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Ardor al orinar: causas y tratamientos

Ardor al orinar: causas y tratamientos

La sensación de ardor o dolor al orinar puede deberse a varios factores que no siempre tienen que estar relacionados con una infección. Las molestias pueden tener su origen en diversos malestares y hay que tener en cuenta la manera en la que se manifiesta dicha sensación. Este dolor suele producirse más comúnmente en las mujeres de cualquier edad, aunque los varones no están exentos de sufrirlo.

 

 

 

Índice

Causas del ardor al orinar

Este trastorno suele sentirse, por lo general, en el orificio uretral y, con menor frecuencia, sobre la vejiga. Suele producirse por la inflamación de ambas zonas del cuerpo ya sea por una infección o por trastornos no infecciosos. Lo más habitual es que esta sensación esté causada por una infección de la uretra llamada uretritis o por una infección de la vejiga, lo que conocemos como cistitis.

Sentir ardor al orinar a causa de una infección es más común en las mujeres debido a la constitución del sistema urinario, con una uretra más corta y cercana al ano que en los hombres. Actividades simples como nadar a menudo en piscinas, no cuidar la higiene íntima y sexual o utilizar diafragmas anticonceptivos pueden tener como consecuencia padecer este tipo de afección.

Si se ha padecido alguna infección en la vejiga y esta no ha sido curada correctamente muchas veces puede extenderse a los riñones y complicar la situación. También puede ocurrir que estos órganos no realicen bien su función de filtrado de la sangre y producción de orina para limpiar el cuerpo de toxinas conllevando a sufrir una infección y, por ende, su incómoda sensación de ardor al orinar.

Otra de las posibles causas de esta dolencia son los cálculos en la vejiga. No es tan frecuente padecerlos como una infección, pero son una causa directa del dolor al miccionar. Esto ocurre cuando el orín que está en la vejiga se concentra tanto que termina formando cristales, cuantos más haya, más probabilidad de que se presenten cálculos.

Además, existen problemas ginecológicos que también son causantes de este ardor. La vaginitis es una afección frecuente que se da, generalmente, en mujeres en edad reproductiva. Consiste en la inflamación de la pared mucosa de la vagina a causa de un desequilibrio en las bacterias o levaduras que se encuentran en esta. Los síntomas de esta afección son varios, desde el cambio de color en el flujo vaginal que aparecería más oscuro, hasta sentir quemazón al orinar.

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) también son causantes directas de esta molestia y la clamidia es una de las más comunes. Las molestias al orinar, en la cadera, la parte baja de la espalda y las ingles son los síntomas corrientes de esta enfermedad. Otra de las enfermedades de transmisión sexual que puede ser el origen del dolor al miccionar es el herpes genital. Este puede confundirse en ocasiones con una simple infección, pero, tarde o temprano, comenzarán a aparecer otros síntomas más desagradables como la aparición de ampollas.

La mayoría de las veces se piensa que sentir ardor al orinar está exclusivamente relacionado con alguna infección, pero hay que tener en cuenta que esto puede no ser así. Además, uno de los errores más comunes es el no pensar en aquellos hábitos o descuidos que hayan podido ocasionarlo para corregirlos. De igual modo, en muchas ocasiones se obvia ir a una consulta médica para obtener una evaluación física completa que asegure la causa de esta dolencia y, a su vez, obtener el mejor tratamiento.

Por lo general, las infecciones son la causa más común de este malestar por lo que el uso de antibióticos suele ser la respuesta médica. El tipo de medicamento y la duración del tratamiento van a depender del estado de salud del paciente y de la gravedad de la infección, además del tipo de bacteria.

Las infecciones simples no suelen llevar más de una semana de tratamiento, por lo general, 1-3 días es lo que recomiendan los profesionales de medicina cuando se trata de una infección urinaria sin complicaciones en una persona sana. Los síntomas suelen desaparecer a los pocos días y siempre es importante completar el tratamiento. También se pueden recetar fármacos para mitigar la sensación de dolor; los analgésicos insensibilizan la zona de la vejiga y la uretra, aunque este suele desaparecer por sí solo al poco tiempo de comenzar con los antibióticos.

Posibles tratamientos que un médico puede prescribir

En el caso de sufrir infecciones urinarias de manera frecuente los médicos podrán recomendar una serie de tratamientos en función de diferentes pautas.

- En el caso de encontrarse en la etapa de la posmenopausia, una terapia con estrógeno vaginal.

- En otros casos, recetar antibióticos en dosis bajas durante periodos de tiempo más largos, 6 meses o más.

- Si las infecciones suelen estar relacionadas con enfermedades de transmisión sexual, tomar una única dosis de antibiótico tras mantener relaciones íntimas.

- Mantener contacto frecuente con el médico para que controle y dirija un autodiagnóstico y tratamiento por parte del paciente.

En el caso de infecciones graves es probable que el afectado deba ser tratado con medicamentos de manera intravenosa teniendo que ser hospitalizado y mantenido en observación.

Asimismo, existen algunas recomendaciones básicas relacionadas con los hábitos de vida que pueden ayudar a mitigar y acelerar la recuperación. Beber mucha agua para acelerar la expulsión de bacterias y diluir la orina, colocarse una compresa tibia en la zona del abdomen para reducir las molestias en la vejiga y evitar la ingesta de bebidas que puedan agravar la necesidad imperiosa de orinar e irritar la vejiga como el café o los refrescos.

La prevención es un aspecto clave para evitar estas dolencias. Los hábitos de vida suelen ser decisivos a la hora de padecer estos síntomas, por ello, cuidar la higiene, orinar con frecuencia, evitar productos femeninos en la zona íntima o limpiarse de delante hacia atrás son simples acciones que pueden ayudar a evitar futuros problemas.

Fuente:

Cody P. Dysuria. In: Kliegman RM, Toth H, Bordini BJ, Basel D, eds. Nelson Pediatric Symptom-Based Diagnosis. 2nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2023:chap 21.

Redacción: Andrea Rivero

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