Cambios en la mujer a los 50
Probablemente, uno de los grandes motivos por el que la mujer que ronda los cincuenta años comienza a notar verdaderos cambios, tanto físicos como emocionales, se debe principalmente a la llegada de la menopausia. Pero ¿cuáles son los síntomas más frecuentes que identifican la menopausia?
Índice
- ¿Qué es la menopausia y qué implica para la mujer?
- ¿Y qué hacer para prevenir dichos síntomas?
- ¿Y para los sofocos?
- ¿Qué más cambios se producen?
¿Qué es la menopausia y qué implica para la mujer?
La menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir progesterona y estrógeno. La mujer cuando llega a la menopausia, por tanto, deja de tener un periodo menstrual durante un año, aunque los cambios y los síntomas podrán comenzar varios años antes. La menopausia suele producirse, además, entre los 45 y los 55 años, pero lo más frecuente es que aparezca alrededor de los cincuenta, y de ahí que aparezcan tantos cambios y que las mujeres los noten tanto a esta edad.
Para la gran mayoría, los periodos menstruales se detendrán lentamente con el tiempo y durante este los periodos se podrán ir sucediendo con un intervalo más estrecho o más amplio. Estas variaciones podrán durar entre uno y tres años aproximadamente, pero no será hasta que la mujer no lleve un año completo sin tener el periodo cuando realmente tenga lugar la menopausia. También la mujer podrá descubrirlo por los síntomas que van a ir apareciendo. ¿Sabes cuáles son los más comunes?
Los síntomas de la menopausia más comunes suelen ser los sofocos, los cambios de humor y los problemas sexuales, aunque también aparecen muchos otros también bastante comunes como estos:
- nivel irregular de flujo durante la menstruación y periodos irregulares menstruales durante la premenopausia
- depresión, sensación de tristeza, nerviosismo, ansiedad y palpitaciones más fuertes de lo habitual
- sofocos y sensación extrema de calor corporal que suele durar varios minutos
- dolor de mamas, descenso del deseo sexual y aumento de peso debido a los cambios en el metabolismo
- fuertes dolores de cabeza, migrañas, insomnio, irritabilidad
- sequedad vaginal y piel reseca
¿Y qué hacer para prevenir dichos síntomas?
- dejar de fumar
- no beber alcohol
- respetar los horarios del sueño
- hacer ejercicio físico
- seguir una dieta sana rica en alimentos naturales como frutas, verduras, pescado azul y granos
- evitar los procesados y los azúcares
- recurrir a suplementos naturales y plantas que ayudan a controlar estos síntomas, como las isoflavonas de la soja, la salvia, el trébol rojo, la cimicífuga, etc.
¿Y para los sofocos?
Ya os habréis dado cuenta de que los sofocos son uno de los síntomas más molestos de la menopausia y, por ello, resulta inevitable que las mujeres quieran evitarlos por todos los medios. Pero ¿qué pueden hacer ellas? Los sofocos son esa repentina sensación de calor en el pecho y en la cara que se extiende al resto del cuerpo y que puede provocar sudoración excesiva. Es cierto que la frecuencia de los sofocos puede ser variable. De hecho, algunas mujeres los sufren todo el día y otras a cada hora.
También es probable que se presenten los sofocos por la noche. Los sofocos nocturnos probablemente también afecten a la calidad del sueño y aparezcan signos de fatiga, irritabilidad e insomnio. Y sí, son muy molestos, pero mucho más con las calefacciones de invierno y los aires acondicionados del verano que pueden hacer, además, que la situación empeore y mucho, así que aquí tenéis algunos truquitos:
- una de las mejores formas que existen para evitar los sofocos es vestirse siempre por capas. De manera que, si tienes frío o calor, puedas quitarte alguna que otra capa de ropa sin ninguna dificultad.
- evitar las comidas grandes y demasiado copiosas también es una forma de disminuir la recurrencia del sofoco.
- intentar no consumir bebidas demasiado frías ni demasiado calientes como el té o las infusiones ya que el contraste térmico con el organismo puede provocar un ascenso de la temperatura.
- utilizar paños fríos. La idea de bajar la temperatura corporal gracias al contacto de la piel con un paño frío es estupenda. De esta manera, se reducirá de manera drástica la sensación de calor.
- eliminar el tabaco. Recuerda que el tabaco también puede eliminar la intensidad de los sofocos porque la nicotina afecta directamente al sistema nervioso central y provoca cambios en la secreción de hormonas.
¿Qué más cambios se producen?
Para muchas mujeres cumplir 50 años es como subirse a una montaña rusa, pero sin cinturón (o eso es al menos lo que afirmaba Sill Shaw Ruddock, en su libro “The Second Half of your life”) en el que alude, además, a la menopausia como esa época de hormonas que lo han regulado todo y comienzan a batirse en retirada provocando todos esos síntomas que ya nombrábamos antes como son la ansiedad, la depresión, el insomnio, las palpitaciones e incluso las ganas de llorar.
Y sí, estos son los cambios de toda la vida. Sin embargo, con lo que será algo más complicado lidiar será con la situación en la que se encuentra actualmente la mujer de 50 años y a la que, por supuesto, no se enfrentaba antes. ¿Por qué? Pues bien, sencillamente porque antiguamente cuando la mujer atravesaba el umbral de los cincuenta los hijos ya estaban estudiando en la universidad e incluso algunos de ellos se habían independizado o casado. ¿Y ahora qué pasa?
Ahora las cosas son bastante diferentes a cómo eran antes porque, con el retraso de la maternidad, es bastante elevado el número de mujeres que está rondando los cincuenta que tiene ahora hijos adolescentes. Esto supone, por tanto, que tengan que estar lidiando con todos los cambios en sus cuerpos y en sus mentes y también con los de sus hijos adolescentes con sus hormonas revolucionadas. El sosiego, por tanto, que tenían las mujeres de antes, ahora ya no lo tienen.
Sin embargo, el problema no está solamente ahí porque tal y como afirma la autora, “aunque las emociones constituyen un buen punto de inflexión con la llegada de los cincuenta no es ese en absoluto el único cambio al que hay que prestar atención”. Con la llegada de la menopausia la piel va perdiendo paulatinamente su grosor y se vuelve más áspera y deshidratada sobre todo como consecuencia del adelgazamiento de sus capas cada vez más y más secas, y es cuando comienzan las mujeres a descubrir que la flacidez ha entrado en sus vidas, y hay una pequeña transformación de su fisonomía, sus contornos se han desdibujado y, además, su cabello cada vez está más seco y fino como consecuencia de la desaparición de estrógenos.
A esta edad, la sexualidad también se ve inmersa porque con la llegada de la menopausia la caída de estrógenos provoca una serie de efectos en el organismo de la mujer que puede terminar convirtiendo los momentos más íntimos y apasionados con la pareja en auténtica desgana e incluso dolor. Además, a medida que se envejece hay que tener también en cuenta que comienza a aparecer ya una gran gama de enfermedades que pueden afectar también al rendimiento y al interés sexual. Algunas de las más comunes suelen ser la artritis, la presión arterial y las enfermedades cardiacas.
Y nuestro gran enemigo, el aumento de peso. Con la llegada de la menopausia, los problemas relacionados con la alimentación y el peso son un foco de gran importancia y también de preocupación y malestar para las mujeres, y es que lo que sucede realmente es que la mujer encuentra en su peso un elemento negativo a la hora de aceptar su edad y también el paso del tiempo. ¿Por qué? Sencillamente porque antes de los cincuenta perder peso era bastante más sencillo de realizar solamente siguiendo una dieta equilibrada y haciendo algo de ejercicio.
Sin embargo, pasar la barrera de los cincuenta hace que esto sea más complicado. Las mujeres a esta edad y con la menopausia se sienten más hinchadas y les resulta bastante complicado perder el peso que quizás con muy poco hace unos años sí perdían. La dificultad de perder peso también provoca que se sientan más inseguras e irascibles. En estos casos lo mejor, sin duda, será acudir a un endocrino o nutricionista para orientar sus pasos y, sobre todo, para evitar que caigan en grandes desórdenes alimenticios.
Y no, tranquilas porque no todo es tan negativo. De hecho, con esta edad y también con la llegada de la menopausia hay muchos cambios y muy positivos porque las mujeres a esta edad tienen mayor capacidad intelectual. Recordad que, con el paso del tiempo, hay determinadas funciones cerebrales que se agudizan, sobre todo en aquellas mujeres que son y que se mantienen realmente activas. También es un buen momento para abandonar por completo los anticonceptivos si la menstruación ha llegado a su fin porque ya una no puede quedarse embarazada. Y como otras muchas mujeres aseguran, cuando llegas a los cincuenta ya sabes realmente quién eres y, aunque pueda parecer extraño al principio, para muchas de ellas traspasar la barrera de los cincuenta es la mejor época de la vida porque ya son conscientes de lo que quieren y no quieren tanto personal como profesionalmente.
¡Así que nada de pesimismos porque los cincuenta pueden ser maravillosos!
Remedios caseros para los sofocos de la menopausia, Instituto de la Menopausia: https://www.institutodelamenopausia.com/divulgacion/tratamientos/medicina-natural/remedios-caseros-para-los-sofocos-de-la-menopausia