Precauciones después de hacerse una citología

Índice

• ¿Qué es una citología y para qué sirve?
• ¿Cómo se realiza la prueba de Papanicolau?
• ¿Cada cuánto hacer la citología cervical?
• Cuidados después de una citología

¿Qué es una citología y para qué sirve?

También conocida como prueba de Papanicolaou, la citología ginecológica o vaginal es una prueba que todas las mujeres deben realizarse de manera periódica (generalmente, una vez al año) para detectar y prevenir enfermedades. Es una prueba muy importante ya que permite detectar de forma precoz hasta el 95% de los cánceres cervicales.

Esta prueba consiste en coger una muestra de las células del interior y el exterior del cuello del útero, y del fondo de la vagina, mediante un suave raspado con una espátula. Estas células se analizan para detectar posibles enfermedades.

La citología tiene varios usos importantes en diferentes áreas:

- Diagnóstico médico: la citología se utiliza para el diagnóstico de enfermedades a través del examen de células individuales o de tejidos. Por ejemplo, la citología puede detectar cambios anormales en las células que indican la presencia de cáncer u otras enfermedades como infecciones causadas por bacterias, hongos o virus, como el virus del papiloma humano (VPH), herpes o candidiasis.

- Detección temprana de cáncer: la citología se utiliza ampliamente en pruebas de detección temprana de cáncer, como la prueba de Papanicolaou para el cáncer de cuello uterino. Esta prueba examina las células del cuello uterino para detectar signos de cáncer o células precancerosas.

- Seguimiento de enfermedades: la citología también se utiliza para monitorear la progresión de enfermedades y evaluar la eficacia de los tratamientos. Por ejemplo, en el caso de pacientes con cáncer, la citología puede utilizarse para examinar las células cancerosas antes y después de un tratamiento para evaluar la respuesta al mismo.

¿Cómo se realiza la prueba de Papanicolau?

La prueba de Papanicolaou, también conocida como citología cervical, se realiza con la paciente acostada en una camilla ginecológica, colocando sus piernas en los soportes o estribos. Es importante estar relajada y cómoda durante la prueba.

El médico o profesional de la salud examina visualmente el área genital externa y el cuello uterino utilizando un espéculo para mantener las paredes vaginales separadas y permitir una mejor visualización del cuello uterino.

Se utiliza una espátula o un cepillo de cerdas suaves para raspar o cepillar suavemente las células del cuello uterino. También se puede tomar una muestra de las células del canal cervical utilizando un cepillo especial o una cucharilla pequeña llamada cureta de Ayre.

Las células recogidas se colocan en un portaobjetos de vidrio y se fijan con una solución líquida o se rocían con un spray fijador. Esto permite que las células se conserven y mantengan su estructura durante el proceso de análisis.

El portaobjetos con la muestra se envía al laboratorio donde los técnicos especializados lo procesarán. En el laboratorio, las células se tiñen y se examinan bajo un microscopio para detectar cualquier anormalidad.

La prueba de Papanicolaou no debe realizarse durante la menstruación, ya que la sangre puede interferir con los resultados. Además, se recomienda evitar duchas vaginales, tampones, relaciones sexuales y el uso de medicamentos tópicos o supositorios vaginales antes de la prueba, ya que pueden afectar la calidad de las células obtenidas.

¿Cada cuánto hacer la citología cervical?

Es fundamental seguir las recomendaciones y el programa de detección establecido por el médico para realizar la prueba de Papanicolaou de manera regular, generalmente cada 2 o 3 años para mujeres entre 21 y 65 años, o con una frecuencia determinada por el médico según los factores de riesgo y antecedentes médicos de cada paciente.

Dependiendo del laboratorio y el sistema utilizado, los resultados de la citología cervical pueden tardar varios días o semanas en estar listos. Asegúrate de programar una cita de seguimiento con tu médico para discutir los resultados y cualquier acción que pueda ser necesaria.

Cuidados después de una citología

Después de una citología cervical, es posible que se recomienden algunos cuidados simples:

1. Descanso: puedes descansar o retomar tus actividades habituales después de la prueba. No hay necesidad de limitar tu actividad física normal a menos que se te indique lo contrario. En general, nada más salir del médico puedes seguir con tu vida habitual, ir al trabajo, hacer deporte, etc.

2. Actividad sexual: es recomendable evitar las relaciones sexuales vaginales durante al menos 24-48 horas después de la citología cervical. Esto se debe a que la actividad sexual puede causar irritación o afectar los resultados de la prueba.

3. Ducha vaginal: evita las duchas vaginales y el uso de productos o tratamientos vaginales, como tampones medicados, cremas o supositorios, durante al menos 24 horas después de la prueba. Estos productos pueden alterar las células y los resultados de la citología.

4. Sangrado leve: puede haber un ligero sangrado vaginal después de la citología cervical. Esto es normal y generalmente desaparece en uno o dos días. Si el sangrado es abundante o persiste más allá de unos pocos días, es recomendable contactar a tu médico.