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¿A qué edad es recomendable operar los juanetes?

¿A qué edad es recomendable operar los juanetes?

Los juanetes, también conocidos como "hallux valgus", son una deformidad del pie en la que el dedo gordo se inclina hacia los otros dedos, formándose una protuberancia ósea en la base del dedo que puede causar dolor y afectar la movilidad. El tratamiento más efectivo es la cirugía, pero ¿cuándo es mejor operarse? ¿Se puede a cualquier edad?

Índice

Causas y síntomas de los juanetes

La predisposición a desarrollar juanetes a menudo se hereda. Si uno de los padres tiene juanetes, es más probable que los hijos también los desarrollen.

Además, existen otras causas que pueden favorecer la aparición de este antiestético problema:

- Uso de zapatos demasiado estrechos, de tacón alto o que no se ajustan bien.

- Problemas estructurales del pie como pies planos o arcos altos.

- Condiciones como la artritis reumatoide pueden aumentar el riesgo de juanetes debido a la inflamación y daño en las articulaciones del pie.

Los síntomas más habituales de los juanetes son:

- Dolor en la base del dedo gordo y sensibilidad.

- Hinchazón y enrojecimiento alrededor de la articulación afectada.

- Formación de callosidades en la base del dedo gordo o en la planta del pie debido a la presión y fricción.

- Limitación en la movilidad del dedo gordo.

- Protuberancia ósea en la base del dedo gordo y desviación del mismo hacia los otros dedos.

Cuando los tratamientos conservadores no son efectivos y el dolor persiste o empeora, puede ser necesaria la cirugía para corregir la deformidad. Los tipos de cirugía incluyen: osteotomía, realinear el hueso mediante cortes controlados; exostectomía: remover la protuberancia ósea; artrodesis: fusionar las articulaciones afectadas para corregir la deformidad; resección de la articulación: remover parte de la articulación afectada.

¿Cuándo es recomendable operarse de los juanetes?

No se recomienda operar si no existe dolor o compromiso de deformidad de los demás dedos ya que, como todas las operaciones, esta también tiene algunos riesgos y posibles complicaciones:

1- Infección postquirúrgica: como en cualquier intervención quirúrgica, existe el riesgo de infección postoperatoria.

2- Recurrencia de los juanetes: incluso después de una cirugía correctiva, existe la posibilidad de que el juanete reaparezca.

3- Problemas en la recuperación de la movilidad de la articulación del dedo: una consecuencia que depende en gran parte del paciente ya que, una semana después de la operación, se retira el vendaje y se enseñarán unos movimientos para el dedo que son clave para poder recuperar la movilidad. Si no se hacen, puede que esta no vuelva a su estado original.

Pero, como hemos dicho, cuando el dolor es tan intenso que afecta a la calidad de vida y la movilidad, y los tratamientos convencionales no funcionan (como el uso de calzado adecuado, plantillas ortopédicas, medicamentos y ejercicios), hace falta recurrir a la cirugía ya que es el único tratamiento que puede acabar con el dolor en estos casos.

Si el juanete sigue creciendo y la deformidad del pie empeora, a pesar de intentar métodos no quirúrgicos, también habrá que recurrir a la cirugía.

Además, no operarse cuando hace falta puede causar diversas complicaciones como problemas en la cadera porque para evitar que nos duela comenzamos a andar de una forma no correcta. O la aparición de artrosis temprana en la articulación, dedo martillo o incluso metatarsalgia (dolor o inflamación en la planta del pie).

En cuanto a la edad, no hay mínimo ni máximo. Por muy mayor que seas, si tu estado de salud es bueno y los juanetes no te dejan vivir tu vida con tranquilidad, puedes y debes operarte.

¿Cómo cuidarse tras la operación de juanetes?

Para evitar riesgos y complicaciones y que la recuperación sea lo mejor posible, debes seguir estos consejos:

1- Acude a un profesional de medicina y podología especializado en juanetes y a un centro médico que cumpla con todas las garantías de seguridad.

2- Las operaciones actuales son menos invasivas y permiten salir andando de la clínica, pero debes mantener el pie elevado por encima del nivel del corazón tanto como sea posible durante los primeros días.

3- Aplica hielo en la zona operada durante 15-20 minutos cada hora.

4- Usa las férulas, botas postoperatorias o vendajes que el médico te haya indicado y el tiempo que te haya indicado. No lo dejes antes por muy bien que te parezca que vaya la recuperación.

5- Mantén la herida limpia y seca. Cambia los vendajes según las instrucciones médicas.

6- Evita poner peso sobre el pie operado durante el tiempo recomendado por tu médico.

7- Sigue los ejercicios de fisioterapia recomendados para mantener la movilidad y fortalecer el pie. Así, te aseguras recuperar la movilidad del dedo.

8- Usa el calzado postoperatorio que te hayan proporcionado. Posteriormente, elige zapatos amplios y cómodos.

9- Asiste a todas las citas de seguimiento con tu médico. Es importante ser constantes.

10- Estate atenta a los síntomas de que algo va mal como enrojecimiento excesivo, hinchazón, calor, secreción o fiebre.

11- Aumenta la actividad física de manera gradual según las indicaciones médicas.

12- Mantén una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales para promover la curación y bebe suficiente agua.

Fuente:

American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS)

American Podiatric Medical Association (APMA)

Redacción: Irene García

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