• Buscar
×

Cómo ser un buen orador

Cómo ser un buen orador

En algunos trabajos y cargos es necesario hablar en público sin miedos ni nervios. Ser un buen orador puede ser clave para tu éxito profesional, así que echa un vistazo a estos consejos para ser un buen orador.

Índice

La importancia de saber hablar en público

Ser un buen orador y saber exponer un trabajo, presentación, proyecto o dar una conferencia es clave en muchos trabajos y puede suponer el punto de inflexión para tu carrera y tu éxito profesional. La comunicación es una cualidad básica en cualquier trabajo.

Cuando expones algo en público oralmente, debes ser capaz de transmitir la información de forma amena y entretenida. Tienes que conseguir conectar con tu público y que se muestren interesados. Incluso debes ser capaz de convencerlos en aquellos casos en los que ese sea tu objetivo. Pero, para todo ello, hay que evitar los nervios, el estrés, el miedo… malos aliados de un buen discurso.

Consejos para convertirse en un buen orador

1. Practica: cuanto más hables frente a los demás, más cómodo y confiado te sentirás. Considera unirte a un club de oratoria o hacer presentaciones frente a tus amigos o colegas para adquirir experiencia.

2. Conoce a tu audiencia: antes de dar un discurso, es importante comprender quién es tu audiencia y qué les interesa. Esto te ayudará a adaptar tu mensaje y mantener su atención. No es lo mismo hablar a una clase de universitarios que a un grupo de empresarios.

3. Organiza tus pensamientos: haz un esquema de tu discurso de antemano para ayudarte a mantener el rumbo y asegurarte de que tus ideas estén bien organizadas. Pero no leas el guion, debes exponer sin leer.

4. Usa ayudas visuales: las ayudas visuales, como diapositivas o accesorios, pueden ayudar a ilustrar sus puntos y mantener a su audiencia interesada.

5. Involucra a tu audiencia: intenta hacer contacto visual con los miembros de tu audiencia y haz preguntas para involucrarlos en tu discurso. Cuenta anécdotas y datos interesantes.

6. Varía tu presentación: usa diferentes tonos, inflexiones y gestos para agregar interés y mantener la atención de tu audiencia. Si ves que pierden interés, puedes elevar un poco la voz. Acompáñate de lenguaje corporal.

7. Ensaya: practica tu discurso de antemano para familiarizarte con el material y suavizar cualquier aspereza.

8. Preséntate: antes de empezar, siempre hay que presentarse y contar el tema del que vas a hablar.

9. Sé memorable: debes intentar que aquello que digas sea recordado por tu audiencia días y meses más tarde, por lo que no debes conformarte con ser uno más, debes usar aquellas técnicas que te ayuden a ser memorable.

10. Estructura: siempre debes seguir una estructura con un principio o presentación; un medio en el que expongas tus ideas; y una final con el resumen y los puntos clave a recordar. No te piérdase en divagaciones.

11. Usa el lenguaje no verbal: los gestos, vestimenta, movimientos, posición de las manos, etc. son tan importantes como lo que se dice. Cuídalos y procura no ser muy histriónico ni extravagante, a no ser que sea eso justo lo que buscas para conseguir tu objetivo. Lo habitual es usar una vestimenta neutra y no gesticular en exceso ni mantener las manos en los bolsillos ya que eso inspira poca confianza.

12. Realiza contacto visual con tu público para que sientan que los tienes en cuenta.

13. No seas condescendiente ni te muestres superior a tu audiencia. No debes hablarlos como si fueran niños pequeños o menos inteligentes que tú, ni siquiera si te hacen preguntas obvias. Muéstralos respeto.

14. Sé honesto, veraz, racional… Muéstrate tal como eres y siempre interesante.

15. Lo más importante es que no seas aburrido ni demasiado polémico.

16. Si estás nervioso y tartamudeas, para un momento, respira hondo, tranquilízate y sigue.

17. Da paso al turno de preguntas para que puedan preguntar o aclarar dudas. Al acabar, no te olvides de dar las gracias.

Consulta gratuita con un médico especialista

AgeSwitch

También te puede interesar