• Buscar
×

¿Cómo mejorar hablar en público?

¿Cómo mejorar hablar en público?

Hablar en público es algo habitual que parece que todo el mundo puede hacer. Sin embargo, para hacerlo con efectividad, no es suficiente con controlar el miedo y ser un gran experto en el tema sobre el que se va hablar.

Índice

La importancia de hablar en público

Por este motivo, se deben conocer y manejar distintas técnicas para que cuando llegue la hora de estar frente a ese reducido o amplio grupo de personas, todo salga como habíamos planeado y el mensaje logre causar los efectos deseados en la audiencia.

La oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia, o con la finalidad de persuadir. A lo largo de los siglos, el poder de esta se ha utilizado como una de las formas más importantes para influir en otras personas. Sin embargo, hablar en público todavía asusta a mucha gente, pues son pocas las personas que, se sienten acorraladas cuando, en algún momento, se les plantea exponer frente a otras o realizar una entrevista cara a cara.

El miedo a hablar en público es una fobia bastante común que es conocida como glosofobia, y puede ir desde un pequeño nerviosismo hasta una experiencia paralizante de pánico. Algunos de los síntomas son la ansiedad intensa o las náuseas, y sus causas pueden ir desde la aparición de uno o múltiples incidentes traumáticos hasta una serie de creencias formadas tempranamente en la vida, que tienen que ver, por ejemplo, con la competencia y el rechazo, es decir, cuando nos sentimos incapaces (falta de autoestima) o tenemos miedo a que nos rechacen.

No obstante, también existen muchas personas sin temores que lo que necesitan es una mejoría a la hora de hablar en público, pues su poder de oratoria, por una razón u otra, no es el ideal y necesitan mejorarlo. Muchos de nosotros tenemos nuestras primeras experiencias de hablar en público en ambientes escolares o universitarios, es decir, empezamos a hablar en público por primera vez cuando tenemos que exponer frente a compañeros de estudio para que nos califiquen. Y es ahí, justo en ese momento, cuando asumimos que las experiencias que vendrán después se valorarán como si fueran una evaluación académica.

Consejos para hablar en público

Hoy, saber comunicarse es una de las habilidades que las empresas más buscan en los diferentes profesionales, pues cualquier petición cara a cara será mucho más efectiva siempre. Por ello, es importante saber que existen algunos ejercicios que pueden ayudarnos a mejorar hablar en público, como la respiración, la vocalización o la improvisación. Ejercitar la respiración para fortalecer nuestro diafragma y lograr, de esta manera, un mejor volumen en nuestra voz hará que no nos falte el aire mientras hablamos durante horas. Lo más recomendable para mejorar la comunicación es contar hasta tres mientras respiramos, tres mientras retenemos el aire y tres mientras lo expulsamos.

Además, antes de comenzar con la presentación o exposición es fundamental también la vocalización. Practicar esta nos ayudará a darle un timbre más agradable a nuestra voz, además de ofrecernos la capacidad de subir y bajar de tono fácilmente mientras hablamos. Lo primero que debemos hacer es tratar de relajar todo nuestro cuerpo, pero en especial, la garganta, tomar aire, y pronunciar en un tono constante las vocales: u, o, a, e, i (siguiendo este mismo orden). Siempre de tonos más bajos a tonos más agudos.

Otro de los aspectos básicos a la hora de mejorar hablar en público es la visualización. Esta práctica consiste en visualizarnos hablando con confianza, si lo conseguimos, lo lograremos más fácilmente. Una buena manera de hacerlo es dedicarnos un poco de tiempo, tomarnos unos minutos, recostarnos en un lugar cómodo, cerrar los ojos e imaginarnos a nosotros mismos haciendo una presentación. Sentir como el público nos mira con agrado, hará que sintamos la emoción y satisfacción de hacerlo bien.

Además, es importante que te expreses con sencillez y naturalidad para ser un buen orador. No intentes hablar de una manera ajena a ti o con términos y palabras que no comprendes bien o no usas habitualmente, ya que te costará más expresarte y hacer que el público te entienda. Si no te parece graciosa una anécdota, no esperes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes transmitir no te despierta un verdadero interés o no tienes un buen conocimiento sobre ella, tampoco lo despertará en los demás.

Organiza bien tu disertación, ordenando bien lo que vas a contar, en qué orden y cómo lo vas a explicar. No dejes nada al azar si no eres capaz de improvisar. Hay gente a la que se le da bien improvisar, mientras que otros necesitan llevarlo todo bien atado. Si eres de estos últimos, no lo dudes y prepáratelo bien. Y es muy importante tener un final poderoso y contundente, pues en la mayoría de los casos es lo que la gente mejor recuerda.

Evita los discursos demasiado largos y aburridos. Es mejor ser breve, conciso e ir a lo importante que dar muchas vueltas para llegar al mismo sitio. Si te haces aburrido, dejarán de escucharte.

Aduéñate de la situación. En los primeros momentos de un discurso se establece el vínculo entre el público y el expositor, por lo que es importante que en ese primer momento te muestres segura, sonriente y relajada.

No empieces hasta que hayas captado la atención de todos los presentes. Espera hasta que notes que todos están pendientes de ti y de sus palabras y cuida también la primera frase. Cuando el público esté atento, establece contacto visual. Escoge tres caras amigables: una a la derecha, una a la izquierda, y una al centro. Dirígete a cada una cada cierto tiempo para abarcar todo el público.

Intenta no leer el discurso y la información, sino llevarlo aprendido y decirlo directamente y con el corazón. Así llegarás mejor al público. Si te da miedo que se te olvide algo, llévate alguna nota o un esquema con los puntos fundamentales.

Finalmente, debemos saber que una de las mejores maneras de desarrollar la agilidad mental que necesitamos para hablar en público con la suficiente elocuencia, es decir, con fluidez y propiedad, es la improvisación. Diseñar un pequeño esquema con tres o cuatro ideas clave y empezar a improvisar un pequeño discurso frente, por ejemplo, al espejo o a un grupo de personas de confianza con la ayuda de ese esquema que hemos hecho anteriormente, puede favorecer la improvisación.

Seguro que con todos estos consejos lograremos mejorar hablar en público, aunque hay que recordar que lo más importante es intentar sacar siempre lo mejor de nosotros mismos, demostrar que estamos seguros de lo que estamos contando y disfrutar de la experiencia con los demás.

¡Suerte!

Consulta gratuita con un médico especialista

AgeSwitch

También te puede interesar