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Técnicas para ser positivo

Técnicas para ser positivo

Hay personas que son luz, y contagian de esa luz a los demás. Uno nunca es positivo y ya está, o depresivo y nada más. Somos una mezcla de emociones negativas y positivas que son imposibles de negar o de evitar. Todos podemos tener etapas en las que se nos hace imposible mantenernos alegres o ilusionados con nuestros proyectos. Y otras en las que sólo deseamos bailar y compartir con la gente lo afortunados que somos. Son procesos naturales y necesarios. Pero no podemos caer en el error de que nuestra actitud dependa completamente de nuestra circunstancia, tener una buena autoestima cuando las cosas van bien es relativamente fácil, pero la cosa siempre cambia cuando los tiempos son más difíciles. Aunque resulte difícil de creer, uno puede amarse y ser positivo bajo cualquier situación, en cualquier momento. ¿Quieres saber cómo tener más positivismo?

Índice

¿Eres positivo?

Para saber si eres positivo o no, debes tener en cuenta estas características que suelen presentar las personas positivas:

- Creen en sí mismas.

- Ven oportunidades en todo, hasta en lo malo.

- Buscan lo positivo de los demás.

- Se centran en las soluciones y no en los problemas.

- Son generosas.

- Asumen las responsabilidades de la vida.

- Saben hacer autocrítica.

- Son tenaces y persiguen sus objetivos.

- Son proactivas.

- Tienen una buena autoestima.

Si no es tu caso y no cumples la mayoría de estas características, lo mejor que puedes hacer es echar un vistazo a los consejos y técnicas que te presentamos para tener más optimismo. 

Técnicas para ser más positivo

Gracias, gracias, gracias

Expresa gratitud. Una de las formas más fáciles de incrementar tu positivismo es expresando gratitud. Percibe como un regalo todo lo que te rodea. Sé agradecido por lo que tienes actualmente en lugar de pensar en lo que te falta. Trata de saciarte con el amor que tienes, que das, que recibes. Donde el amor reside, el miedo y todas las negaciones negativas desaparecen. Y ponlo en práctica: agradece en voz alta las personas, cosas y sentimientos liberadores que tienes en tu entorno. Gracias por el sol de hoy, gracias por la comida de hoy, gracias por todo lo que sé y todo lo que quiero descubrir… Y da las gracias a esas personas que te quieren libre, sin peros. Dales a todos ellos las gracias por estar compartiendo esto contigo.

Menos siempre es más

Céntrate en lo que tienes, no en lo que no tienes. Y no hablamos de ambición, que en pequeñas dosis está muy bien. Hablamos de estar satisfechos con lo que tenemos, de mirar a nuestro alrededor con la certeza de que somos ricos. De mirar al mundo como si fuera un milagro.

Y esto también implica aprender a disfrutar de las cosas simples. Tomar un café con un amigo, disfrutar de la brisa de la primavera, encontrar un ratito para leer un buen libro… O cualquier cosa de la que disfrutes, que te haga conectar contigo mismo.

La mirada lo es TODO

Tómate un tiempo para apreciar la vida. Al final de cada día, repasa todo lo bueno que te ha pasado ese día. La mirada es absolutamente vital para todo… Si crees que hay gente más buena que mala, tu mundo empezará a acercarte a ellas casi de forma instintiva. Si ves los problemas como oportunidades, empezarás a ser innovador y a construir una vida llena de éxito.

¿Hablas contigo mismo?

Toma consciencia de tu diálogo interno. Sustituye los pensamientos negativos por positivos. Habla contigo mismo a menudo, te sorprenderá todo lo que tienes en la cabeza y no sabías. Convéncete a ti mismo de que todo saldrá bien, como harías para consolar a una persona que quieres.

Recibe al presente

Vive en el aquí y el ahora. No te preocupes demasiado por el pasado ni por el futuro, porque el pasado es un recuerdo –y, por tanto, está modificado por tu ‘yo’ actual– y el futuro es un supuesto ilusorio. Lo único que tienes, lo único que de verdad existe es este momento. Recíbelo con una mente despierta, atenta e ilusionada.

Todo lo tóxico, fuera

Muchas personas no saben o no pueden establecer relaciones sanas con la gente. No significa que no quieran, sino que no lo hacen de forma sana. Quieren a la gente para suplir sus propias carencias y te utilizarán para que te conviertas en una extensión de su propia persona. Sepárate de las personas negativas, pesimistas, que ven siempre el defecto… Son malas para la salud y para tu autoestima.

Busca a personas con luz propia

Rodéate de personas positivas, que sepan quererte siendo completamente libre. Busca un amor sincero, que no se base en lo que le das o no le das, que sea honesto. Al final, las personas con las que compartes la vida son las que te ayudan a comparar las diferentes versiones y visiones del mundo que os rodea. Procura acercarte a miradas honestas y positivas. Verás cómo pronto la tuya también cambia.

Fuera la culpa

Olvida el victimismo. Cámbialo por la responsabilidad. La culpa hace que muchas veces nos exijamos cosas a nosotros mismos por encima de nuestras posibilidades. Acéptate como ser humano, con sus errores y sus aciertos. Tómate menos en serio, aprende a dominar el orgullo.

No critiques. No juzgues

Lo que Juan dice de Pedro dice más de Juan que de Pedro. Pues eso… Que buscar el error constantemente en los demás te hará una persona amargada y denotará una falta de seguridad enorme. Por la misma forma que no es bueno que te exijas tanto, tampoco puedes exigirle nada a nadie ajeno a ti.

Y si eres tú el criticado, acepta el comentario con humor. Observa a las personas desde la compasión. Busca el lado bueno de cada persona.

Exprésate

Demuestra a los demás el amor que sientes por ellos. Dales un abrazo, una sonrisa, pasa tiempo con ellos. Que no se les olvide que los quieres.


Lo importante es el camino

Mucho mejor que acertar es equivocarse en la dirección correcta. Porque te abre muchas más posibilidades. Observa los problemas como metas a superar y oportunidades para aprender. Mira al fracaso como un pequeño paso en el camino hacia el éxito. Pero lo más importante: disfruta mientras lo haces. Es cierto que para conseguir algo concreto tendrás que luchar y tener sacrificios, pero si eso implica dejar de disfrutar a ratos, no merece la pena. Porque lo importante no es lo que consigas, sino lo que haces para conseguirlo.

Admira la belleza de los demás sin cuestionarte la tuya

No hay nada más honesto ni más bonito que saber mirar a los demás con orgullo, con la confianza plena de que disfrutas de su felicidad. Si admiras la belleza de los demás sin cuestionarte la tuya, es que has conseguido ser una persona positiva y sana.

Inspira

Comparte tus habilidades con las personas que te rodean. Si alguien busca consejo, dáselo. No dudes de tu valor. Incluso los gestos más pequeños y los pensamientos compartidos pueden causar un cambio masivo en la perspectiva de otros individuos.

Haz ‘panorámicas’

Pero no con fotografías. Cuando estés viviendo un momento ‘brillante’ en tu vida, trata de grabarlo con tu mente. Puede servirte para aquellas ocasiones en las que sientas que no hay salida. Así podrás recordarlo tal y como ocurrió. Cuando abras los ojos, permítete mantenerte en este estado positivo.

Medita

La meditación es una de las formas más efectivas de incrementar tu nivel de positivismo. La práctica de la meditación expande el reconocimiento individual y permite tener una conexión clara entre mente, cuerpo y espíritu. A través de la meditación, puedes aprender a soltar emociones negativas que te están haciendo retroceder.

Que no te engañen: Ser feliz no es un estado, ni una meta… ¡Es un camino, una actitud!

Si nada funciona, prueba a consultar a un profesional de psicología. Ser positivo no es solo bueno para tus relaciones, también para tu salud, así que es una cualidad que debemos intentar tener todos. 

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