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¿Es normal tener quistes en los ovarios?

¿Es normal tener quistes en los ovarios?

Los quistes ováricos hacen referencia a la concentración de líquido o fluido en el interior del ovario. Algunos de ellos, los quistes funcionales, son parte del proceso de la menstruación. Otros, sin embargo, pueden causar problemas y necesitan ser tratados.

Índice

¿Qué son los quistes?

Durante nuestro ciclo menstrual, cada mes crece un folículo en el ovario. La gran mayoría de los meses un óvulo es liberado de este folículo (ovulación). Se trata de quistes habituales en cada ciclo menstrual, llamados quistes funcionales, que desaparecen al abrirse y liberar el óvulo.

Sin embargo, en ocasiones, estos quistes funcionales no logran abrirse y el líquido se queda dentro, causando un quiste folicular. Casi todas las mujeres los presentan cuando se las evalúa en edad fértil y según los expertos en medicina y ginecología, “son normales y no se deben operar”.

Normalmente los quistes ováricos tampoco causan síntomas, pero cuando ocurren estos provocan dolor, periodos menstruales irregulares, problemas de fertilidad, distensión o hinchazón abdominal, dolor pélvico constante o sordo, intenso repentino o dolor pélvico durante el movimiento, sobre todo cuando se tienen relaciones sexuales.

Los quistes ováricos son más comunes en el periodo de edad reproductiva, es decir, desde la pubertad hasta la menopausia. Tras esta última etapa los quistes suelen ser menos habituales. Además, es importante saber que cualquier mujer puede desarrollarlos, incluso en el embarazo.

Tipos de quistes

Existen diferentes tipos de quistes:

Quistes foliculares. Aparecen cuando el folículo no consigue abrirse y, por consiguiente, este no libera el óvulo. El líquido permanece dentro del folículo y forma el quiste. Es el quiste ovárico más común y ocurre sobre todo en las mujeres más jóvenes. Suelen desaparecer de forma espontánea.

Quistes en el cuerpo lúteo. Pueden aparecer si el folículo se sella después de liberar el óvulo. Es decir, cuando en el proceso anterior el óvulo pasa por el cuerpo lúteo y este vuelve a cerrarse acumulando líquido en su interior. Es frecuente que contenga sangre.

Causas de los quistes

Los quistes en los ovarios están relacionados a su vez con el síndrome del ovario poliquístico. El Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) es una enfermedad en la cual una mujer tiene un desequilibrio de las hormonas sexuales femeninas, que puede provocar además cambios en la menstruación, dificultad para quedar embarazada y algunos problemas de salud, como problemas de peso o manchas en la piel. Es una enfermedad que no tiene cura, pero los síntomas pueden ser tratados con éxito. Este síndrome afecta a pocas mujeres, pero es más grave que el ovario poliquístico.

Además, otro cuadro de enfermedad que podría originar un quiste ovárico es la endometriosis, una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante su edad reproductiva, en la que el tipo de tejido que normalmente crece dentro del útero crece fuera del útero. Los endometriomas se refieren a un tipo de quiste que se forma en el ovario como consecuencia de dicha enfermedad. Contienen productos espesos y de color marrón oscuro que proceden del catabolismo de la sangre.

Dado que la aparición de los quistes en los ovarios es algo frecuente, los ginecólogos no suelen recomendar ningún tratamiento preventivo porque no existe. Además, la mayoría se resuelven esporádicamente en torno a las 8-12 semanas.

Sin embargo, si la aparición de quistes funcionales es bastante frecuente y se producen síntomas importantes, podemos optar por el empleo de anticonceptivos hormonales combinados que al impedir la ovulación reprimen su formación. No obstante, también se puede recurrir a la cirugía cuando se trate de quistes complejos y de gran tamaño, que generan muchos síntomas y que no llegan a desaparecer.

Lo que sí apuntan los especialistas es que “es fundamental que las mujeres se realicen una revisión ginecológica anualmente, ya que prácticamente la mitad de estos quistes son diagnosticados en las revisiones rutinarias, puesto que no presentan una sintomatología precisa”. Por tanto, vigilar cualquier cambio, dolor o síntoma que aparezca y saber cuáles de ellos son significativos o preocupantes es una tarea esencial para todas las mujeres.

¿Cómo se diagnostican y tratan los quistes?

La prueba rutinaria para detectar un quiste es la ecografía vaginal. Otros exámenes imagenológicos que se pueden si se considera necesario es una Tomografía computarizada, estudios de flujo Doppler, resonancia magnética, análisis de sangre o niveles hormonales.

Los quistes ováricos funcionales generalmente no necesitan tratamiento. Por lo regular, desaparecen al cabo de 8 a 12 semanas de manera espontánea. No obstante, si provocan dolor, sangrado u otras molestias, crecen mucho o aparecen de forma muy reiterada se pueden recetar píldoras anticonceptivas (anticonceptivos hormonales) que reducen el riesgo de desarrollar nuevos quistes. 

En algunos casos es necesario recurrir a la cirugía para extirpar el quiste o el ovario con el fin de verificar que no sea cáncer ovárico. La cirugía se suele usar en caso de quistes ováricos complejos que no desaparecen, quistes que estén causando síntomas y que no desaparecen, quistes que aumentan de tamaño, quistes ováricos simples que sean mayores a 10 centímetros...

La cirugía puede ser una laparotomía exploratoria o una laparoscopia pélvica.

Fuente:

Brown DL, Wall DJ. Ultrasound evaluation of the ovaries. In: Norton ME, Scoutt LM, Feldstein VA, eds. Callen's Ultrasonography in Obstetrics and Gynecology. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 30.

Redacción: Ana Ruiz

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