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¿Por qué es bueno aprender a perdonarse a sí mismo y a los demás?

¿Por qué es bueno aprender a perdonarse a sí mismo y a los demás?

¿Eres de los que en seguida perdonan hasta el acto más cruel o guardas rencor durante años? Cuando cometes un error… ¿te perdonas fácilmente o te “autoflagelas”? Aprender a perdonarse a sí mismo y a los demás tiene muchos beneficios mentales y físicos, con resultados científicos que los respaldan. Por ello, es importante aprender a perdonar, tanto a uno mismo como a los demás.

Índice

¿Por qué debemos aprender a perdonarnos a nosotros mismos?

El Dr. Frederic Luskin, Director del Proyecto del Perdón de la Universidad de Stanford, ha realizado muchos estudios que asocian beneficios curativos al perdón. Su investigación ha ayudado a los supervivientes de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York, de la violencia en Irlanda del Norte o del conflicto de Sierra Leona.

Los estudios del Dr. Luskin revelan algunos de los beneficios del perdón:

- Reduce la cólera

- Alivia el estrés

- Evita la depresión

- Proporciona mayor optimismo

- Renueva la esperanza

- Aumenta la confianza

Sus repetidos estudios sobre el perdón muestran que las personas que perdonan también son más propensas a:

- Disfruta de relaciones más saludables

- Tener menor incidencia de enfermedades graves

- Menos problemas de salud en general

¿Por qué ocurre esto?

"Porque no perdonar conlleva al rencor, que es muy perjudicial para la salud ", dice el Dr. Luskin. "Aumenta la presión sanguínea, reduce la función inmune, deprime y causa un enorme estrés físico en todo el cuerpo".

Otro estudio analizó la conexión entre el perdón y la salud mental y física de 148 adultos jóvenes. Como era de esperar, había una fuerte conexión con altos niveles de estrés y problemas de salud. Pero lo que no se esperaba era que en los casos en que los jóvenes mostraban perdón, hacia otros y a sí mismos, esta conexión desaparecía.

El autor del estudio, Loren Toussaint, profesor asociado de psicología en Luther College (Iowa), explica lo siguiente sobre su estudio: "Esta relación se borró casi por completo; estadísticamente es cero. Si no tienes tendencias indulgentes, sientes los efectos crudos del estrés de una manera no mitigada. No tienes un amortiguador contra ese estrés".

Por lo tanto, cuando no perdonamos, nuestros cuerpos son vulnerables al estrés en su forma más brutal. Cuando perdonamos, de alguna manera, nos protegemos de la embestida salvaje que el estrés ejerce sobre nuestras mentes y cuerpos.

Otros estudios muestran que son los sentimientos de ira de una persona y su capacidad de perdonar lo que es importante.

El Dr. Dabney Ewin es conocido como el cirujano de quemaduras y a lo largo de su carrera ha tratado a pacientes gravemente quemados. Algunos de sus pacientes llegaron a causa de un accidente, otros por negligencia de otra persona.

El Dr. Ewin usó muchos métodos poco ortodoxos en sus pacientes, incluida la hipnoterapia, pero pronto notó que la mayoría de ellos estaban extremadamente enojados con su situación. Empezó a darse cuenta de que toda su ira estaba interfiriendo con su recuperación, ya que su cuerpo rechazaba continuamente los injertos de piel.

En ese momento el Dr. Ewin comenzó a ayudar a sus pacientes en el proceso de perdón y mostraron una gran mejoría. Explicaba a sus pacientes que sus sentimientos y pensamientos estaban afectando a su curación y les pedía que soltaran su ira y la reemplazaran por el perdón, para ellos mismos o para otra persona.

Los pacientes mejoraron drásticamente y los tiempos de cicatrización se redujeron significativamente. Luego pasó a enseñar sus métodos a otros médicos de quemaduras y recibió muchas cartas de elogios de todo el mundo.

Por lo tanto, existen muchas pruebas que avalan la importancia de perdonarse a uno mismo y a los demás pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo se puede perdonar cuando se ha causado un dolor indescriptible a los demás, aunque fuera involuntariamente? Estos pasos pueden ayudarte:

- El pasado es el pasado y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo, así que no te detengas en él.

- Comprende que en ese momento hiciste lo mejor que pudiste bajo las circunstancias que se te presentaron.

- Busca tus mayores remordimientos y abórdalos, dejando solo los más pequeños (no se puede resolver todo).

- Analiza tus valores y recuerda que eres una buena persona, tal vez perdiste el rumbo por un momento.

- Piensa cómo habrías hecho las cosas de manera diferente y visualiza eso en tu cabeza.

- Acepta que cometiste un error y sigue adelante sin mirar atrás.

- Deja de culparte, todos cometemos errores, solo somos humanos, es hora de pasar página y comenzar de nuevo.

¿Y para perdonar a los demás?

- Recuerda, el perdón es un proceso y es poco probable que suceda en unos días, así que date el tiempo que necesites.

- Analiza la situación desde el punto de vista de la otra persona, tal vez no tenía otra opción en ese asunto o no tuvo alternativa.

- Recuérdate a ti mismo que nadie es perfecto y todos cometemos errores a veces, incluso tú.

- Perdonar no significa que "dejas que la otra persona se libre". Todavía es responsable de sus acciones.

- El perdón es algo que haces por ti mismo, no por la otra persona.

- Perdonar a alguien no significa que ya no pienses en la situación.

- Piensa en aquellas personas que te han perdonado en el pasado y en si has lastimado a otros. ¿Cómo te sentirías si no te hubieran perdonado?

Perdonar a alguien puede parecer lo último que quieres hacer en este momento. Sin embargo, si no lo haces, es como dejar una herida abierta, negándote a coserla y cada día clavando un cuchillo en ella. Nunca sanará y te causará un dolor duradero.

La persona que más sufre, al final, somos nosotros mismos, mientras que es más probable que el delincuente siga adelante con su vida. Perdonar nos permite seguir adelante también. Si aprendes cómo perdonarte a ti mismo y a los demás, entonces todos podemos sanar y seguir adelante.

Fuente:

Dr. Frederic Luskin, Director del Proyecto del Perdón de la Universidad de Stanford

Redacción: Irene García

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