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Ovulación y dolor de pezón

Ovulación y dolor de pezón

Llevas varios días notando que te duele un poco el pezón, estás algo preocupada, pero es justamente cuando estás ovulando. Seguramente no sepas todavía que los cambios hormonales que ocurren durante la ovulación pueden provocar algunos dolores de los que quizás no te habías percatado todavía. Entonces ¿es normal que te duela el pezón mientras estás ovulando?

Índice

¿Por qué duelen los pezones?

Por norma general, las alteraciones hormonales son la causa más frecuente del surgimiento de dolor en los pezones, sobre todo cuando se está tocando esa región. ¿Por qué ocurre esto? Principalmente porque las hormonas pueden provocar una ligera hinchazón de las glándulas mamarias haciendo que estas se vuelvan más sensibles. Para ello se deberá evitar tocar la región y se aplicarán compresas frías para disminuir la hinchazón. El dolor desaparecerá por sí solo al cabo de uno o dos días cuando los niveles ya están equilibrados.

Si no notamos cambios pasada la primera semana (después de hacer ambas cosas), habrá que consultar al mastólogo o ginecólogo. La mastología es una especialidad médica dedicada al estudio de las glándulas mamarias y el mastólogo, por tanto, el especialista que previene, diagnostica y trata las dolencias de las mamas. El ginecólogo es más bien el que atienda todas las cuestiones relacionadas con el útero, la vagina y los ovarios, aunque también puede atenderte en casos como estos.

Otras causas del dolor de pezón

Y sí, a pesar de que las alteraciones hormonales son casi siempre las causas más frecuentes, una infección, un posible embarazo o alguna alergia podrían ser otros de los motivos por los que te duele el pezón. En caso de infección, por ejemplo, hay que tener en cuenta que esta puede surgir siempre que existe una alteración en la piel alrededor del pezón y, por ello, que duela el pezón es más frecuente en personas con la piel bastante seca o incluso es mujeres que están amamantando debido a la presencia de pequeñas heridas. Si esto ocurre lo ideal sería colocar una pomada antibacteriana o antifúngica prescrita por el médico, de acuerdo con el microorganismo que causa la infección.

Un posible embarazo también podría ser una causa de aparición de dolor en el pezón ya que durante este periodo de la vida el cuerpo sufre diversas alteraciones. Una de ellas es el crecimiento de los senos, que cuando ocurre la piel se estira pudiendo generar sensibilidad e incluso dolor. Para evitarlo es fundamental la hidratación.

Pero ¿y si se trata de una alergia? Los pezones son una de las regiones más sensibles del cuerpo y es por ello por lo que pueden reaccionar a pequeñas alteraciones por la temperatura del ambiente, por el tipo de jabón o incluso por el material. Se puede llegar, por tanto, a sentir hinchazón e incluso algo de dolor. Lo más recomendable en cualquier caso es evaluar la alergia, para después lavar bien con agua tibia, limpiar la zona con pH neutro y evitar ponerse esa ropa de nuevo.

Consejos para evitar que duela el pezón

Y sea por una u otra causa, ten en cuenta que debes seguir algunas recomendaciones en general para evitar que te duela el pezón como, por ejemplo:

- Utilizar sujetadores más suaves y menos apretados.

- Tomar mucha agua que ayuda, además, a eliminar la retención de líquidos.

- Ponerse una compresa tibia sobre la zona para aliviar el dolor.

- Dar unos suaves masajes en los pezones con un poco de aceite de oliva y almendra.

- Tomar un paño y colocar un poco de hielo para después colocarlo en el pezón dando un suave masaje.

¿Puede ser cáncer de mama?

Recordad finalmente que, cuando las mujeres ovulamos, en nuestro cuerpo se está liberando un óvulo y los cambios hormonales asociados a este proceso son, por tanto, los que por norma general podrían originar ese dolor en el pezón, aunque no todas las mujeres notan por igual los síntomas. No obstante, siempre hay que tener en cuenta que, por desgracia, algunos de ellos podrían indicar en el peor de los casos la aparición del cáncer de mama. Ante esto, no debes alarmarte pues lo mejor que puedes hacer es acudir al especialista para que sea él quien pueda descartarlo. Según la Asociación Americana del Cáncer algunos de los síntomas de padecimiento de cáncer de mama son:

- inflamación de la mama o parte de ella

- irritación cutánea o formación de hoyos

- dolor de mama

- dolor en el pezón o inversión del pezón

- enrojecimiento, descamación o engrosamiento del pezón o la piel de la mama

- secreción del pezón que no sea leche

- bulto en las axilas

¿Cómo hacerse una autoexploración?

Además, es importante hacerse una revisión mensual, es decir, una autoexploración una vez al mes de manera que podamos conocer el aspecto de nuestros senos para detectar con facilidad cualquier posible cambio que exista. No obstante, y a pesar de estas recomendaciones, solamente una de cada diez mujeres se realiza un examen mensual entre los veinticinco y los cincuenta años. Algunas normas básicas antes de autoexplorar las mamas:

- Lo ideal es hacerlo cuando estas no estén hinchadas ni inflamadas para detectar claramente cualquier anomalía.

- Y si, por ejemplo, ya estás en la menopausia, recuerda que será mucho más importante que revises tus senos porque el riesgo de desarrollar este tumor va aumentando conforme avanza tu edad. Si, por ejemplo, estás embarazada o en periodo de lactancia, haz lo mismo.

Después, una vez vayas a examinarte, lo primero que debes hacer es tumbarte y colocar el brazo derecho detrás de la cabeza. Con las yemas de los dedos de la mano izquierda recorre el seno derecho trazando líneas de arriba abajo y con pequeños círculos. Tras esto, repasa cada una de las líneas haciendo dos niveles de presión: primero leve y después más profundo. A continuación, repite la exploración en la otra mama. Una vez acabes la palpación, sitúate frente a un espejo, apoya las manos con fuerza en las caderas y observa bien el pecho. Aquí debemos notar cómo los músculos de la pared torácica se contraen haciendo que sobresalga cualquier cambio en los senos.

Por último, palpa la axila con el brazo ligeramente elevado, pero no lo levantes completamente porque estará rígido y será difícil examinar la zona, y después, exprímelo un poco para comprobar que no sale líquido.

No obstante, ante cualquier síntoma extraño recuerda que lo primero que debes hacer es ir al ginecólogo para que te examine y te pueda indicar, en el caso de que así sea, la gravedad del asunto.

Fuente:

Asociación Americana del Embarazo (American Pregnancy) http://americanpregnancy.org/es/

 

Redacción: Ana Ruiz

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