El ejercicio también es bueno para tu salud cerebral
De sobra son conocidos los efectos beneficiosos del ejercicio y el deporte en nuestra salud física a corto y largo plazo. De hecho, son muchos los estudios que afirman que hacer ejercicio de manera regular alarga nuestra esperanza de vida. Pero no solo es bueno para nuestra salud física, sino que también favorece la salud y el bienestar de nuestro cerebro.
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El ejercicio es bueno también para los cerebros
Cada día se publican miles de estudios sobre muchísimos temas, y muchos de ellos están dedicados a los beneficios del ejercicio regular en nuestra vida. Uno de ellos, publicado recientemente, afirma que el ejercicio es una de las claves de la eficiencia del cerebro. Así, cuanto más en forma estés, más fuerte será tu cerebro a medida que envejezcas. Por lo tanto, la actividad física es clave para mantener tu cerebro joven.
El ejercicio es bueno para nuestros cuerpos. El ejercicio diario combate la pérdida del tono muscular y la flexibilidad que tiende a aumentar con la edad. Y resulta que tiene los mismos efectos de la fuente de la juventud en nuestros cerebros.
Los estudios demuestran que con el tiempo nuestras mentes también se vuelven menos flexibles y ágiles. Perdemos la capacidad de procesar nueva información o cambiar entre tareas mentales rápidamente, y ahora sabemos por qué.
Este estudio examinó casi 100 estudios individuales sobre el ejercicio y la función cerebral y descubrió que hacer ejercicio en promedio durante 52 horas durante seis meses está "asociado con un mejor rendimiento cognitivo en adultos mayores con y sin deterioro cognitivo". El tipo de ejercicios que son beneficiosos incluye ejercicios aeróbicos, entrenamiento de fuerza y ejercicios de body mind (cuerpo-mente).
En estudios previos, los neurocientíficos habían analizado la actividad cerebral de los jóvenes y la habían comparado con la actividad cerebral de las personas mayores de 40 años. Al completar las tareas cognitivas, los participantes más jóvenes tenían una actividad cerebral altamente localizada. Dependiendo de lo que estuvieran pensando, los escaneos se iluminaron exclusivamente en la corteza prefrontal derecha o izquierda.
Cuanto mayor eres, más energía necesitas
Pero los participantes mayores usaron mucha más energía cerebral para completar las mismas tareas. Independientemente de la actividad, los voluntarios mayores solían usar ambos hemisferios del cerebro.
En 2015, investigadores de la Universidad de Tsukuba en Japón quisieron explorar esta idea al observar el efecto del ejercicio sobre este debilitamiento del cerebro. Probaron la capacidad aeróbica de 60 hombres japoneses entre las edades de 64 y 75 años que no mostraron ningún signo de demencia u otros problemas mentales. Luego, observaron la actividad cerebral de cada hombre mientras completaba una tarea mental. Descubrieron que cuanto más activo era un participante, menos actividad cerebral usaba para completar las tareas en comparación con sus compañeros bajos de forma.
Por supuesto, este estudio solo no puede trazar una línea directa entre el ejercicio y lo que está sucediendo en el cerebro humano, pero se basa en investigaciones similares, como un estudio mencionado por primera vez por Lloyd Alter de MNN que analizó cómo el ejercicio mejoró la capacidad cognitiva en adultos mayores, y otro estudio que mostró cómo el ejercicio diario en los 40 puede llevar a menos encogimiento cerebral a medida que envejeces. Es decir, a perder menos capacidad cerebral a medida que el cuerpo se hace mayor.
¿Menos reducción del cerebro y más poder cerebral? Suenan como fantásticas razones para hacer ejercicio a diario, evitando el deterioro mental y, probablemente, la aparición de enfermedades ligadas a este como la demencia senil o el Alzheimer.
Pero no solo es bueno para nuestra salud mental, también alarga nuestra esperanza de vida al menos 9 años al ralentizar el proceso de envejecimiento de nuestras células. Así que no esperes más, coge tu chándal y ponte a hacer ejercicio.
“Exercise for cognitive brain health in aging. A systematic review for an evaluation of dose”. Joyce Gomes-Osman, Danylo F. Cabral, Timothy P. Morris, Katalina McInerney, Lawrence P. Cahalin, Tatjana Rundek, Augusto Oliveira and Alvaro Pascual-Leone. First published May 30, 2018, DOI: https://doi.org/10.1212/CPJ.0000000000000460