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Cambios en un mes de gimnasio

Cambios en un mes de gimnasio

¿Llevas un mes en el gimnasio y todavía no has notado ningún cambio? Está claro que en menos de treinta días no vas a lograr lo que alguien durante meses no ha conseguido, además, de que no es en absoluto recomendable obsesionarse y conseguir en poco tiempo muchos cambios. Para el ejercicio, (y para toda en la vida) es bueno tener un poquito de paciencia. Además, la preparación física no es algo que se haga en dos días, sino que requiere de tiempo y dedicación.

Índice

¿Qué puedes esperar cuando empiezas a ir al gimnasio?

Sin duda, el primer objetivo de tu primer día en el gimnasio será hablar con el monitor que haya en sala cuando llegues y comentarle qué es lo que quieres conseguir exactamente e incluso en qué tiempo más o menos te gustaría conseguirlo. Está claro que habrá cambios (si le haces caso) en un mes, pero no podemos pedirle peras al olmo, así que, ¡ojito con los cambios! Si lo que quieres es, por ejemplo, bajar de peso, debes tener en cuenta que bajar una cantidad de kilos bastante grande y en poco tiempo, además de ser prácticamente imposible solamente con el ejercicio, no es bueno para tu salud. La pérdida de peso ha de hacerse poco a poco, así que, como ya decíamos ¡paciencia ante todo!

Cuando hables con el monitor probablemente el primer día te diseñe un circuito ligero de toma de contacto, sobre todo, si levas bastante tiempo parada sin hacer nada de ejercicio. Por norma general, suele ser un circuito de cuerpo entero junto a un poco de ejercicio aeróbico que vendrá muy bien para ir haciendo que el cuerpo poco a poco se adapte “a esta nueva rutina”. Además, recuerda también que las clases dirigidas también pueden ser al principio una muy buena forma de ir con más ganas al gimnasio.

Sabemos que el monitor no va a estar siempre ahí para nosotras y que, si vamos solas, además, en la zona de sala y musculación habrá muchos ratos en los que nos aburriremos, así que para que eso no pase intenta también de vez en cuando acudir a alguna clase dirigida y aprovecha para conocer a gente, que quizás, luego suba a sala para hacer los ejercicios que antes hacías sola. Las clases dirigidas son la actividad perfecta. El monitor será quien guíe todos los movimientos con algo de música. Prueba las que más te llamen la atención y las que no también ¡te sorprenderás! Una vez hayas probado la mayoría y de haber hecho unas cuantas veces el circuito de iniciación, decídete por alguna (en los horarios que mejor te convenga) y combínalo. El resultado será genial, ¡eso seguro!

Lo bueno de las clases dirigidas es que tienen horario, y eso te ayudará a que tus horarios en el gym sean prácticamente inamovibles, y tengas que dejar esos vinos que antes tomabas con las amigas para el fin de semana, cuando ya hayas cumplido con tu rutina diaria. Además, si lo que quieres es notar cambios en un mes además de acudir con frecuencia al gimnasio (entre tres y cuatro días por semana) tendrás que reducir vinos y cervezas ¡que el alcohol engorda!

De hecho, aunque una gran mayoría de personas quiera empezar a notar cambios en esas primeras semanas habrá que tener en cuenta también que estos resultados siempre se van a ver influidos por la motivación, el estilo de vida, pero también por la constitución de cada persona. Pero has de tener claro, no obstante, que la mayoría de los cambios tras un mes de ejercicios se desarrollarán a nivel interno.

Eso sí, si pasas la barrera de los tres o cuatro días seguidos en el gym puede que notes los primeros resultados sí, aunque estos serán más bien unos cambios a nivel motivacional pues tendremos mucha más energía y también más ganas de superarnos, un factor clave, sin duda, para alcanzar nuestros objetivos.

Tras las dos primeras semanas de entrenamiento, comenzaremos a notar mejorar en la capacidad aeróbica, pues dejaremos de sentirnos seguro tan cansadas y la sensación de fatiga se irá retrasando cada vez más. Pasadas estas primeras semanas, aunque más concretamente en la cuarta semana de entrenamiento, probablemente comenzaremos a notar también que el rendimiento habrá mejorado notablemente. Nuestros músculos, tendones y ligamentos habrán comenzado ya a adaptarse al entrenamiento con cargas y los ejercicios que el primer día nos suponían un gran esfuerzo serán mucho más sencillos ahora.

Y sí, no cabe duda de que la paciencia también aquí ha de ser nuestra mejor aliada porque realmente serán los cambios internos los que más se noten en ese primer mes, pero estos también son muy importantes. De hecho, un error bastante común es pensar que solamente nuestros cambios a nivel exterior son los únicos a los que realmente hay que prestar atención y nos equivocamos porque las mejoras a nivel interno son igual o más importantes, que son, las que, como ya decíamos, más notaremos durante estas primeras cuatro o cinco semanas.

¿Y después de los primeros tiempos?

A partir de la sexta semana, ya podremos comenzar a apreciar también una disminución significativa en el índice de grasa y un incremento también de la masa muscular. Gracias a estos cambios exteriores, pero también a los interiores que son los que primero debemos comenzar a notar y, por supuesto, a apreciar, estaremos mucho más motivados, mejor adaptados también al deporte y, sin duda, soportaremos cada día más intensidad en nuestros entrenamientos.

Y recordad, por último, que, si una es constante y se crea un estilo de vida saludable, se podrá lograr todo lo que una se proponga, y sin obsesionarte. Eso sí no te olvides de que hay errores muy frecuentes en principiantes que llevan muy poco tiempo en el gimnasio. ¿Quieres ser uno de ellos? Entonces presta atención a algunos de ellos, y no cometas tú también el error

- entrenar más de la cuenta. Conseguir resultados en el menor tiempo posible (y visibles, sobre todo) es un error grave, así que mucha calma y a entrenar diariamente y con cuidado para prevenir accidentes.

- realizar el mismo entrenamiento del que tenemos al lado. Entrenar con la misma rutina de ejercicios que tiene nuestra amiga o compañera del curro es un error bastante habitual. Cada cuerpo es un mundo, e incluso si ella lleva ya tiempo en el gimnasio y tú no, notarás también que tus músculos acabarán agotados y sobreentrenados. Así solamente complicarás las cosas ¡cada una a lo suyo!

- no cuidar la alimentación. Una alimentación saludable y equilibrada es importante para cualquiera, pero sobre todo para todo aquel que desee realmente conseguir unos buenos resultados en el gimnasio.

- no dormir lo suficiente. ¿Qué es eso de dormir menos de cinco y seis horas diarias? Recuerda que el descanso tiene un papel crucial en el entrenamiento diario y que, además, este descanso va a permitir que el organismo consiga recuperarse mucho más rápido de los esfuerzos y se oxigene.

Fuente:

SEMI

Redacción: Ana Ruiz

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