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¿Qué pasa si rompes la dieta un día?

¿Qué pasa si rompes la dieta un día?

¿Estás a dieta para perder unos kilos de más y tienes una fiesta o cumpleaños en la que quieres poder comer (y beber) de todo? ¿Si te pasas un día, todo el esfuerzo realizado no sirve de nada? ¿Podemos saltarnos la dieta un día?

Índice

El día trampa de las dietas

Las dietas, aunque no sean muy restrictivas, siempre son un poco duras ya que implican eliminar algunos alimentos (generalmente, aquellos que más nos atraen como las patatas fritas, los bollos, las tartas, las hamburguesas…) y comer menos cantidad, además de hacer ejercicio de manera regular para conseguir perder peso.

Asimismo, las dietas milagro son peligrosas y solo son efectivas a corto plazo ya que pueden hacernos engordar más al abandonarlas, por lo que una dieta sana, indicada por un nutricionista, puede durar bastante tiempo, lo que hará que, en ocasiones, queramos saltarnos la dieta para darnos un capricho o disfrutar de una fiesta. Y es posible que eso nos haga sentir mal o incluso que dudemos si podemos saltarnos la dieta un día o no, pero lo cierto es que no hay ningún problema por darse un capricho un día y tomarse una hamburguesa con patatas fritas o un trozo de tarta de chocolate.

De hecho, la mayoría de las dietas permiten tener un día a la semana llamado día trampa en el que se puede elegir qué comer aunque se encuentre fuera de la dieta. Es decir, se puede saltarse la dieta una vez a la semana para darnos el capricho que más nos apetezca, aunque sea una bomba de calorías. Esta comida libre permitida en muchas dietas tiene la intención de evitar las tentaciones ya que si sabes que una vez a la semana podrás comer lo que quieras, es menos probable que rompas la dieta a diario comiendo aquello que no debes. Esto nos da un estímulo para seguir esforzándonos y un aliciente para no saltarnos la dieta ya que nos libera de normas y reglas por unas horas.

Además, comer lo que nos dé la gana al menos una vez a la semana nos dará mucho placer, lo cual produce beneficios emocionales que hacen que sea más fácil seguir la dieta, y ayuda al organismo a incrementar el metabolismo que puede haberse visto reducido en una dieta restrictiva. Comer un poco más un día a la semana, según un estudio realizado en la Universidad de California, beneficia al adelgazamiento al romper con la ansiedad y el hambre que generan las dietas y reducir la presencia de algunas sustancias que crean estas sensaciones, como la leptina, que no solo regula el apetito, sino también el gasto calórico, la quema de grasa y los niveles de otras hormonas; o la grelina, que genera mucho hambre.

No te pases en el día trampa

Así que si la mayoría de las dietas indican que puedes darte un capricho a la semana sin poner en riesgo tu dieta, y que incluso puede ser beneficioso, también lo es saltarse la dieta por una ocasión especial como una boda, un cumpleaños, una fiesta… Eso sí, tampoco es cuestión de que te atiborres y cojas un empacho. Puedes comer un poco más de la cuenta o alimentos que no sueles ingerir, incluso beberte una copa de vino o cerveza, pero no debes tomarte una tarta entera tú sola o pillarte un “gran pedo”. La moderación sigue siendo esencial aunque sea un día especial. Disfruta además cada bocado y saboréalo para que sientas más placer al saltarte tu dieta.

Por otra parte, no debes preocuparte de que romper la dieta un día influya en tu balance calórico ya que este no solo considera lo que ingieras en un momento puntual o incluso durante 24 horas, sino que tiene en cuenta tu dieta diaria durante un largo periodo de tiempo, por lo que comer más un día no va a hacer que el balance se desequilibre. Tu propio organismo desencadenará una serie de acciones internas para mantener el peso logrado y en el que ya se encuentra cómodo; por eso no engordamos por comer un día mucho, ni adelgazamos por no comer nada un día… debe ser algo mantenido en el tiempo.

En resumen, no pasa nada por saltarse un día la dieta siempre que volvamos a la normalidad tan pronto como pase la fiesta o evento especial. Tampoco debes sentirte culpable al día siguiente ni lanzarte a correr durante horas hasta que caigas extenuado, solo debes volver a la normalidad.

Puedes beber más agua para evitar la retención de líquidos y consumir alimentos con fibra y proteína para evitar las subidas y bajadas de azúcar en sangre tras los excesos cometidos, pero no hace falta que ayunes, te saltes alguna comida o uses un laxante, prácticas que, en realidad, pueden ser perjudiciales.

Simplemente vuele a tu dieta y disfruta del momento mientras lo vivas.

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