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Técnicas para hablar en público (y no pasarlo mal)

Técnicas para hablar en público (y no pasarlo mal)

El miedo que tienen las personas a hablar en público es una fobia muy pero que muy común. Así es, fobia. La ansiedad para hablar o glosofobia es el temor o pánico por hablar en público y es considerada una patología similar a la fobia social.

Índice

Síntomas de la glosofobia

Hablamos de similitud porque la diferencia radica en que la fobia social tiende a presentarse al tener contacto con otras personas, pero la glosofobia solamente corresponde al temor de hablar en público, y es eso en lo que nos centramos hoy. Es cierto que, en los casos más leves, simplemente podemos sentirnos preocupadas por la idea de hablar en público. Sin embargo, en otros casos (algo más graves), se pueden dar síntomas físicos como parte de una respuesta del cuerpo al estrés.

Algunos de los signos y síntomas físicos más comunes son la sudoración, las náuseas, el ritmo cardíaco elevado, etc. ¿Por qué aparece esta respuesta? Por la reacción de lucha o huida. Sus causas pueden ir desde la aparición de uno o varios incidentes traumáticos hasta un conjunto de creencias formadas tempranamente en la vida, que tienen que ver, sin duda, con la competencia y el rechazo.

En realidad, existe una gran variedad de razones que pueden causar la glosofobia y que en ocasiones conllevan la involucración de varios factores. Quizás la causa más común sea un determinado trauma durante nuestra infancia o alguna situación traumática en la edad adulta.

Cuando padecemos glosofobia uno de los primeros síntomas que puede producirse es la ansiedad. De hecho, diversos estudios han estimado que el 75% de las personas experimentan ansiedad, nerviosismo o ambas cuando hablan ante el público. Como sabemos, la ansiedad es el estado mental que nos genera inquietud e inseguridad.

En lo que respecta a esta fobia, además de la ansiedad pueden darse otros síntomas que nos sirven para identificar claramente si la padecemos o no. Algunos de ellos son los siguientes:

- Sensación de pánico

- Náuseas

- Sudoración

- Ritmo cardíaco elevado

- Voz tensa o temblorosa

- Boca seca

- Sensación de ahogo

Todos ellos son, como decíamos, algunos de los síntomas que sufrimos al hablar en público, pero por suerte existen algunas técnicas que pueden resultarnos muy efectivas para comunicarnos adecuadamente y, sobre todo, ¡sin pasarlo mal!

Técnicas efectivas para hablar en público

1. Organización. Algo fundamental y el punto clave para no pasarlo mal cuando tenemos que hablar en público es organizar aproximadamente una semana antes la presentación que vamos a realizar. Primeramente, debemos tener en cuenta que hay que seleccionar con cuidado la información. Recuerda que cuanto mayor sea la organización, menores son las posibilidades de ponerse nerviosa. Una buena idea es realizar un esquema con la información que queremos exponer. Esto ayuda enormemente a respetar el orden durante la exposición y a tener seguridad en nosotras mismas.

2. Práctica. Una vez tengamos clara la organización es muy importante preparar el discurso en un ambiente agradable y que nos resulte familiar. Esto nos permitirá conocer cuánto dominamos el tema que vamos a tratar con nuestro público y disminuirá nuestros nervios aumentando en nosotras mismas el nivel de confianza. Cuando practiquemos lo que tenemos que decir en voz alta localizaremos entonces el tono de voz adecuado.

3. Respiración. Una manía que tenemos la mayoría de nosotras es repasar lo que vamos a decir minutos e incluso segundos antes de tener que hablar. Y probablemente sea la manía que más nos perjudique. ¿Por qué? Esto puede generar un desorden de las ideas que teníamos en un principio en nuestra mente. Por tanto, la única manía que deberíamos tener es la de pasear tranquilamente y respirar de manera profunda, eliminando así toda la tensión acumulada (seguramente de no haber dormido la noche anterior por los nervios).

4. Pensamiento. Otro error bastante grave que solemos cometer es el de pensar más en el público que en la propia presentación. Con frecuencia observamos las caras de las personas que nos están escuchando con el fin de averiguar si nuestra ponencia está resultando exitosa o no. Sin embargo, debemos ser conscientes de que, aunque ellos nos escuchen, en la mayoría de los casos somos nosotras quienes más conocimiento tenemos sobre el tema que estamos exponiendo por lo que no hay de qué preocuparse.

5. Tranquilidad al hablar. ¡Llegó el momento de hablar! Cuando ya estamos ante la “temida” situación (después de estos consejos ya no será tan temida) debemos hablar de manera tranquila, expresarnos sin hacer gestos exagerados con los brazos o las manos y, sobre todo, dejándonos pausas para guardar silencio. Debemos mostrarnos siempre naturales para intentar conectar con el público que tenemos a nuestro alrededor.

6. Sinceridad y transparencia. Es fundamental mostrarse al público tal y como somos, y tratar de asumir una posición adecuada a las normas dependiendo del lugar y de la ocasión donde debemos realizar dicha presentación. Ser sinceras y mostrar transparencia nos ayudará a que los demás puedan depositar confianza en nosotras mismas.

Además, también resultan bastante recomendables los cursos de formación en expresión oral que pueden ayudar a reducir el miedo a hablar en público y los tratamientos de psicoterapia, que ayudan a elevar la autoconfianza. La psicoterapia es un tratamiento científico, de naturaleza psicológica que, a partir de manifestaciones psíquicas o físicas del malestar humano, promueve el logro de cambios o modificaciones en el comportamiento, la salud psíquica y física, la integración de la identidad psicológica y el bienestar de las personas o grupos. Cuando el tratamiento para hablar en público es temporal, muchas personas lo que hacen es recurrir a algún tipo de medicamento.

No obstante, si optamos por esta última opción, y a pesar de que la automedicación “responsable” en cierta medida y durante un tiempo determinado puede ser adecuada para tratar algunos síntomas severos, debemos saber que también conlleva algunos riesgos por lo que tenemos que consultarlo previamente con nuestro médico. Aunque ser capaz de expresarse, comunicarse y hablar adecuadamente sea algo indispensable, lo es más nuestra salud.

Una vez tengamos esto claro, lo único que tenemos que hacer es sacar siempre lo mejor de nosotras mismas, demostrar que realmente estamos seguras de lo que estamos contando y disfrutar de la experiencia de comunicar a los demás algo de lo que nosotras estamos muy bien informadas. ¡Suerte!

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