• Buscar
×

¿Cuándo aparecen los síntomas de insolación?

¿Cuándo aparecen los síntomas de insolación?

La insolación es un problema habitual en verano, sobre todo en zonas de calor extremo. Dados los cambios climáticos de los últimos años y el aumento de la temperatura en muchas zonas del planeta, conviene más que nunca conocer los síntomas de la insolación y saber cómo evitarla.

Índice

¿Cuáles son los síntomas de una insolación?

Una insolación se produce se produce cuando el cuerpo pierde agua y sales minerales esenciales como el sodio y el potasio a causa del sudor abundante y la falta de hidratación. Si tenemos mucho calor y no bebemos lo suficiente, no reponemos las sales minerales perdidas a través del sudor.

También conocida como icto solar, ictus solis, hipertermia o infarto de calor, la causa de esta enfermedad es la exposición prolongada al sol que puede causar un fallo en los mecanismos del sistema nervioso de regulación de la temperatura corporal, haciendo que esta ascienda incluso hasta los 45º C.

El primer paso para evitar complicaciones si se produce una insolación es conocer los síntomas principales de la misma, especialmente los que aparecen en primer lugar para actuar cuanto antes:

- Fase inicial: cefalea, cara congestionada, fatiga, sed intensa, mareos, náuseas y vómitos.

- Fase posterior: calambres, aumento de la temperatura corporal de manera brusca hasta llegar a los 40º C, piel enrojecida y cálida, sudoración abundante en la insolación y cese de la misma en el golpe de calor, pulso rápido, respiración acelerada, visión borrosa, convulsiones, desmayo o desorientación.

En ese momento, es importante ir a Urgencias ya que puede llegar a producirse una condición fatal.

Factores de riesgo de una insolación

Aunque cualquier persona puede sufrir una insolación, es más habitual en ciertas circunstancias:

- Bebés y niños: el porcentaje de agua corporal es mayor en los niños y, además, su mecanismo para reguilar la temperatura es inmaduro, por lo que tienen un riesgo mayor de insolación.

- Ancianos: las personas de la tercera edad también tienen más riesgo debido a enfermedades o patologías más habituales a esta edad.

- Deporte en horas de calor: realizar ejercicio físico o una actividad de mucha intensidad aumenta el riesgo de sufrir una insolación, sobre todo si es en las horas centrales del día.

- Sufrir trastornos crónicos como insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, obesidad, patologías cutáneas.

- Permanecer mucho tiempo en un lugar cerrado y muy caluroso.

- Beber poca agua.

¿Qué hacer ante una insolación?

1. Llevar a la persona afectada a la sombra, a un lugar con buena ventilación y lo más fresco posible. No obstante, se deben evitar las corrientes de aire.

2. Colocarla en posición semisentada, con la cabeza hacia arriba para que le entre el aire mejor. Si está desmayada, es mejor colocarla tumbada de lado en la posición lateral de seguridad.

3. No agobiarla ni permitir que esté rodeada de mucha gente.

4. Quitarle alguna prenda de ropa y usar un abanico para darle fresco.

5. Colocar compresas de agua fría en la frente, nuca, cuello, ingles y axilas para reducir su temperatura corporal. Nunca sumergirlo por completo en agua fría ya que puede ser peor.

6. Si está consciente, darle agua fresca a pequeños sorbos, pero no dejar que beba mucha agua de golpe.

7. Realizar masajes para estimular el retorno de la sangre periférica fría a todos los órganos sobreexpuestos al calor.

8. Cuando esté mejor, se aconseja acudir a un servicio de medicina para comprobar que realmente se ha recuperado.

Normalmente, el afectado se recupera en unas 24 o 48 horas, aunque si se ha llegado a estar grave, puede tardarse más tiempo.

¿Se puede prevenir una insolación?

Prevenir una insolación es relativamente sencillo, solo hay que evitar aquellas situaciones que aumentan el riesgo de sufrir este problema y seguir una serie de consejos en los días de más calor:

- Beber agua a menudo, aunque no se tenga sensación de sed. En el caso de bebés o ancianos a nuestro cargo, ofrecerles agua a menudo. O el pecho o el biberón si todavía es lactante.

- No salir a pasear ni a hacer deporte en las horas de más calor.

- No beber refrescos o bebidas azucaradas ni alcohol para hidratarse. Lo mejor es siempre el agua.

- Vestir ropa ligera y transpirable que no esté muy ajustada. También se deben usar gafas de sol y gorras o sombreros.

- Tener cuidado con los coches. No se debe dejar dentro de un coche con las ventanas bajadas y sin el aire acondicionado puesto a nadie. La temperatura del coche aumenta en minutos de (10 a 15 grados en solo 15 minutos) y puede ser muy peligroso, sobre todo para bebés.

- Seguir una dieta rica en productos que nos ayuden a estar más frescos e hidratarnos, como ensaladas, sandía, melón, gazpacho, etc.

- Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y usar siempre crema con factor de protección solar.

- En la piscina o la playa, bañarse frecuentemente y estar la mayor parte del tiempo bajo la sombrilla.

Complicaciones de una insolación

Son poco frecuentes, pero en los casos más graves puede afectar a los órganos del cuerpo y causar pérdida de consciencia, convulsiones e incluso coma.

Fuente:

O'Brien KK, Leon LR, Kenefick RW, O'Connor FG. Clinical management of heat-related illnesses. In: Auerbach PS, Cushing TA, Harris NS, eds. Auerbach's Wilderness Medicine. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 13.

Redacción: Irene García

Consulta gratuita con un médico especialista

AgeSwitch

También te puede interesar