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Cómo prevenir el acné

Cómo prevenir el acné

El acné empieza en la adolescencia y, para muchas mujeres, no termina con esta, sino que continúan teniendo granitos y espinillas en la etapa adulta. Y es que el acné está ligado a los cambios hormonales, algo de lo que las mujeres sabemos mucho, por lo que es normal que te cueste librarte de este problema. Pero todo es posible.

Índice

Causas del acné

El acné es una afección de la piel caracterizada por la aparición de espinillas o granos que pueden salir en cualquier parte del cuerpo, pero que son más frecuentes en la cara y la espalda. Aunque no es un problema grave de salud, sí que es muy antiestético, sobre todo para aquellas personas que tienen la frente, la nariz y las mejillas llenas de estos feos granitos y puntos negros.

A diferencia de lo que mucha gente piensa, el acné no tiene nada que ver con la piel sucia, sino que está causado por la actividad excesiva de las glándulas sebáceas de la piel, que hace que se acumule grasa, células muertas y bacterias en los poros, inflamándolos y provocando que aparezcan estos granos y espinillas.

Y, a su vez, la actividad excesiva de las glándulas sebáceas está causada por las hormonas, que se vuelven más activas en la pubertad, por eso el acné aparece a esta edad y, lamentablemente para las mujeres, puede continuar en la edad adulta debido a los continuos cambios hormonales que hay durante los ciclos menstruales, el embarazo, etc.

Además, el acné es en parte genético, por lo que si tus padres tuvieron muchos problemas de piel de jóvenes, es probable que tú también los tengas.

¿Se puede prevenir el acné?

Obviamente no puedes hacer nada para controlar tus hormonas o tus genes, pero sí hay muchos hábitos que puedes adoptar y muchos tratamientos de dermatología que te ayudarán a prevenir y evitar el acné:

1. Limpiar tu piel a diario por la mañana y por la noche: Aunque la suciedad no es la causa directa del acné, sí que contribuye a que se obstruyan más los poros, por lo que debes lavar bien tu piel con agua tibia y un jabón neutro o uno específico para el acné tanto al levantarte, como antes de irte a la cama. No obstante, la limpieza excesiva puede resecar la piel o irritar el acné existente, por lo que tampoco hay que excederse. Además, es conveniente que te laves la cara después de hacer ejercicio y sudar o si trabajas manipulando aceite o alimentos grasos. No uses agua muy caliente ya que el calor abre los poros y puede hacer que entre más suciedad. Y no te restriegues demasiado ni te frotes con fuerza al lavarte.

2. Lávate bien las manos antes de lavarte la cara ya que si las tienes sucias, empeorarás tu acné.

3. Usa productos para la higiene de la piel y maquillaje que sean no acnegénicos ni grasos.

4. Hidrata tu cara después de cada lavado. Al lavarnos la cara, eliminamos los aceites y la humedad, haciendo que la piel produzca más aceite y sebo para evitar la sequedad. Por eso debes anticiparte hidratándola bien después de cada lavado. Eso sí, elige una crema hidratante adecuada a tu tipo de piel. Si tienes la piel grasa, elige una crema a base de gel; si la tienes seca, a base de crema.

5. Exfolia tu piel una vez a la semana para eliminar la capa de piel muerta y destapar los poros. Pero ten en cuenta que los exfoliantes físicos pueden empeorar tu acné, por lo que es mejor que uses un exfoliante químico como los alfa hidroxiácidos o los beta hidroxiácidos. Consulta a un experto cuál es mejor en tu caso.

6. Lava tu cabello unas 3 veces a la semana y ten cuidado si tienes flequillo y el pelo graso ya que ese exceso de grasa pasará a tu frente. Ten cuidado también con las lacas o espumas que uses para el pelo ya que algunas contienen aceites que pueden empeorar el acné. Intenta usar productos a base de agua.

7. Nunca te explotes ni te toques los granos ya que puedes infectarlos y aumentar el problema, además de crearte marcas que pueden ser difíciles de eliminar.

8. No te acuestes jamás con restos de maquillaje ya que este puede obstruir los poros durante la noche y empeorar tu acné. Debes eliminártelo, así como la crema solar o cualquier otro producto que hayas usado durante el día.

9. No te toques la cara a menudo con las manos ya que, por mucho que te las laves, siempre pueden tener algo de suciedad que aumente el problema.

10. Lava las fundas de la almohada a menudo y, si puedes, usa una almohada de seda que ayuda a evitar que la piel se manche por la noche mientras duermes.

11. Evita la exposición solar directa. El sol puede agravar el acné, así que no te olvides de no estar mucho tiempo al sol, usar gorra o sombrero y aplicarte siempre una crema fotoprotectora no comedogénica.

12. Bebe al menos dos litros de agua diarios para mantenerte hidratada también por fuera. Además, el agua ayudará a eliminar las toxinas de la piel.

13. Sigue una dieta sana y equilibrada rica en verduras, frutas, granos enteros, nueces y grasas saludables (ácidos grasos omega 3). También es importante que tu dieta sea rica en vitamina A, que ayuda a eliminar las proteínas que causan el acné; y en zinc, que crea un ambiente inhóspito para las bacterias que se acumulan en los poros. Además, debes evitar las grasas saturadas y los azúcares, relacionados con el acné.

14. Evita el exceso de alcohol y el tabaco ya que estimulan la aparición de toxinas en la piel.

15. El estrés también contribuye a aumentar el acné, así que debes intentar reducir tu nivel de estrés durmiendo al menos 8 horas diarias, haciendo ejercicio de manera regular, evitando la ansiedad, etc.

16. Realiza ejercicio físico de manera regular para mantener la circulación sanguínea y eliminar toxinas. Si puede ser al aire libre, mucho mejor.

Y, si nada funciona, consulta a tu dermatólogo o profesional de medicina qué medicamentos puedes tomar para tratar el acné. 

Fuente:

Academia Española de Dermatología (AEDV)

Redacción: Irene García

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