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13 sustancias químicas que alteran las hormonas (y cómo evitarlas)

13 sustancias químicas que alteran las hormonas (y cómo evitarlas)

El Environmental Working Group (EWG) ha hecho público recientemente una lista de 13 sustancias químicas que se encuentran en muchos productos que consumimos o usamos a diario y que son muy perjudiciales para nuestra salud ya que actúan como disruptores endocrinos, es decir, alteran nuestras hormonas, causando diversos problemas en todos los sistemas principales del cuerpo, lo que lleva a enfermedades tales como presión arterial alta, cáncer, daño cerebral e infertilidad. Te contamos cuáles son y cómo evitarlas.

Índice

Los disruptores endocrinos

Se llama así a las sustancias que alteran nuestro sistema endocrino, es decir, el que regula todas las hormonas que fabrica nuestro cuerpo para diversas funciones, todas fundamentales.

Estas alteraciones puede causarnos problemas graves de salud como enfermedades cardiovasculares, problemas de desarrollo y crecimiento, pubertad precoz, daño cerebral o infertilidad.

El EWG es una ONG estadounidense que defiende los intereses de los consumidores con la investigación y publicación de estudios sobre el nivel de sustancias tóxicas de todo tipo de productos que forman parte de nuestro día a día.

13 sustancias químicas que son disruptores endocrinos

Recientemente han publicado una lista de sustancias químicas que alteran nuestras hormonas:

1. BPA. El bisfenol-A encabeza la lista de disruptores endocrinos. Esta sustancia está vinculada con el cáncer de mama, los problemas reproductivos, la obesidad, el asma, la caries dental, la pubertad temprana y la enfermedad cardíaca. Este químico, que se encuentra comúnmente en los plásticos, imita la hormona estrógeno, causando estragos en todos los sistemas del cuerpo. Lo que es peor, los estudios muestran que más del 90% de los estadounidenses tiene BPA en sus cuerpos.

¿Cómo evitarlo? En Europa está prohibido el uso de bisfenol en productos para lactantes y, en algunos países, en todo tipo de productos. Pero todavía puede encontrarse en muchos productos de uso diario. Evita los plásticos, sobre todo al envasar los alimentos, elige alimentos frescos en lugar de envasados y usa una botella de vidrio o acero inoxidable para el agua. Si compras plásticos, asegúrate de que no están fabricados con bisfenol.

2. Dioxina. La dioxina es un subproducto de muchos procesos industriales que involucran la combustión y también puede ser creada por causas naturales como erupciones volcánicas o incendios forestales. Las dioxinas se acumulan en los tejidos grasos de los animales y ascienden en la cadena alimenticia. Los humanos están expuestos principalmente a través de la carne, los productos lácteos, el pescado y los mariscos. En el cuerpo, pueden alterar las señales de las hormonas sexuales tanto masculinas como femeninas, lo que lleva a problemas tales como infertilidad, trastornos del sistema nervioso, lesiones cutáneas y cáncer.

¿Cómo evitarlo? La dioxina es difícil de evitar debido a su prevalencia en el medio ambiente, pero la mejor manera de limitar la exposición es reducir el consumo de carne, productos lácteos y pescado.

3. Atrazina. La atrazina es un herbicida agrícola de uso común. Hace un gran trabajo matando malas hierbas, pero también causa estragos en el resto del medio ambiente. Se rocía en cultivos de maíz y fácilmente se abre camino en las fuentes de agua tanto para humanos como para animales. Los estudios han encontrado que incluso los niveles bajos de atrazina pueden convertir las ranas macho en hembras. La atrazina se ha relacionado con defectos de nacimiento, tumores de mama, retraso en la pubertad y trastornos de la próstata.

¿Cómo evitarlo? Compra un filtro de agua para eliminar la atrazina del agua potable y elige productos orgánicos para mantener la atrazina fuera de tu casa.

4. Ftalatos. Se encuentran en todo, desde el esmalte de uñas hasta chupetes y persianas, los ftalatos son otro químico que encontramos por todas partes, aunque algunos tipos están empezando a ser prohibidos en Europa. Son aditivos químicos que permiten que los plásticos sean flexibles, pero son muy perjudiciales para la salud humana. Hasta la fecha, los ftalatos se han relacionado con la presión arterial alta, el TDAH, la infertilidad, la obesidad, los defectos congénitos, la disfunción tiroidea y la diabetes.

¿Cómo evitarlos? Evita los plásticos que contengan PVC ya que es probable que contengan ftalatos. En los productos de cosmética, evita aquellos que contengan la palabra "fragancia", ya que esto puede significar que el producto contiene ftalatos ocultos.

5. Perclorato. ¿Cómo terminó un ingrediente encontrado en el combustible para cohetes y fuegos artificiales en nuestro suministro de agua? La EPA decidió en 2011 regular el perclorato de acuerdo con la Ley de Agua Potable Segura, pero antes de eso, no estaba regulado, razón por la cual ahora se encuentra en el agua potable en 35 estados de EE UU, así como en algunos vegetales y productos lácteos. También se ha encontrado en el agua de países europeos. El perclorato puede causar daño a la tiroides y retrasos en el desarrollo de los bebés.

¿Cómo evitarlo? Usa un filtro de ósmosis inversa en tu suministro de agua potable para filtrar estos químicos.

6. Retardantes del fuego. Los retardantes de fuego utilizados en productos domésticos, particularmente los conocidos como polibromodifenil éteres o PBDE, son increíblemente persistentes en el medio ambiente, lo que significa que aunque algunas de las versiones más tóxicas han sido prohibidas o eliminadas, continuarán contaminando nuestra agua y alimentos durante los próximos años. Los PBDE alteran la función tiroidea normal en el cuerpo, lo que provoca problemas tales como niveles más bajos de coeficiente intelectual y TDAH.

¿Cómo evitarlos? Es virtualmente imposible evitar los retardadores de fuego, pero puedes minimizar el nivel en tu casa limpiando el polvo con frecuencia y usando una aspiradora con filtro HEPA para recoger rápidamente la suciedad y el polvo.

7. Plomo. El plomo se ha eliminado gradualmente de la gasolina y la pintura en los últimos años, pero algunas casas antiguas todavía tienen pintura con plomo en las paredes, lo que facilita la exposición de niños pequeños cuando tienen polvo cargado de plomo o suciedad en sus manos y luego se llevan los dedos a la boca. El envenenamiento por plomo se ha relacionado con algunos problemas de salud importantes, como daños cerebrales, cociente intelectual más bajo, pérdida de la audición, abortos espontáneos, presión arterial alta y daños en los riñones y el sistema nervioso.


¿Cómo evitarlo? Si tienes pintura con plomo en tu casa, aspira regularmente para evitar que se acumulen partículas de plomo. Y usa un filtro de agua para eliminar el plomo de tu agua potable.

8. Arsénico. La sola mención de la palabra arsénico evoca imágenes de misterios de asesinatos antiguos y comida envenenada ¿no? Los niveles de arsénico en los alimentos se vuelven confusos debido a que algunos alimentos contienen arsénico orgánico, que se fabrica naturalmente, mientras que otros contienen arsénico inorgánico, que es un compuesto sintético que se usa en los pesticidas. Es la forma inorgánica la que es un carcinógeno conocido que se ha relacionado con cánceres de vejiga, pulmón y piel; diabetes; y enfermedad cardiovascular.

¿Cómo evitarlo? Usa un buen filtro de agua para reducir la cantidad de arsénico en tu agua y lava bien los alimentos antes de consumirlos.

9. Mercurio. Muchos peces y mariscos están contaminados por metales pesados, como el mercurio. De hecho, un estudio reciente encontró que el 84 por ciento de los peces del mundo están contaminados con mercurio. La mayor parte de la contaminación por mercurio es emitida por las centrales eléctricas de carbón, pero también se produce como un subproducto de la extracción de oro, la producción de cemento, la producción de hierro y acero y la eliminación de residuos. El envenenamiento por mercurio puede ocasionar problemas de salud tales como desarrollo fetal alterado, insuficiencia renal, pérdida de cabello y debilidad muscular extrema.

¿Cómo evitarlo? No consumas pescados azules grandes, como al atún, el pez espada o el tiburón, ya que tienen un alto contenido en mercurio. Los pescados azules pequeños (como sardinas, anchoas) apenas si tienen concentración de este metal, por lo que son seguros y se pueden consumir.

10. Productos químicos perfluorados. También conocidos como PFC, los productos químicos perfluorados son los químicos utilizados para fabricar utensilios de cocina antiadherentes y muchos otros productos repelentes de manchas y agua. Se encuentran en todo, desde ollas y sartenes hasta muebles y pesticidas. Se han relacionado con retrasos neurológicos, bajo conteo de espermatozoides, retraso en la pubertad, menopausia más temprana e infertilidad.

¿Cómo evitarlos? No uses sartenes antiadherentes y productos que utilizan pinturas y/o recubrimientos resistentes al agua.

11. Plaguicidas organofosforados. Los pesticidas organofosforados están químicamente diseñados para atacar el sistema nervioso de los insectos. Esto es lo que los hace excelentes insecticidas. También es lo que los hace tan peligrosos para los humanos. No es sorprendente que los plaguicidas organofosforados se hayan relacionado con trastornos neurológicos y otras disfunciones en el cuerpo humano como el TDAH, un cociente intelectual disminuido y retrasos en el desarrollo reproductivo.

¿Cómo evitarlos? Compra productos orgánicos siempre que sea posible para evitar alimentos tratados con pesticidas.

12. Éteres de glicol. Los éteres de etilenglicol son disolventes comunes que se encuentran en pinturas, productos de limpieza, líquido de frenos e incluso algunos cosméticos. La exposición se ha relacionado con problemas de desarrollo fetal, infertilidad masculina, asma y alergias.

¿Cómo evitarlos? Aléjate de cualquier producto con nombres como 2-butoxietanol (EGBE) y metoxidiglicol (DEGME) en la lista de ingredientes.

13. Estireno. Es otro químico que descompone las hormonas utilizado para fabricar plástico, caucho y resinas. También se usa como agente aromatizante e indirectamente se convierte en un aditivo alimentario de materiales de embalaje y adhesivos. La exposición directa puede afectar el sistema nervioso central y los síntomas incluyen dolor de cabeza, fatiga, mareos, confusión, somnolencia, malestar general, dificultad para concentrarse y sensación de intoxicación.

¿Cómo evitarlo? Trata de evitar la comida empacada en plástico y adhesivos. Además, evita los productos de plástico con el número de reciclaje seis.

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