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¿Qué comer para el colon irritable?

¿Qué comer para el colon irritable?

Dolor abdominal, gases, alteraciones intestinales constantes y crónicas… El colon irritable es un trastorno que puede aparecer a cualquier edad, pero lo más habitual es que lo haga en la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta. Es más común en mujeres y es un síndrome con una gran variabilidad de síntomas, aunque el que prevalece por encima de todos siempre es el dolor abdominal. Aunque no existe un tratamiento completamente efectivo, sí es cierto que una dieta equilibrada es la mejor opción para todas las personas con este síndrome.

Índice

Causas del colon irritable

Los motivos de esta enfermedad son múltiples –y en muchos casos desconocidos–, por lo que lo que le vaya bien a otra persona puede no funcionarte a ti. Aunque sea conocido simplemente como ‘colon irritable’, el nombre oficial es ‘el Síndrome del Intestino Irritable (SII)’, y es una enfermedad que tiene una incidencia muy diferente según el país. Por ejemplo, es uno de los trastornos más comunes en los países desarrollados, afectando a entre el 10 y el 20% de la población. A pesar de que es una dolencia frecuente, por desgracia no existe una prueba específica para diagnosticarlo. En España se considera que una de las causas principales es el estrés, por lo que tendría un origen psicosomático.

Lo más curioso es que aún se desconocen las causas exactas que determinan el colon irritable, pero creen que está asociado a alteraciones en el tránsito intestinal en respuesta a ciertos estímulos ambientales. También se cree que una alteración de la microbiota intestinal puede estar detrás de esta enfermedad.

Los síntomas más frecuentes, no obstante, sí suelen ser comunes: dolor y calambres abdominales –que a veces se alivian defecando–, episodios de diarrea, estreñimiento o ambos, gases e hinchazón en el estómago, flatulencia, tener una necesidad urgente de ir al baño o la sensación de que no se ha liberado del todo el intestino tras ir al baño. Si crees que encajas en todos los síntomas, lo mejor es que antes de tomar medidas vayas al médico. Tu diagnóstico del colon irritable se basará en los síntomas que experimentes y tu historia clínica, y seguramente te realizarán diversos estudios para excluir otras patologías.

El tratamiento del colon irritable, además de incluir medicamentos, puede precisar antidepresivos y terapia psicológica. Pero la opción más natural –y que depende más de nosotros–, siempre será realizar una dieta rica en fibra que incluya verduras, frutas con piel y pan integral. Aunque haya ciertas medidas que funcionen en todos los casos, lo mejor es que tú mismo explores, investigues y detectes los alimentos que te sienten mal, además de contar con la ayuda de un profesional de medicina o un nutricionista.

Alimentos poco recomendados

Quizá será mejor que empecemos por los alimentos que se deben evitar. Con esto no queremos decir que estén prohibidos, sino que en general agravan un poco los síntomas. Estos son los alimentos que con más frecuentemente provocan intolerancia y que, por lo tanto, se recomienda evitar desde un principio:

- Los cítricos

- La cebolla

- El chocolate

- Los huevos

- El gluten –presente en la mayoría de los cereales como el trigo, la cebada, el centeno y el triticale

- La cafeína –presente en café, té y chocolate–. No superar las dos tazas de café al día

- El alcohol. Limitar la ingesta de alcohol a dos unidades al día y mantener al menos dos días libres de alcohol a la semana

- Reducir las bebidas con gas

- Reducir los alimentos con alto contenido en grasa, como las patatas de bolsa, la comida rápida, el queso, la pizza, las salsas cremosas y los snacks

- Reducir los alimentos manufacturados o ultraprocesados y cocinar con ingredientes frescos en la medida de lo posible

- Los productos light. Aunque no está claro que la fructosa esté tras el síndrome del colon irritable, sí se sabe que cuando ésta no se absorbe de forma correcta, se acumula en el intestino grueso y fermenta rápidamente provocando gases, diarreas y dolor abdominal. Y lo mismo ocurre con el sorbitol. Por eso, los productos “light” o bajos en azúcar son poco recomendados ya que están edulcorados con fructosa o sorbitol –en las etiquetas se encuentra con el nombre de E-420– que puede sentar mal a las personas con este síndrome

- La avena –en cierta medida– ya que es un cereal que, a pesar de no tener gluten, puede causar malestar intestinal en algunos pacientes debido a las prolaminas, unas proteínas cuya estructura de péptidos es muy similar al del gluten

- Las verduras flatulentas como col, coliflor, brócoli y coles de Bruselas

La dieta FODMAP

Los especialistas han visto que, en general, ayuda beber suficiente agua (de 1,5 a 2 litros de agua) y comer pocas cantidades de comida repartidas en, al menos, 5 veces al día. Aunque no existan unas medidas generales, unos investigadores de la Universidad de Monash en Australia desarrollaron la dieta FODMAP. Esta es la suma de las iniciales de las palabras en inglés que en castellano son Oligosacáridos, Disacáridos y Monosacáridos Fermentables y Polioles. Todos ellos hidratos de carbono de cadena corta.

Así pues, la dieta FODMAP es una dieta baja sin fructosa, lactosa, fructanos, galactanos y polioles, presentes en los siguientes alimentos:

En general, se recomienda evitar por su contribución al aumento de la permeabilidad intestinal los alimentos ricos en hidratos de carbono que pueden fermentar en el intestino:

- Lactosa: presente de manera natural en los lácteos y en otros productos procesados como el jamón york o el pavo entre otros.

- Fructosa: presente en la mayoría de las frutas, como manzana, pera, mango, melocotones, nectarina, albaricoques, uvas, caqui, cereza, chirimoya, ciruelas, higos, dátiles.

- Fructanos: presentes principalmente en el trigo y centeno, en el ajo y así como en verduras como las alcachofas, el puerro, la cebolla, coles, berenjena y en la fibra inulina.

- Galactanos: presentes en soja, lentejas, alubias, garbanzos.

- Polioles: malitol, xilitol, isomaltosa, sorbitol.

Otros alimentos que no debes consumir son:

- Frutas: como manzana y pera.

- Verduras: como cebolla, espárrago y ajo.

- Legumbres: como guisante, soja y lentejas.

- Cereales: trigo y derivados, trigo sarraceno, centeno y cebada.

- Frutos secos.

- Lácteos: como leche, quesos, helados y yogur. Valorar tolerancia.

- Edulcorantes artificiales: productos que contienen sorbitol (E420), manitol (E421), isomalt (E953), maltitol (E965) y xilitol (E967), etc.

Mientras que sí puedes comer los siguientes alimentos:

- Frutas: arándanos, coco, fresas, granada, kiwi, chirimoya, limón, lima, mandarina,  melón plátano, pomelo, naranja, uvas.

- Hortalizas: berza, berenjena, calabacín, col de Bruselas, calabaza, cardo, endivia, espinaca, judías verdes, nabo, pepino, rábano, tomate, zanahorias.

- Lácteos y sustitutos: los quesos curados y secos (controlando cantidades), leche sin lactosa y bebidas vegetales (de arroz, avellana, avena, almendra).

- Carne, pescado y huevo: todo tipo de carnes sin procesar.

- Pescados tanto blancos como azules.

- Probióticos para equilibrar la microbiota o flora intestinal. 

Además de incluir estos alimentos y evitar los primeros, será beneficioso tener hábitos saludables para el intestino como comer tres veces al día, no saltarse comidas, hacerlo con tranquilidad y en pequeñas cantidades, o no comer tarde por las noches. También es bueno hacer una buena digestión, por lo que necesitarás relajación después de las comidas. Y mantenerse hidratado: beber al menos ocho vasos de líquidos al día, sobre todo de agua. Y hacer ejercicio físico de manera regular para mejorar la distensión abdominal.

Fuente:

Mearin F, Montoro M.A. Síndrome de Intestino Irritable. Intestino delgado y colon. Instituto de Transtornos Funcionales y Motores Digestivos. Centro Médico Teknon. Barcelona. Unidad de Gatstroenterología y Hepatología. Hospital San Jorge. Huesca. Departamento de Medicina, Psiquatria y Dermatología. Universidad de Zaragoza.

Porticansa, P et al. (2017) Irritable bowel syndrome and diet. Gastroenterol Rep. Feb; 5 (1): 11-19

Redacción: María Segura

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