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Qué hacer si quieres divorciarte

Qué hacer si quieres divorciarte

Van pasando los años y nos vamos dando cuenta de que la persona de la que estábamos enamorados ha cambiado, o quizás hemos sido nosotros los que hemos adoptado distintas actitudes en la relación. Sin apenas darnos cuenta caemos en una rutina de la que no somos capaces de salir y las continuas contradicciones y discusiones terminan por ir apagando esa llama que creíamos que siempre estaría encendida.

Índice

Pasos a dar si vas a divorciarte

1- Hablar con tu pareja y plantearle el divorcio. Antes de nada, es necesario que le comuniques tu decisión.

2- Contratar los servicios de un abogado especialista. Aunque el divorcio vaya a ser amistoso, es necesario contratar a un abogado que lleve todo el proceso, sobre todo si hay bienes o hijos de por medio.

3- Elegir el tipo de procedimiento judicial a seguir. En España, la declaración legal de separación o divorcio (salvo casos muy concretos que se pueden hacer por medio de notario) ha de hacerse judicialmente por medio de demanda con abogado y procurador ante el Juzgado al que pertenezca la ultima vivienda familiar del matrimonio. Existen dos tipos de procedimientos en derecho: mutuo acuerdo o proceso contencioso.

4- Reunir la documentación necesaria para iniciar el trámite legal, tanto si se hace de mutuo acuerdo como si es un proceso contencioso.

¿Cómo plantear el divorcio?

Por este y mil motivos más, consideramos que la mejor opción es el divorcio, aunque antes nos planteamos muchas dudas al respecto. ¿Respetará mi decisión? ¿Cómo nos repartiremos los bienes? ¿Cómo será mi vida después? Estas preguntas confirman que la balanza está completamente inclinada hacia un lado, el del divorcio. Pero, ¿sabemos realmente cómo hacerlo? Creemos que nuestra pareja también ve realmente lo que está sucediendo en la relación y aunque quiere divorciarse, no ha sabido dar el paso antes que nosotros. Sin embargo, quizás ni siquiera se lo plantea, no se percata de lo desastrosa que está siendo la relación, está enamorado y no quiere divorciarse.

Plantear un divorcio nunca es algo sencillo, pues esto puede tener efectos negativos y positivos. El paso más importante antes de hablar sobre ello es estar completamente seguros de que lo vamos a hacer porque realmente queremos y lo necesitamos, ya que si no confiamos ni nosotros mismos en nuestra proposición es probable que nuestra pareja intente solucionarlo e intente cambiar algunos de los aspectos que le hemos reprochado, o quizás pierda la confianza en nosotros y esto puede influir de manera negativa si nos arrepentimos en el último momento.

Recordemos que en esas ocasiones, lo único que desea nuestra pareja es no perdernos y hacernos completamente felices, lo que nos hará dudar de si realmente llevar a cabo el divorcio es la mejor solución. Muchas personas están durante largas temporadas reflexionando sobre si su matrimonio tiene salvación o no, así que antes de plantearlo definitivamente, debemos siempre confiar al máximo en que el divorcio es lo mejor, y sobre todo, seamos firmes en nuestros deseos y peticiones.

Una vez tengamos completamente claro que queremos hacerlo, debemos ir advirtiendo previamente a nuestro cónyuge de que una de las vías que podemos tomar es el divorcio si las cosas siguen como están hasta ahora. Con ello podemos percibir su primera reacción. Dejar entrever los motivos por los cuales sería mucho mejor llevar una vida por separado puede ser bueno para empezar a hablar sobre ello. Ante una situación como esta, es importante mantener la calma y la serenidad, no perder los nervios ni faltar el respeto a nuestra pareja. Puede ser clave para mantener un divorcio de la manera más amistosa posible, sobre todo por los hijos. En la mayoría de las ocasiones, son ellos los que salen perdiendo cuando los padres iniciamos este trámite. Aunque parezca que depende solamente de nosotros, es importante pensar en su felicidad y en hacer la situación más llevadera para todos y cada uno de los integrantes de la familia.

¿Cómo reaccionará mi pareja?

Como decíamos anteriormente, es probable que nuestras parejas no sean conscientes de que somos infelices y de que queremos divorciarnos. Por eso, es importante estar preparados para muchos tipos de reacciones. Puede ser una relación muy larga y saber desde un principio la reacción que tendrá nuestra pareja cuando le comuniquemos la decisión que hemos tomado o pudo ser una boda muy precipitada y no sepamos exactamente la reacción porque no le conocemos lo suficiente. En casos como estos, en los que no podemos realmente saber la reacción que tendrá nuestra pareja, puede ser una gran idea ensayar frente algún amigo o persona de confianza para saber su opinión. Si conoce la situación de ambos, la ayuda será mucho más efectiva, pues con los motivos que le demos y la manera de expresarlo, puede predecir algunas de las preguntas o reacciones de nuestra pareja. Tenemos que ser conscientes de que podemos recibir su negativa. Aquí, nosotros tenemos que intentar hacerle entender que tras mucho tiempo reflexionando sobre el tema, es lo mejor para los dos. Existen dos opciones: reflexionarlo bien y llegar ambos a la misma conclusión o aferrarse a la idea de cambiar y no entrar en razón de ninguna manera. En ese caso, debemos tomar ya medidas legales, olvidándonos de ese divorcio amistoso que habíamos dibujado en nuestra mente.

Asimismo, es importante estar bien informado sobre el proceso legal, la situación económica y social con la que estemos dispuestos a negociar, y en el caso de tener hijos en común, si tendremos o no la custodia. En lo que respecta al tema económico, que en ocasiones nos afecta más de lo que nosotros querríamos, debemos ser, en la medida de lo posible, personas independientes económicamente o tener a alguien que nos pueda ayudar tras el trámite del divorcio. A veces no tomamos una decisión tan trascendental como es el divorcio por motivos económicos, pues podemos sentirnos atadas y muy dependientes de nuestras parejas. No debemos temer ante ello.

Fases del divorcio

Finalmente, tenemos que tener en cuenta que como todo divorciado tenemos que pasar por tres fases distintas: la tristeza, la aceptación y la superación.

- Primera fase: tristeza. A pesar de estar completamente seguros de la decisión tomada y no arrepentirnos por ello, esta fase la tenemos que afrontar todos. Quisimos, e incluso podemos seguir queriéndole, y es inevitable pasar una temporada sufriendo ya que existen multitud de recuerdos a nuestro alrededor.

- Segunda fase: aceptación. Es lógico pensar que al ser nosotros los que hemos tomado la decisión, debemos también aceptarlo definitivamente. Nunca sabremos lo que es hasta que no sea completamente definitivo.

- Tercera fase: superación. Normalmente, la persona a la que le han roto el corazón está más dolida. Sin embargo, todos tenemos que superar la misma ruptura, pues es un periodo distinto, un periodo en el que volvemos a ser completamente libres para estar solos, en completa armonía con nuestro nuevo estado civil o para conocer a otra persona.

Como vemos, un divorcio es algo bastante complicado pero seguro que con algunos de estos consejos podrá ser mucho más llevadero y nos sentiremos completamente realizados si hacemos lo correcto.

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