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Consejos para evitar ampollas en los pies

Consejos para evitar ampollas en los pies

Las ampollas son uno de los problemas más habituales en verano debido al sudor y al calor, que aumenta el roce de los zapatos en los pies. Echa un vistazo a estos consejos para evitar las ampollas.

Índice

¿Por qué salen las ampollas?

Una ampolla es una acumulación de líquido linfático y otros fluidos corporales transparente o sanguinolento cubierta por una piel final que sale en la piel, generalmente en los dedos de los pies.

Este líquido linfático es pobre en proteínas y rico en lípidos y, a diferencia de la sangre, no transporta glóbulos rojos, solo glóbulos blancos. También puede contener algún microorganismo que, al pasar por el filtro de los ganglios linfáticos, son eliminados.

Si miden más de 0,5 cm de diámetro se las conoce como ampollas y si miden menos, vesículas o flictenas.

Antes de salir, se nota calor y enrojecimiento en la zona, hasta que se ablanda y se levanta la piel formando esa ampolla. Las ampollas en sí no causan dolor, es la presión del líquido que hay dentro contra la piel lo que nos molesta.

Las ampollas aparecen como un mecanismo de defensa de la piel para proteger el tejido del roce o el daño causado a la dermis, ya que esta ampolla sale en la capa más superficial o epidermis para evitar el daño tisular y ayudar a que se cure antes.

Las causas principales del desarrollo de ampollas son:

- Roce continuo: la fricción continua de la piel contra el calzado puede causar una lesión en la piel que, para protegerse, produce una ampolla. Este problema es más habitual al estrenar calzado, si el calzado no es de la talla adecuada, en verano por el calor o al dar largas caminatas, correr, practicar deportes como tenis o pádel, etc.

- Quemaduras: después de quemarse con aceite o agua hirviendo o tras una quemadura solar la piel puede crear una ampolla para ayudar a curarse a la piel quemada.

- Pie de atleta: los hongos, como ocurre en la enfermedad de pie de atleta, pueden causar ampollas entre otros síntomas como dolor, picor, manchas, etc.

- Espolón calcáneo: el crecimiento del hueso del talón puede causar un roce continuado de la zona con el calzado, lo que genera diversas lesiones cutáneas como ampollas.

- Otras causas como dermatitis, varicela, reacciones alérgicas, etc.

¿Cómo prevenir las ampollas en los pies?

1. Mantén la piel bien hidratada para evitar la sequedad que aumenta la probabilidad de que salgan ampollas.

2. Usa calcetines transpirables, sobre todo para correr. Existen calcetines especiales para running que ayudan a la transpiración y ventilación, evitando el roce y la humedad que produce ampollas. Los calcetines que absorben el sudor y se quedan húmedos son los peores.

3. Usa un calzado de la talla adecuada, que no te quede justo, ya que aumenta el roce. No estrenes calzado si vas a andar mucho, es mejor ir adaptándolo al pie gradualmente. Escoge un calzado adecuada para cada actividad, no es lo mismo caminar por la montaña que por la playa. Además, el calzado debe ser transpirable y, en verano, mejor si es abierto para que el pie respire mejor.

4. Si vas a estrenar calzado o a caminar mucho, puedes echarte antes de salir un lubricante anti-rozamiento o vaselina para evitar el roce que puede acusar la ampolla.

5. Usa un poco de polvo de talco antimicótico en los pies antes de ponerte los calcetines para eliminar la humedad.

¿Cómo se tratan las ampollas?

Si a pesar de todos los consejos te ha salido alguna ampolla debes seguir estos consejos para acelerar su curación y evitar el dolor:

1. Lavar la zona con agua tibia y jabón.

2. Secar con una gasa y aplicar un antiséptico como clorhexidina.

3. Tapar la ampolla con una gasa antiadherente y cubrir con esparadrapo para dejar que transpire.

4. Si causa mucho dolor y no nos deja andar de lo grande que es o por la zona en la que ha aparecido, puedes drenarla con una aguja previamente desinfectada, pero nunca quitar la piel. Lo idóneo es pinchar en la parte más baja de la ampolla para que la gravedad ayuda al drenaje. Luego, aplica una crema antibiótica.

5. Si se quita la ampolla sola antes de que se haya curado del todo la piel, desinfecta bien para evitar una infección y coloca un apósito específico que se conoce como segunda piel para ayudar a que se regenere del todo la piel dañada.

6. Si ves que empora, duele más, crece, sale pus o cualquier otro síntoma de infección, acude al profesional de medicina, dermatología o podología.

Fuente:

Asociación Americana de Dermatología

Redacción: Irene García

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