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¿Cómo se debe aliñar una ensalada?

¿Cómo se debe aliñar una ensalada?

Acaba de empezar el verano y para muchas de nosotras a veces resulta complicado decidir lo que llevar en el tupper a la oficina, pero nosotras te damos la respuesta. Ensaladas ¡y de mil tipos diferentes! Contamos con multitud de ingredientes que pueden dar mucho color a nuestras ensaladas, y además aportarnos mucha pero que mucha energía para hacer frente a un día de duro trabajo.

Índice

¿Qué se usa para aliñar las ensaladas?

Sin embargo, lo que sucede en la mayoría de las ocasiones no es precisamente saber o no saber qué tipo de ensalada preparar hoy sino más bien por qué nos sabe igual todos los días o por qué no terminan de gustarnos del todo. ¿Sabemos realmente aliñar una ensalada? Aunque la mayoría de las personas crea que sí, en realidad se equivocan y es que, aunque parezca mentira, algo tan sencillo como aliñar una ensalada puede convertirse en una pesadilla cuando intentamos probar nuestros nuevos inventos en la cocina, pero que no resultan para nada comestibles.

Sí, hay ensaladas de pasta, de arroz, de col, de atún, ensaladas rusas, ensaladas griegas y muchas, muchas más recetas. Pero, sea acompañante o entrante, sin duda, el toque final lo da su aliño y si no lo hacemos correctamente nos puede quedar una ensalada de pena. El resultado de una buena ensalada tiene más que ver con el orden de aceite, sal y vinagre que con los ingredientes. El primero de ellos, la sal, seguido del vinagre y por último el aceite. ¿Es tan importante el orden? Sí que lo es sí, ya que, de hecho, en el caso, por ejemplo, de querer echar primero el aceite, crearíamos como una especie de película protectora alrededor del resto de ingredientes de la ensalada que impediría que entraran en contacto tanto con el vinagre como con la sal.

¿Cuál es el orden adecuado?

Y si hacemos lo contrario y respetamos el orden adecuado, es decir, echamos primeramente la sal, algunos de los ingredientes de la ensalada, como, por ejemplo, el tomate, la absorberán y se potenciará el sabor. Después, con la ayuda del vinagre conseguiremos disolver el resto de sal debido al agua que contiene. Una vez agregados ya tanto la sal como el vinagre, echaremos el aceite que creará la película protectora sobre los ingredientes, y que comentábamos anteriormente. Y, por supuesto, no olvidarnos de que la cantidad es fundamental y, sino que se lo digan al sabio que consideró necesario a ¡alguien prudente para la sal, generoso para el aceite y tacaño para el vinagre”.

No obstante, es posible también que a muchas de vosotras no os guste el vinagre para el aliño de la ensalada o simplemente les sienta mal cuando lo toman. Pero por suerte, existen muchas alternativas para aliñar las ensaladas ¡y sin vinagre! De hecho, el limón es un perfecto conservante de alimentos ideal para las ensaladas y que además aporta siempre a nuestros platos un toque delicioso. Y recuerda que también puedes probar con un chorro de naranja exprimida si lo que llevamos en el tupper es una rica ensalada de ahumados, cebolleta o aceitunas negras.

Te decidas o no con el vinagre, lo que está claro es que, aunque estos tres ingredientes sean casi indispensables en tus ensaladas (sal, vinagre y aceite), también está de moda hoy recurrir a las vinagretas, y no solo porque las posibilidades de aderezos se multipliquen sino porque es también una manera muy sencilla de que tu ensalada logre aguantar aliñada durante más tiempo y sin estropearse en absoluto. Además, los sabores se mezclan mejor con los vegetales crudos. Aquí, por tanto, la clave está en sumar a la combinación del aceite y el vinagre algo que ayude a que ambos permanezcan ligados. Una pizca de mostaza, miel o soja es ideal para emulsionar todos los elementos de la vinagreta y conseguir, sin lugar a dudas, el aliño perfecto para la ensalada. Además, cada una de ellas va a aportar a tus ensaladas un toque completamente distinto.

Finalmente, todas las personas deben tener en cuenta que a la hora de aliñar cualquier ensalada se debe tener en cuenta que tanto la sal como el vinagre y el aceite deben echarse en la ensalada justo antes de consumirla porque si la dejamos mucho rato aliñada lo único que conseguiremos es que la verdura se deteriore por la deshidratación causada por la sal. Y, por ejemplo, en el caso de la lechuga, lo ideal es que no la cortemos demasiado antes de consumirla porque este vegetal se oxida y pierde sus propiedades nutricionales y físicas. Para mantenerla fresca podemos sumergirla en agua para que consiga una buena textura.

¡Y no te olvides de que sea cual sea el aliño que hayas preparado siempre tienes que verter el líquido preparado en el momento previo a sentarnos a la mesa con los demás!

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