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No consigo hacer amigos

No consigo hacer amigos

Una vez sales de la universidad la cosa cambia un poco. Tus amigas y tú comenzáis las prácticas en diferentes sitios, algunas con suerte ya tienen incluso alguna oferta de trabajo muy buena y otras abandonan España para estudiar fuera o encontrar mejores ofertas de trabajo. Y tú, mientras tanto, intentando hacer nuevas amistades en el trabajo o en las actividades que realizas durante la semana, pero fracasando en el intento.

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Cuida a tus amigos de la infancia

Así es, aunque resulte triste, son muchas las personas que tras dejar sus estudios y entrar de lleno en el mundo laboral ven cómo sus amigos de toda la vida, o los de la universidad se alejan cada vez más. Cada uno de ellos tiene su vida, los horarios son distintos y coincidir resulta cada vez más complicado. Llegas a una edad, los veintitantos, en la que no sabes muy bien qué camino escoger y hacia dónde te llevará. Algunas de tus amigas tienen las ideas muy claras y se marchan a vivir fuera, pero las que se quedan se echan novio o tienen mil cosas qué hacer. Asúmelo. Vuestras vidas se separan.

Es cierto que lo primero que pensamos muchas de nosotras es que en el trabajo lograremos fortalecer vínculos con nuestros compañeros, ya que son personas con las que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Sin embargo, muchas veces esto no ocurre bien porque son personas más mayores que nosotros que ya tienen su vida y sus horarios establecidos o porque simplemente no nos caen bien.

Es importante tener en cuenta que no siempre pasa y que hay muchas personas que logran crear buenos vínculos con sus compañeros, pues debe ser verdad eso de que “el roce hace el cariño”. Sin embargo, para otras muchas personas hacer nuevos amigos resulta bastante complicado pues son personas más tímidas o simplemente les cuesta iniciar una conversación.

Además, aunque nos cueste creerlo, a medida que nos vamos haciendo mayores nos resulta mucho más complicado crear vínculos con las personas, tanto para mantener una relación amorosa como de amistad, en la mayoría de las ocasiones debido principalmente al temor de volver a sufrir. Con los años la experiencia cada vez es mayor y se intenta “no caer dos veces en la misma piedra”. A lo largo de la vida, hemos podido toparnos con personas maravillosas, pero también con otras que poseían ciertas personalidades que nos han hecho daño y de las que, por supuesto, aprendemos.

¿Cómo hacer amigos nuevos?

Si pasan los años y comenzamos a conocer gente nueva que no te transmite confianza porque te recuerdan mucho a anteriores amistades con las que no guardas nada de relación, resultará mucho más fácil alejarlas de tu vida de primeras, aunque es posible que también te precipites y te alejes de esas personas pronto. De hecho, ese quizás sea uno de los principales motivos por los que a la gente le cueste más hacer amigos. Y ya lo decían, “Sabe más el diablo por viejo, que por diablo”.

Pero como sucede con todo, esto también tiene su parte negativa porque, aunque lo creamos o no, muchas veces las apariencias engañan y quizás es recomendable abrirse más y conocer a nuevas personas que pueden llegar a nuestra vida y con las que poder hacer nuevas amistades y muy buenas. Pero si te cuesta, siempre existen algunas soluciones para lograr hacer nuevos amigos, aunque debes tener paciencia ya que ganar una mayor capacidad para hacer amigos es un proceso algo lento que implica una importante dedicación en algunos aspectos de la vida.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que trabajar la autoestima es fundamental. ¿Por qué? Pues bien, la percepción de que nos faltan amigos a nuestro alrededor suele estar asociada a la creencia de que no somos tan buenos amigos como para que alguien quiera pasar tiempo con nosotros. Conductas, por supuesto, negativas que dificultan crear lazos de amistad con cualquiera. A su vez, se trata de conductas que deberían modificarse. La falta de autoestima hace que nos pongamos a la defensiva y que renunciemos a las posibilidades de hacer nuevos amigos.

Tras ello, resulta necesario pararse a pensar por qué queremos tener más amigos o por qué deseamos hacer nuevas amistades. Cuando lo sepamos, descubriremos realmente cuál es la naturaleza de nuestra necesidad y, además, nos aclarará las ideas y sabremos realmente el tipo de gente que queremos conocer y la clase de personas con las que queremos tratar en nuestras relaciones sociales.

En segundo lugar, lo ideal sería ser capaz de identificar cuáles son los espacios en los que existe la posibilidad de hacer nuevos amigos. Así es, no todos los lugares son buenos para ello. Tenemos miles de sitios donde conocer gente (lugares de reunión) e incluso foros virtuales. Sin embargo, más allá de las redes sociales diseñadas más bien para el contacto entre personas ya conocidas, debemos saber que hay multitud de páginas web con numerosos apartados de debate y discusión en las que te puedes sumergir cuando tú desees. Además, también puedes optar por aprender un idioma y conocer a gente en clase o bien visitar algunos lugares dedicados al intercambio de idiomas entre dos o más personas. ¡Seguro coincides en muchas más cosas de las que crees y además siempre practicas el idioma que deseas!

En tercer lugar, perder por completo el miedo a exponernos a la opinión de los demás. Es algo completamente natura e imprescindible en cualquier relación. Una debe salir de su zona de confort y combatir lo aprendido en sus relaciones anteriores de amistad. Además, es importante no seguir guiones una vez se haya ya empezado una conversación con alguien porque dificulta la conversación pues hace que el diálogo sea poco fluido e insatisfactorio. Aquí lo mejor, sin duda, es la espontaneidad, estar seguros de nosotros mismos y confiar en que la conversación puede llegar a ser muy amena y divertida.

Por último, se debe mostrar compromiso. Es decir, para mantener unos buenos lazos de amistad es fundamental apostar por el compromiso que nos va a unir y, por supuesto, realizar muchos sacrificios y tener claro que nosotras también deberíamos estar dispuestas a aportarle algo a la otra persona. Aunque no lo creamos, esto se nos suele olvidar a menudo provocando que poco a poco las relaciones se deterioren. Por ello, es importante cuidarlas.

Las amistades son completamente necesarias porque mejoran nuestra salud. De hecho, en dos estudios de psicología compuestos por 280.000 personas, algunos investigadores de la Universidad de Michigan determinaron que las amistades juegan un papel más importante para mantenernos sanos y felices, más que las relaciones familiares, particularmente en la edad adulta y la vejez.

Además, se ha comprobado que conservar y tener amigos cuando se llega a ciertas edades no solamente hace que nuestra vida sea mucho más divertida y sociable, sino que también nos aporta felicidad y nos da más años de vida. Amistades que se apoyan en momentos importantes: matrimonios, divorcios, jubilaciones, etc., y que se convierten, por tanto, en la clave de la felicidad en las mujeres mayores.

Así que ya sabes, ¡a hacer amigos!

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