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¿Es normal tener lunares en la vulva?

¿Es normal tener lunares en la vulva?

La mayoría de los lunares que tenemos en el cuerpo salen en los primeros años de vida y pueden surgir en cualquier zona de nuestra piel, incluida la vulva. Estos lunares son inofensivos. Sin embargo, algunos pueden malignizarse y dar lugar a un melanoma.

Índice

¿Qué son los lunares?

Los lunares, también llamados nevus melanocíticos, son tumores de la piel que se forman cuando los melanocitos (las células pigmentadas de la piel) crecen agrupados. Algunos lunares pueden ser congénitos (el bebé nace con ellos), pero la mayoría son adquiridos, es decir, nacen a lo largo de la vida de la persona, especialmente en la niñez y la adolescencia. Hasta los 40 años es normal que siga saliendo algún lunar nuevo de vez en cuando, pero más allá de esta edad es raro.

La mayoría de adultos cuenta con entre 10 y 40 lunares comunes, generalmente en brazos y espalda, zonas expuestas al sol. Son más raros en el cuero cabelludo, los senos, los glúteos o la vulva, aunque también se puede encontrar algún lunar en estas zonas más “escondidas”.

Los lunares comunes miden, normalmente, menos de 5 mm de ancho y son redondos u ovalados, con una superficie lisa y un borde bien definido. Suelen ser de color rosado o marrón uniforme, aunque dependerá del color de piel de la persona ya que aquellas con piel más oscura suelen presentar lunares más oscuros que las personas de piel clara.

Rara vez los lunares se convierten en melanomas, el tipo más común de cáncer de piel, aunque puede pasar, por eso hay que estar atento a los cambios que indican que un lunar se puede estar convirtiendo en melanoma:

- El lunar se vuelve más pequeño o grande de repente y sin uniformidad

- Cambia su forma, textura o color

- La piel de la superficie se vuelve seca o escamosa

- Pica

- Sangra o exuda pus

Si notas alguno de estos cambios, debes acudir al médico para que evalúe el lunar y realice una biopsia si lo considera necesario.

Los nevos displásicos

Por otra parte, existen los nevos displásicos, que pueden confundirse con los lunares pero no son lo mismo. El nevo displásico es más grande que un lunar común (miden más de 5 mm), su color, superficie y bordes son irregulares y su color no es uniforme, suele ser mezcla de varios colores que van desde el rosado hasta el marrón oscuro. Además, su superficie es escamosa o arenosa.

El nevo displásico puede aparecer en cualquier zona del cuerpo, pero es más habitual en aquellas zonas expuestas al sol, como la espalda. No obstante, puede aparecer también en el cuero cabelludo, los senos o las partes por debajo de la cintura. Algunas personas no tienen ni un solo nevo displásico, otras tienen un par y otras presentan más de 10. Normalmente, las personas que tienen muchos nevos displásicos también tiene muchos lunares.

Aunque es más probable que un nevo displásico dé lugar a un melanoma, tampoco es lo habitual. La mayoría se mantienen estables con el tiempo y no cambian. Los médicos calculan que una persona con más de 5 nevos displásicos tiene 10 veces más posibilidades de padecer melanoma que una que no tiene ninguno.

Todo el mundo debe protegerse del sol y evitarlo en las horas centrales del día, no estar mucho tiempo expuesto a los rayos solares y usar cremas de protección solar siempre que estén al sol, sin embargo, las personas que tiene muchos lunares o nevos displásicos aún más.

Si notas que alguno de tus nevos displásicos se hace más grande o pequeño, cambia su forma o textura, la piel de alrededor se vuelve escamosa, te pica o sangra, acude al médico de inmediato para que te examine y decida si hace falta recurrir a la cirugía o al láser. 

Generalmente no hace falta extirpar los lunares comunes o nevos ya que muy pocos se convierten en un melanoma o tumor, solo se extirpan quirúrgicamente aquellos que cambian. En ese caso, además, el tratamiento incluye una biopsia para comprobar si tienen células cancerosas o no.

Por lo tanto, que tengas un lunar en la vulva desde pequeña no debe preocuparte a no ser que este empiece a cambiar de forma, tamaño, color, se vuelva irregular, te pique o sangre. En estos casos debes acudir al médico de inmediato. Tampoco debe preocuparte si te aparece de repente un nuevo lunar pequeño, uniforme, liso, etc.

Pero si no tenías ningún lunar y de repente aparece uno de color rosado, rojo, blanco o gris acompañado de otros síntomas como engrosamiento de la piel, úlceras cutáneas, picor en la vagina o los genitales externos, dolor al orinar, relaciones sexuales dolorosas u olor inusual debes ir al profesional de medicina ya que pueden ser síntomas de un cáncer de vulva o cáncer cervical que habrá que tratar con cirugía, radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia. 

Fuente:

Frumovitz M, Bodurka DC. Neoplastic diseases of the vulva: lichen sclerosus, intraepithelial neoplasia, paget disease, and carcinoma. In: Lobo RA, Gershenson DM, Lentz GM, Valea FA, eds. Comprehensive Gynecology. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 30.

Redacción: Irene García

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