguró que las personas con exceso de peso tienen más probabilidad de sufrir algún daño renal.

Algunos síntomas son inapetencia, sed excesiva y náuseas, sensación de malestar general y fatiga, dolor de cabeza, resequedad de la piel, mal aliento, sangre en las heces, bajo interés en la actividad sexual o impotencia, y dificultad para dormir.


Otras partes del cuerpo que se ven afectadas por la obesidad

- Enfermedades pulmonares. Los pulmones también sufren mucho en las personas que tienen obesidad. La acumulación de grasa dificulta la ventilación, los músculos de la zona se ven comprometidos y se produce una ineficiencia muscular de la pared torácica o a reducidos volúmenes pulmonares. Por eso, las personas con obesidad pueden desarrollar enfermedades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un trastorno progresivo que se acompaña de bronquitis crónica y enfisema caracterizado por un limitado flujo aéreo; apnea obstructiva del sueño, que se caracteriza por la obstrucción intermitente de la vía aérea superior por la incapacidad de la musculatura faríngea para mantenerla abierta, lo que provoca una disminución de oxígeno al cerebro y altera el sueño; y síndrome de hiperventilación pulmonar, cuyos síntomas más comunes son la insuficiencia respiratoria, la hipoxemia severa (falta de oxígeno), la hipercapnia (aumento del CO2) y la hipertensión pulmonar.

- Síndrome metabólico. Es el nombre de un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud, entre los que se encuentra la obesidad.

- Cáncer: la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como mama, útero, cérvix, próstata, riñón, colon, esófago, estómago, páncreas e hígado. La International Agency for Research on Cancer (IARC) encontró una correlación entre el sobrepeso, la obesidad y muchos cánceres. El tejido adiposo es un activo órgano endocrino y metabólico que influye sobre la fisiología de otros órganos, pudiendo causar la formación de tumores en ellos.

- Trastornos ginecológicos. Las alteraciones ginecológicas relacionadas con mayor frecuencia con la obesidad son las anormalidades menstruales, infertilidad y síndrome de ovario poliquístico.

Fuente:

Cowley MA, Brown WA, Considine RV. Obesity: the problem and its management. In: Jameson JL, De Groot LJ, de Kretser DM, et al, eds. Endocrinology: Adult and Pediatric. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 26.

“Consecuencias de la obesidad”, Pedro Enrique Miguel Soca; Aluett Niño PeñaI. ACIMED v.20 n.4 Ciudad de La Habana oct. 2009. Scielo. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352009001000006

Redacción: Irene García

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