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Prevenir mejor que tratar, la nueva medicina preventiva

Prevenir mejor que tratar, la nueva medicina preventiva

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 20 millones de muertes al año en todo el mundo causadas por la contaminación del aire que respiramos que podrían prevenirse. Además, algunas de las principales causas de mortalidad actuales, como las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, podrían evitarse si todos nos concienciáramos de la importancia de llevar una dieta saludable, evitar las grasas, el alcohol o el tabaco y hacer ejercicio físico de manera regular. Pero solo vamos al médico cuando ya estamos enfermos, y eso es algo que debemos cambiar en los próximos años ya que prevenir este tipo de enfermedades mortales mejorará nuestra  salud y nuestra esperanza y calidad de vida, además de reducir considerablemente el gasto sanitario de los países.

Índice

Servicios de Medicina Preventiva

En las últimas décadas, se han creado y potenciado los Servicios de Medicina Preventiva para anticipar en el desarrollo de las enfermedades. De esta manera, se ha conseguido disminuir la tasa de mortalidad de muchas de ellas, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Pero todavía queda mucho por hacer para conseguir que mejore la salud de la población en todos los aspectos y disminuyan las enfermedades, tanto leves como graves.

Por ejemplo, según la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, avisar a los pacientes ya no es suficiente, hay que conseguir prevenir las enfermedades de manera más efectiva. La sociedad está cambiando y la salud de la población dependerá en gran parte de cómo controlemos esos cambios. Por ejemplo, evitando el cambio climático o la contaminación, que “producen un 25% de las causas de muerte y morbilidad, mientras que el 90% de la población mundial respira aire contaminado. Ambos factores provocan casi 20 millones de muertes al año en todo el mundo que podrían prevenirse", ha explicado.

Por eso, es importante que los sistemas de producción, consumo y reciclaje sean más sostenibles, que se reduzca la contaminación de las ciudades y que se potencie una alimentación saludable desde el origen, es decir, controlando los métodos de producción y distribución.

Ir al médico sin estar malos

También hay que concienciar a la población sobre la importancia de la Medicina Preventiva y acudir al médico antes de estar malos. Y es que el ideal de esta nueva rama de la Medicina es evitar que aparezcan las enfermedades en lugar de curarlas. Esto se ha logrado en gran parte con las campañas de vacunación, que han conseguido erradicar enfermedades mortales como la viruela y disminuir otras como el sarampión o la difteria. Incluso han surgido vacunas nuevas que pueden prevenir algunos tipos de cáncer como la vacuna del papiloma humano.

Además, es importante lograr que la gente se dé cuenta de la importancia de llevar unos hábitos de vida saludables desde la infancia. En primer lugar, nada de tabaco. Al año mueren unos 7 millones de personas según datos de la OMS, no todas ellas fumadoras (unas 900.000 mueren por el humo ajeno). Y es que el tabaco está relacionado con una serie de tumores y de enfermedades pulmonares y cardiovasculares, además de con abortos espontáneos, partos prematuros y muerte fetal si se fuma en el embarazo. Otras causas frecuentes de problemas de salud que podrían evitarse son el alcohol, los accidentes de tráfico, el sedentarismo, la mala alimentación, las prácticas sexuales de riesgo

Y, por supuesto, mejorar y potenciar la detección temprana de enfermedades cuando aún no han dado la cara, es decir, cuando están en la primera fase y son asintomáticas. En el caso del cáncer, la detección temprana marca la diferencia entre curarse totalmente o morir. Por eso se han lanzado en los últimos años tantas campañas para que la gente se realice pruebas y controles periódicos de colesterol, tensión, pecho o próstata.

Pero los datos nos muestran que solo contactamos con nuestros médicos cuando estamos enfermos, pero rara vez los visitamos para buscar información sobre cómo mantenernos en buen estado o evitar ciertas enfermedades. Esa brecha significa que, cuando la mayoría de los pacientes ve a sus médicos, ya están enfermos con condiciones que podrían haberse evitado con una dieta más saludable o un estilo de vida más sano. Es por eso que cada vez hay más movimientos en marcha para ayudar de manera proactiva a los pacientes a realizar cambios nutricionales antes de que empiecen a sentirse enfermos, con programas que vinculan el cuidado con la buena salud, no solo la enfermedad.

La comida como medicina

La idea de la comida como medicina no es nueva. Los expertos en salud nos han estado diciendo durante décadas que los alimentos que consumimos nos dañarán o nos ayudarán. Pero es desde hace poco que los médicos se han puesto a estudiar formas concretas de ayudar a sus pacientes a prevenir enfermedades a través de cambios en su dieta.

En el Boston Medical Center (BMC), por ejemplo, una despensa de alimentos permite a los médicos entregar recetas de productos agrícolas en lugar de o además de los fármacos. Esto ayuda a proporcionar opciones más saludables a familias de bajos ingresos que quizás no puedan pagarlas. Pero también brinda servicios a familias de todos los niveles de ingresos con clases gratuitas de cocina y alianzas con mercados móviles en un esfuerzo por cambiar realmente la forma de comer de sus pacientes.

Los médicos están empezando a darse cuenta de que podemos repartir inyecciones y antibióticos día tras día, pero las personas no mejorarán necesariamente su salud, a menos que hagamos también otras acciones.

Decirles a los pacientes que deben comer más frutas y verduras es una cosa, pero aquí les dan el producto y les enseñan las formas más saludables de prepararlo. De esta manera estos médicos marcan una diferencia entre tratar enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardíacas, y prevenirlas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de las muertes por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular son causadas por la presión arterial alta, el tabaquismo, el colesterol alto y las dietas bajas en frutas y verduras. En otras palabras, la gran mayoría de estas muertes podrían prevenirse al obtener una mejor información sobre la salud y la nutrición de los pacientes antes de que estas enfermedades tengan una oportunidad de desarrollarse.

"Comprar con un doctor" es otro programa que espera abordar la brecha entre el cuidado de la salud y el bienestar. Lanzada por el centro St. Joseph Hoag Health, en el condado de Orange, California, la iniciativa lleva a los médicos a las tiendas de comestibles para ofrecer consejos de compras nutricionales a cualquier cliente que busque asesoramiento. Y es que en este condado uno de cada tres niños tiene sobrepeso u obesidad, por lo que este programa podría ayudar a revertir esta tendencia al obtener asesoramiento nutricional antes de que surja este problema médico tan grave y extendido.

Pero son muchas otras las ideas que se están llevando a cabo para cambiar incluso el trabajo de los médicos de cara al futuro. Algunas universidades, como la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda en el sur de California, ofrecen capacitación especializada en programas que usan alimentos para tratar enfermedades. Los educadores del Centro Goldring de Medicina Culinaria de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans están trabajando en un plan de estudios que enseña a los médicos cómo comprar y preparar comidas saludables para que puedan estar mejor preparados para ayudar a sus pacientes a hacer lo mismo.

La esperanza es que estas iniciativas puedan ayudar no solo a tratar enfermedades, sino también a prevenirlas. Al utilizar los alimentos como medicina, los médicos pueden ayudar a sus pacientes a mantenerse saludables, para que no tengan que dedicar tanto tiempo al tratamiento de enfermedades, sino a promover la salud.

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