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¿Cómo tratar las hemorroides?

¿Cómo tratar las hemorroides?

Las hemorroides o almorranas son venas hinchadas e inflamadas en el área anal o rectal que dan lugar a severas molestias como dolor, sangrado durante la defecación, etc. Es un trastorno muy común que aparecen en personas que sufren estreñimiento o diarrea crónica o en el último trimestre de embarazo. Existen diversos tratamientos, farmacológicos y naturales, para aliviar las molestias que provocan.

Índice

Tipos de hemorroides

Las hemorroides pueden ser internas o externas:

- Internas: son aquellas que se encuentran en el interior del recto. Si son muy grandes o están cerca del ano, pueden abultarse en el momento de evacuar. Los síntomas principales son sangrado rectal rojo intenso al evacuar. No suelen causar dolor.

- Externas: son aquellas que se encuentran alrededor del ano. Cuando se irritan, forman un coágulo debajo de la piel que puede convertirse en un bulto duro (trombosis hemorroidal). En este caso los síntomas principales son prurito, ardor, dolor y, a veces, sangrado, sobre todo al limpiarse las heces. Son más incómodas que las internas.

Las causas principales de la aparición de hemorroides, tanto internas como externas, son estreñimiento o diarrea crónicos, problemas circulatorios, obesidad, presión ejercida sobre la zona en el embarazo, el esfuerzo del parto o llevar una vida sedentaria.

Tratamientos para las hemorroides

1. Si la causa es el estreñimiento, es importante seguir una dieta rica en fibra para evitar este problema y que las hemorroides se agraven. Las frutas, las verduras, los cereales integrales o las legumbres son ricos en fibra. Algunos de los alimentos más recomendados para favorecer el tránsito intestinal son las ciruelas, los kiwis o los higos secos (que tienen que consumirse remojados). En casos de estreñimiento severo, por ejemplo, un remedio muy eficaz es comer en ayunas cada mañana 5 ciruelas pasas sin hueso junto con 2 cucharadas soperas de semillas de linaza.

2. Evita alimentos picantes o irritantes como la cafeína, el alcohol, el té, el curry, el ajo, la mostaza, el chili, etc. Tampoco se recomienda seguir dietas muy proteínicas.

3. Llevar una vida sedentaria aumenta las molestias, por lo que hay que procurar realizar ejercicio de forma habitual, especialmente actividades cardiovasculares que mejoran el tránsito intestinal. Solamente andar 15 minutos después de las comidas alivia el picor y el dolor. Si tienes que pasar mucho tiempo sentado, por ejemplo en la oficina, procura levantarte de vez en cuando y cambiar de postura. También puedes usar un cojín ortopédico que reduzca la presión en la zona perineal.

4. La hidratación también es fundamental para evitar las heces secas que cuestan más en salir, aumentando la presión sobre la zona anal. Por eso, debes beber unos 2 litros de agua al día.

5. Después de defecar, debes limpiarte bien la zona pero con cuidado para evitar irritar aún más las almorranas. Si te limpias con papel higiénico, evita frotar. Las toallitas húmedas pueden ser más refrescantes, pero no conviene abusar de ellas ya que sus ingredientes también pueden resultar irritativos; elige aquellas especiales para almorranas que contengan ingredientes calmantes como la manzanilla o el aloe vera. Lo mejor es lavarse con agua fría y jabón neutro.

6. Para aliviar el dolor, puedes empapar compresas en manzanilla fría y aplicarlas en la zona durante 10 minutos unas 3 veces al día. Gracias a las propiedades antinflamatorias de la manzanilla, notarás un gran alivio.

7. Otra opción muy eficaz son los baños de asiento con agua fría, que consisten en llenar un barreño o el bidé con agua fría y sentarse encima unos 10 minutos. Puedes alternarlos con baños de agua caliente (pero sin que queme). Alternar frío y calor ayuda a reducir la inflamación.

8. El hamamelis tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias, por lo que reduce el dolor y el ardor. Puedes echar unas gotas de hamamelis en una toallita suave, pero ten cuidado ya que si tienes la piel muy sensible puedes notar irritación.

9. Usa ropa interior fabricada con tejidos naturales como el algodón para permitir la transpiración y evita prendas muy ajustadas.

10. El castaño de indias mejor la circulación sanguínea y tonifica los vasos sanguíneos. Puedes preparar una infusión con un puñado de hojas de castaño de india y una taza de agua. Cuando enfríe, haz baños de asiento con la mezcla.

11. El aloe vera también tiene muchas propiedades calmantes y antiinflamatorias, por lo que es muy útil para aliviar el picor, el dolor y la inflamación de las almorranas.

12. El brusco mejora la circulación sanguínea, tiene propiedades antiinflamatorias y vasoconstrictoras. Lo puedes ingerir en forma de infusión.

13. La raíz de consuelda, por su parte, ayuda a aliviar el dolor y tratar los sangrados. Compra raíz en polvo y haz una pasta con un poco de agua. Aplícala en la zona y déjala actuar unos 15 minutos.

14. Para los casos más dolorosos, existe gran variedad de cremas antihemorroides que no eliminan las almorranas, pero sí alivian los dolores. Puedes encontrar cremas anestésicas con lidocaína o benzocaína, pomadas con hidrocortisona, cremas astringentes y refrescantes con óxido de zinc, hamamelis, vaselina, lanolina o alantoína, pomadas descongestivas con efedrina, etc. Consulta a tu médico cuál es la más adecuada para ti.

14. Existen procedimientos mínimamente invasivos de medicina como una ligadura con banda elástica que corta la circulación en la base de la hemorroide y se desprende sola. Otra opción es una inyección (escleroterapia) que reduce el tejido de las hemorroides para reducirlo. O la coagulación (infrarroja, láser o bipolar) que hace que las hemorroides pequeñas y sangrantes se endurezcan y se sequen.

15. Y para los casos más graves, es necesario recurrir a la cirugía. Se puede realizar una extirpación de hemorroides (hemorroidectomía) o un grapado de hemorroides. Una operación puede acabar con el problema para siempre, aunque luego habrá que adoptar una serie de hábitos para evitar que las hemorroides vuelvan a aparecer.

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