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Riesgos de hacerse un tatuaje

Riesgos de hacerse un tatuaje

Hoy en día es raro no ver a alguien con algún tatuaje en alguna parte de su cuerpo, ya sea uno pequeño en la muñeca o uno enorme que ocupe toda la espalda. De hecho, tampoco es raro ver establecimientos dedicados a tatuar en España, aunque no fue hasta los años 80 cuando comenzaron a proliferar los modernos estudios de tatuaje que conocemos hoy.

Índice

¿Cómo se hacen los tatuajes?

En España, el término tatuaje llegó a través del francés “tatouage” y la primera región de la que puede hablarse de tatuaje es Cataluña, pues estaba más expuesta a las influencias francesas e italianas. Tal y como conocemos el tatuaje, este comenzó en los años 60 y 70 y eran los marineros y las personas adineradas quienes los llevaban en sus cuerpos.

A finales de los 70 y principios de los 80 el tatuaje fue extendiéndose, más concretamente, entre las clases medias y altas, quienes lo consideraban como algo extravagante. Finalmente, ya en los años ochenta, gracias al movimiento punk, la cultura heavy y la subcultura rocker, fueron los jóvenes los que comenzaron a mostrar interés por él y a establecerse los primeros estudios de tatuaje.

Y sí, desde hace unos años hasta hoy los tatuajes están muy de moda. Además, según estimaciones de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años tiene un tatuaje.

Si bien es cierto que el concepto de tatuaje se ha ido relacionando con estereotipos frecuentemente nocivos, hoy este ha dado un giro, pues su percepción ha ido variando a medida que han ido pasando los años. De hecho, actualmente los tatuajes son vistos como algo normal para la mayoría de la sociedad.

El arte del tatuaje, como decíamos, ha experimentado una importante evolución dejando un atrás los enormes “clichés’’ y la mala fama que se les atribuía. Sin embargo, y a pesar de que los tatuajes son algo original, interesante de ver (solo algunos) y que además parece que no va a pasar de moda nunca, debemos ser conscientes de que son algo perjudiciales para nuestra salud.

Los inconvenientes o desventajas que presentan los tatuajes que nos dibujan en nuestra piel son mucho más nocivos para nuestra salud de lo que nosotros creemos. Según algunos expertos “los tatuajes son cada vez más comunes, pero tienen ciertos riesgos para la salud que la gente desconoce, reacciones adversas que pueden darse en las personas que tienen tatuajes”. 

Consecuencias de los tatuajes

1. Infecciones. Las agujas pueden ser nuevas, pero un equipo mal esterilizado puede, sin duda, conllevar el riesgo de contraer enfermedades por contaminación de la sangre. La hepatitis B y C o el tétanos son algunas de ellas, y razón además por la que no se puede donar sangre hasta que no haya pasado como mínimo medio o un año desde el último tatuaje.

2. Alergias. Es cierto que las reacciones alérgicas a los tatuajes son poco frecuentes, pero estas pueden aparecer incluso unos años después de tatuarnos. Las tintas de los tatuajes están compuestas de elementos orgánicos, sustancias químicas y metales como el níquel, el cobalto, el cromo o el manganeso; todos ellos con un alto potencial alergénico. De hecho, en EE. UU. las tintas que contienen sulfuro de mercurio o cinabrio, usado en la fabricación de pigmentos rojos, están prohibidas por la gran cantidad de reacciones que provocaban, aunque en España se permite. Estas reacciones se manifiestan como una comezón o picor muy intensa y, además, un enrojecimiento de la piel. Es mucho más frecuente en tintas de color azul, amarillo, rojo y verde. Estas reacciones alérgicas pueden volverse crónicas.

3. Problemas dermatológicos ocultos. Los tatuajes tapan las evidencias de enfermedades dérmicas. Por ello, la normativa sanitaria recomienda evitar los tatuajes en zonas de verrugas, lunares o descamaciones frecuentes. De hecho, algunos dermatólogos de EE. UU. se muestran de acuerdo con ello y afirman que “los lunares deben ser áreas libres de tatuajes” y aseguran además que “el 50% de los melanomas se desarrollan en lunares preexistentes”.

4. Quemaduras o inflamación por pruebas médicas. Es el caso de la resonancia magnética nuclear que usa radiaciones e imanes para obtener imágenes del interior del cuerpo, provocando en algunos casos quemaduras de electrocución en la zona donde está el tatuaje.

5. Granulomas. El granuloma es una masa más o menos esférica de células inmunes que se forma cuando el sistema inmunológico intenta aislar sustancias extrañas que ha sido incapaz de eliminar. Es decir, una reacción natural a la presencia de pigmentos del tatuaje, ya que el cuerpo intenta protegerse de agentes extraños creando una masa de células inmunes.

6. Enfermedades de la sangre. Si la aguja u otro material que se emplee no está bien esterilizado puede transmitir ciertas enfermedades sanguíneas, incluidas las infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, la hepatitis B y la hepatitis C.

7. Queloides. También llamadas cicatrices hipertróficas, aparecen cuando alrededor de una lesión cutánea el tejido cicatrizal crece en exceso, formando un bulto de color sonrosado o amoratado. Los queloides no son peligrosos para la salud, aunque pueden ocasionar molestias si rozan con la ropa. Se pueden eliminar con láser o cirugía. Consulta siempre a tu profesional de medicina o dermatología. 

Probablemente te hayas quedado sin palabras y es que con la salud no se juega. Seguro que antes de volver a tatuarte te informas bien de si todo está en orden antes de hacerlo de nuevo, ¿o lo vas a pensar un poquito más?

¿Cómo cuidar un tatuaje recién hecho?

Además de preocuparte porque se cumplan todas las condiciones de seguridad e higiene al tatuarse, una vez hecho el tatuaje debes cuidártelo bien:

1- Mantén la piel tatuada limpia con agua y jabón, pero evita los chorros fuertes sobre la piel recién tatuada y al secar no frotes.

2- Usa una crema humectante varias veces al día.

3- Evita la exposición al sol de forma directa en las primeras semanas.

4- No nades en ríos, lagos o piscinas mientras se cura, ya que la herida podría infectarse.

5- No te quites las costras. 

Cómo eliminar los tatuajes

Al igual que es habitual ver a una gran mayoría de la población con algún tatuaje en su piel también están los que se aburren, no recuerdan bien por qué un día se hicieron semejante tontería o los que por cuestiones laborales deciden acabar con ellos. Pero ¿cómo es exactamente el proceso?

Lo primero que debemos tener claro es que hay que ahorrar un poco antes de querer eliminarnos un tatuaje pues los precios para eliminar un tatuaje son bastante elevados. El uso de un láser pulsante se pasa sobre el dibujo y actúa exclusivamente sobre las partículas de tinta, descomponiéndolas en otras de tamaño inferior que posteriormente serán eliminadas a través del sistema linfático.

Es cierto que todavía hoy muchas personas temen a que este procedimiento de eliminación de tatuajes sea doloroso, pero es necesario saber que el dolor no es exactamente dolor sino más bien molestia. Los expertos aseguran que equivale a un ligero pinchazo con una aguja fina. No obstante, es posible aplicar una crema anestésica para reducir al máximo las molestias que puedan originarse.

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