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¿Qué pasa si comes mucho chocolate?

¿Qué pasa si comes mucho chocolate?

El chocolate es conocido como uno de los manjares más deliciosos y populares del mundo. A la mayoría de nosotras nos encanta y no es para menos porque ese sabor dulce que nos deja hace que siempre tengamos ganas de más, pero ¿hasta qué punto es bueno?

Índice

Origen y propiedades del chocolate

El chocolate se obtiene mezclando azúcar con dos productos derivados de la manipulación de las semillas de cacao: la masa y la manteca. A partir de esta combinación se van a ir elaborando los distintos tipos que hay y que dependerán de la proporción entre estos y su mezcla.

El cacao en sí mismo ha sido cultivado por muchas culturas durante al menos tres milenios en Mesoamérica, y su evidencia más temprana pertenece a la cultura Mokaya de México con bebidas que datan de 1.900 a. C., aunque los olmecas de la Venta en Tabasco (uno de los estados que conforman los Estados Unidos Mexicanos) fueron los primeros en saborearlo.

Riesgos del consumo de chocolate

Desde hace siglos, el chocolate ha sido considerado como un alimento muy beneficioso para la salud. Sin embargo, y según algunos estudios, se necesita mucha más información antes de comer este chocolate sin control alguno. ¿Por qué? Pues bien, está claro que, aunque el chocolate es rico en magnesio, hierro y antioxidantes; es bueno para el corazón; reduce el colesterol; etc.; este rico alimento contiene también grandes cantidades de mantequilla, azúcar y crema por lo que, si comemos una pequeña onza para aliviar el estrés, la ansiedad o algún antojo no hay mayor problema, pero si nos acostumbramos a ello diariamente debemos saber que acarrea algunos problemas nocivos para nuestra salud.

Sin duda, uno de los efectos secundarios más conocidos es el aumento de peso. Según los expertos, lo ideal si vamos a comer algo de chocolate es eliminar otras “golosinas” y caminar durante al menos treinta minutos con el fin de contrarrestar el efecto de las calorías adicionales que estamos consumiendo para no engordar. Pero el problema no está solamente en ese desencadenante sino en otros mucho más perjudiciales como la enfermedad coronaria o de las arterias coronarias, las arterias que suministran sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco. Esto se produce porque más de la mitad de las grasas del chocolate son saturadas, es decir, que elevan el nivel de colesterol en sangre aumentando el riesgo de enfermedad coronaria e infartos.

Otro de los problemas que el exceso del consumo de chocolate conlleva es que la mayor parte de los carbohidratos presentes en el chocolate provienen de azúcares e hidratos de carbono refinados. Los carbohidratos refinados causan picos en el nivel de azúcar de sangre que pueden provocar que nuestro cuerpo se resista a la insulina con el paso del tiempo, llevándonos a sufrir diabetes tipo 2. Además, todo este exceso de azúcar en sangre también ocasiona que vayamos al dentista más a menudo debido al deterioro dental y las caries.

También el reflujo gastroesofágico es otro problema derivado del consumo excesivo de chocolate. En este caso, los contenidos del estómago regresan al esófago y producen acidez. La enfermedad por reflujo gastroesofágico ocurre cuando un músculo al final del esófago no se cierra de manera adecuada. ¿Qué hace el chocolate? Produce que el esfínter se relaje permitiendo que los contenidos del estómago se desplacen hacia arriba dándonos la sensación de acidez en el pecho.

Además, consumir en exceso chocolate puede producir en nuestro cuerpo los mismos efectos que la cafeína, es decir, que se estimule nuestro sistema nervioso central. Por esta razón es por lo que el chocolate puede despertarnos de cualquier día complicado, pero la cafeína no tiene en absoluto ningún valor nutricional por lo que si consumimos muchos alimentos que contienen cafeína, como es el caso del chocolate, podemos llegar a sufrir taquicardia, ansiedad, depresión y también temblores, náuseas y vómitos.

Finalmente, se considera que el chocolate con leche en general tiene un mayor porcentaje de grasas saturadas y de azúcares por lo que según los expertos el único chocolate recomendable es el negro, ya que este estimula el flujo de la sangre al cerebro, así como hacia el corazón, mejorando la función cognitiva. Al contener teobromina hace que se endurezca el esmalte dental y también puede ayudar a combatir los síntomas de la fatiga crónica porque su consumo ayuda a mejorar la acción de neurotransmisores como la serotonina, promoviendo el estado de ánimo y el sueño.

En general, el chocolate negro nos ayuda a promover una buena salud en todo el organismo gracias, sobre todo, a todos los minerales que aporta como son el cobre, el magnesio, el calcio, el hierro y el potasio.

Entonces, ¿nos pasamos al chocolate negro?

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