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Ser optimista puede ayudarte a vivir más

Ser optimista puede ayudarte a vivir más

Un estudio de la Universidad de Harvard ha encontrado un fuerte vínculo entre el optimismo y los riesgos de morir a causa de una serie de enfermedades. Es decir, las personas optimistas tienen un menor riesgo de padecer diversas enfermedades que pueden ser mortales. Así que, si eres optimista, vivirás más.

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Las personas optimistas tienen menos riesgo de enfermar

¿Eres de los que ven el vaso medio lleno medio vacío? Si eres de los primeros, tenemos buenas noticias para ti. Si no, quizá quieras replantearte tu forma de vida tras leer los resultados de un estudio realizado en la Universidad de Harvard.

El estudio de ocho años se centró en las mujeres y encontró que el optimista tenía un riesgo notablemente menor de morir por enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infección en comparación con los menos optimistas.

"Si bien la mayoría de los esfuerzos médicos y de salud pública de hoy se centran en reducir los factores de riesgo de enfermedades, la evidencia indica que mejorar la capacidad de recuperación psicológica también puede marcar una diferencia", explicó el coautor principal del estudio, Eric Kim, investigador del Departamento de Asuntos Sociales y Ciencias del Comportamiento. "Nuestros nuevos hallazgos sugieren que debemos hacer esfuerzos para impulsar el optimismo, que se ha demostrado que está asociado con comportamientos más sanos y formas más sanas de enfrentar los desafíos de la vida".

¿Por qué ocurre esto?

Una forma posible de explicar sus hallazgos es que las personas con actitudes más positivas tienden a participar en comportamientos más saludables. Trabajos previos han sugerido que el optimismo está significativamente asociado con los indicadores del estado socioeconómico, siendo más evidente un mayor optimismo entre las personas con más educación o más ingresos. Además, otro trabajo sugiere que un mayor optimismo puede conducir a una dieta más saludable u otros comportamientos, pero también puede ser que haya una bidireccionalidad en estas relaciones. Investigaciones anteriores también han indicado que el optimismo puede estar asociado con una probabilidad reducida de una variedad de afecciones relacionadas con la salud, como un perfil de lípidos poco saludable o diabetes mellitus tipo 2, y que el optimismo no se ve alterado inevitablemente por alteraciones en el estado de la enfermedad. Pero también es probable, según Kim, que una actitud más alegre pueda tener un impacto biológico directo.

La investigación examinó datos de más de 70.000 mujeres que se recopilaron de 2004 a 2012 a través del Estudio de salud de enfermeras. Ese estudio realizó un seguimiento de la salud de las mujeres al examinarlas cada dos años.

Las mujeres en el 25% superior en la escala de optimismo tenían un 30% menos de posibilidades de morir a causa de las enfermedades analizadas que las mujeres en el porcentaje inferior. Las cifras se desglosaron aún más: los optimistas tenían un riesgo 16% menor de morir por cáncer, un riesgo 38% menor de morir por enfermedad cardíaca, 39% menos riesgo de morir por accidente cerebrovascular, 38% menos de probabilidades de morir por enfermedad respiratoria y el 52% en cuanto a infección.

Es importante destacar que los hallazgos se mantuvieron tras un estrecho control de los posibles factores de confusión, incluidas las características sociodemográficas y la depresión (ambos diagnosticados de depresión y síntomas depresivos) y aún eran evidentes, aunque atenuados, incluso después de la inclusión de condiciones de salud o comportamientos de salud en los modelos.

Estudios anteriores ya han vinculado una perspectiva optimista con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero este estudio ha sido el primero en encontrar el mismo tipo de vínculo con otras enfermedades.

Aprende a ser optimista

¿Y de qué sirve esta información? Los investigadores creen que la clave está en la evidencia de que el optimismo se puede desarrollar, puesto que, aunque el optimismo es aproximadamente un 25% hereditario, los ensayos aleatorios iniciales han sugerido que se puede modificar utilizando herramientas bastante accesibles. Es decir, incluso las personas más negativas pueden aprender a ser más optimistas y positivas, lo que, como hemos visto, mejorará en su salud y los hará vivir más.

"Estudios anteriores han demostrado que el optimismo se puede alterar con intervenciones relativamente sencillas y de bajo costo, incluso algo tan simple como que las personas escriban y piensen en los mejores resultados posibles para varias áreas de sus vidas, como carreras o amistades", explicó Kaitlin Hagan, investigador. "Fomentar el uso de estas intervenciones podría ser una forma innovadora de mejorar la salud en el futuro".

Por tanto, si eres optimista estás de enhorabuena. Pero si no, no hace falta que te asustes pensando en las enfermedades que tu forma de ser puede traerte, piensa más bien en cómo cambiar esa forma de ser para ser más optimista. Algunos consejos que pueden ayudarte son replantearte tus objetivos en la vida, elegir ser feliz, cambiar tu mentalidad, rodearte de gente feliz y optimista, vivir el presente, cuidar tu salud por dentro y por fuera, aprender a dar las gracias, ser más solidario, etc.

Fuente:

“Optimism and Cause-Specific Mortality: A Prospective Cohort Study”, Eric S. Kim  Kaitlin A. Hagan  Francine Grodstein  Dawn L. DeMeo Immaculata De Vivo  Laura D. Kubzansky. American Journal of Epidemiology, Volume 185, Issue 1, 1 January 2017, Pages 21–29, https://doi.org/10.1093/aje/kww182

Redacción: Irene García

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