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¿Cómo saber si alguien te miente?

¿Cómo saber si alguien te miente?

“Te prometo que no he oído tu llamada”, “Este sábado no puedo quedar que trabajo”, “Estás preciosa con ese nuevo peinado” o “Estoy mala y no puedo ir hoy a trabajar”, son algunas mentiras habituales que nos pueden estar diciendo a la cara sin que nos demos cuenta de que realmente nos están engañando. Por eso, es bueno conocer las 7 señales que nos pueden indicar si alguien nos miente o no.

Índice

Las mentiras son habituales

Casi todos mentimos alguna vez o recibimos mentiras de manera bastante habitual. Dentro de las mentiras, hay dos grupos, las mentiras piadosas que no hacen ningún mal y que, de hecho, intentan evitar los conflictos y las heridas emocionales, y las mentiras graves e importantes que pueden afectar a nuestra vida y nuestras decisiones (“Te prometo que no te he puesto los cuernos” o “Te juro que este niño es tuyo”.).

En el primer caso es menos importante saber si la otra persona nos miente o no, aunque también puede venirnos bien. Pero en el caso de las mentiras importantes, puede sernos de gran ayuda coger al mentiroso in fraganti.

Sin embargo, diversos estudios afirman que somos terribles para detectar las mentiras. Por ejemplo, un estudio de 2009 publicado en el Journal of Forensic Sciences examinó si las nuevas tecnologías podían ayudarnos a detectar las mentiras; en concreto, una técnica llamada análisis del estrés de voz, y descubrieron que no era nada eficaz.

Y, para empeorar las cosas, un estudio de 2014 encontró que las personas emocionalmente inteligentes son más fácilmente engañadas por los mentirosos. Eso no quiere decir que no podamos mejorar nuestras posibilidades ya que, aunque no existe un método mágico, sí que se pueden detectar ciertas señales que nos ayudan a comprobar si alguien está mintiendo o diciendo la verdad.

¿Cómo saber si te mienten?

El primer conjunto de señales son fisiológicas: gestos, expresiones faciales u otras formas en que los mentirosos ocultan sus mentiras. Como los siguientes ejemplos:

1- Deleite engañoso. Existe un mito común de que algo llamado microexpresiones son prueba de mentira. Las microexpresiones son expresiones faciales fugaces que duran un segundo y que revelan una emoción encubierta deliberadamente. Sin embargo, reprimir una emoción no significa necesariamente una mentira: puedes cubrir la ansiedad para actuar con calma en una situación incómoda, suprimir la conmoción para mantener la cara de póquer o controlar la ira contra tu jefe, todo sin estar mintiendo.

Sin embargo, en una mentira real, es posible ver una microexpresión llamada deleite engañoso, que es una sonrisa o inquietud emocionada que resulta de la anticipación de una mentira exitosa. Cuando esa persona siente que se va a salir con la suya, le da una emoción de placer tan grande, que esboza una sonrisa reveladora y medio reprimida al final. Estate atento a ver si la ves al acabar la historia.

2- Evitar la mirada, o la ruptura del contacto visual. La mayoría de los mentirosos saben que mentir es incorrecto, por lo que reducen el contacto visual para reducir la culpa de mentir a la cara. Además, mentir generalmente requiere mucha energía cognitiva y emocional, por lo que mantener el contacto visual puede sobrecargar al mentiroso y hacer que desvíe la mirada.

3- Gestos no congruentes. Las palabras pueden mentir, pero el cuerpo dice la verdad. Por ejemplo: junta palabras muy seguras ("Te juro que te mandé el correo el martes") con un encogimiento de hombros, y sabes que ese correo nunca llegará. En otro ejemplo, empareja una afirmación afirmativa: "Por supuesto que cooperaré con la investigación", con un sutil movimiento de “no” de la cabeza, y ya tienes motivos para sospechar que el otro es un mentiroso.

Una vez que tus ojos ya sospechan que el otro es un mentiroso, deja que tus oídos se hagan cargo del resto:

4-Una historia contada en estricto orden cronológico. Cuando se debe contar una mentira compleja, ya sea a un agente de la CIA, a tu padre siendo adolescente, o un juez, los mentirosos a menudo ensayan su historia, que generalmente se repite -lógicamente- de principio a fin. ¿Un truco divertido? Si crees que estás escuchando un cuento, pide que te cuente la historia al revés: "Entonces, después de ver al coche en la cuneta, ¿qué pasó antes de eso?". Y observa cómo el mentiroso se retuerce y sufre.

5- Demasiadas vueltas lingüísticas o sobrecompensación. ¿Tu presunto mentiroso usa cien palabras cuando con diez quedaría igual de claro? ¿O usa un lenguaje formal con muchas cláusulas? Por ejemplo: "A la luz de la situación dada, se puede afirmar categóricamente que nunca, jamás, eliminaré tu almuerzo de la nevera de la oficina compartida". O: "No me comeré tu almuerzo."

6- Distanciamiento. Una persona sincera emplea nombres, mientras que un mentiroso usa frases o pronombres impersonales; por ejemplo, "esa mujer" en lugar de "la señorita Martínez". Además, los mentirosos evitan decir "yo". Por ejemplo, en lugar de "No me deshice del registro", oirás, "Aquí nadie lo haría".

7- Sonrisas falsas. Los mentirosos trabajan muy duro para parecer veraces. Sonríen en todos los momentos correctos y dicen todas las cosas correctas. Pero el resultado a menudo parece artificial y falso, porque lo es. Si sientes que te están intentando vender un coche de segunda mano en mal estado, probablemente lo estés. En resumen, en psicología una sonrisa brillante y dentuda significa probablemente un tiburón mentiroso.

8-Además, podrás notar una serie de señales en sus movimientos, su lenguaje corporal y su forma de actuar característicos de las personas que mienten: mover la cabeza rápidamente (echándola hacia detrás o inclinándola justo antes de responder); respirar con mayor pesadez o con cambios en la respiración; mantenerse muy quieto y rígido; tocarse o cubrirse la boca con las manos; cubrir partes vulnerables del cuerpo como el cuello, el pecho, la cabeza o al abdomen; mover los pies y las piernas sin parar; señalar mucho.

Fuente:

Paul Ekman, Clues to Deceit in the Marketplace, Politics, and Marriage.

Redacción: Irene García

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