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Cómo ser un buen amigo

Cómo ser un buen amigo

El concepto de amistad puede variar de unas personas a otras, ya que para muchos los amigos no son algo esencial en la vida ni tan importantes como lo podría ser, por ejemplo, la familia. Sin embargo, para otras personas los amigos pueden ser piezas clave en su vida. Pero ¿cómo definimos realmente el concepto de amistad? ¿Tienes buenos amigos? ¿Lo eres tú? ¡Descúbrelo en este artículo!

Índice

¿Qué es ser un buen amigo?

La amistad podría definirse como una relación afectiva entre dos o más personas. Y, sin duda alguna, como una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tiene en la vida. Pero lo que sí hay que tener claro es que la amistad va a tener presencia en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia ya que no es lo mismo el amigo de la Universidad que la amiga que conocimos hace unos años en el trabajo. Normalmente, la amistad entre dos o varias personas se crean cuando estas encuentran inquietudes y sentimientos comunes, pero también una gran confianza. Algunas amistades, por ejemplo, comienzan muy deprisa, al poco tiempo de conocerse y otras, sin embargo, tardan años en comenzar a una bonita relación de amistad.

Lo primero que hay que tener claro es que los amigos son un apoyo emocional para uno, las personas que están no solamente para lo bueno sino también para lo malo, para cuando alguien realmente los necesita. Esos buenos amigos son, por tanto, los que saben estar y escuchar. Los buenos amigos son los que escuchan y responden. Además, estos no deberían traicionar la confianza del otro ni tampoco criticar. De hecho, el ser buen amigo va a implicar también aceptar los defectos del otro, no esperar en absoluto la perfección y comprender que hay limitaciones. Tampoco se trata de regalar los oídos a nadie. Esto no va de criticar o regalar oídos, va más bien de algo relacionado con la sinceridad porque la amistad también consiste en eso, en decir la verdad al otro, aunque a veces duela.

Hay que mirar por el bien del otro e intentar ayudarle a conseguir sus metas también y es ahí donde entra también este término, el de la sinceridad. Es decir, si le pasa algo bueno uno deberá alegrarse por ello y no tener envidia porque en un momento u otro a ti también te pasará algo bueno y te darás cuenta de que también te gustaría que se alegrara por ti esa persona. Esa, además, es una costumbre muy fea que tienen en común muchas personas. En general nadie debería tener envidia de otros (aunque a veces sea inevitable), pero mucho menos de un amigo. Hay que alegrarse de las buenas cosas que a este le pasen porque tú también eres buen amigo ¿no?

Cosas buenas que, por supuesto, le pasarán contigo y sin ti, y no pasa nada. Ser un buen amigo no implica en absoluto que deba estar todo el tiempo contigo y que todas las cosas buenas y divertidas que le pasen vayan a ser contigo. Los amigos se alejan y hay que aceptarlo, especialmente a medida que uno va creciendo. Cada uno elige su camino ,y aunque en muchos aspectos todavía se puede seguir cerca, en otros muchos su vida podría distar mucho de la tuya o del momento que estés viviendo. Además, el ser buen amigo sí implica, nos guste o no, aceptar que la vida cambia y que tanto tú como tus amigos también cambiarán. Que hay algunos amigos que preferirán volar y otros que se quedarán a tu lado, pero viviendo al fin y al cabo cada uno su vida. Todo el mundo tiene derecho a cumplir sus propios sueños y metas. ¿Por qué tu amigo o tu amiga, ese de toda la vida, no puede hacerlo también?

Un buen amigo

Un buen amigo es aquel que es consciente de que necesitas tu tiempo y tu espacio para crecer de forma general, aunque también como persona. El que se alegra por todos tus logros, sí, pero también el que te anima a seguir tus sueños, aunque esto vaya a separaros. Esa amiga de toda la vida del cole o esa que un buen día conociste en la Universidad y que se convirtió en alguien muy especial para ti, con la que has compartido miles de momentos más y menos felices, pero que siempre ha estado ahí. Hay que ser conscientes de que de esa persona también, tarde o temprano, podrás distanciarte. No siempre vais a seguir yendo juntas a la Universidad o a clases de inglés porque cada una hará su vida, aunque esto no supone, por supuesto, que vayáis a dejar de ser amigas. De hecho, ser buen amigo también implica pensar en ella, aunque ahora no estéis tan cerca como antes.

De alguna forma, esa buena amiga, esa mejor amiga va a estar pendiente de ti. Por suerte la tecnología, por ejemplo, nos permite hoy en día estar mucho más cerca de nuestras amistades, aunque en realidad estemos lejos. Pero recuerda que, por muy lejos o muy cerca que estéis la una de la otra, te dirá lo que piensa sobre aquello que le cuentes o sobre algo para lo que necesites consejo. Las críticas para los que no son nuestros amigos, pero para los que sí lo son, y lo son de verdad, no. A tu amiga dile lo que piensas, pero no la critiques a sus espaldas. Si te estás equivocando o estás cometiendo algún error te lo dirá porque te quiere y te valora, y eso es muy importante para cumplir los requisitos de “cómo ser buen amigo”. Además, con el tiempo te darás cuenta de que tenía razón.

Y lo que la amistad en sí no implica en absoluto son los cambios. De hecho, algo fundamental en las relaciones de aceptar es aceptar a la persona tal y como es. Hay que tener claro que todos y cada uno de nosotros tenemos defectos, y que una buena amiga va a ser capaz de ver los tuyos también, pero lo más importante es que este no intente cambiarte en un determinado momento y, si lo hace en alguna ocasión, si es buena amiga lo hará para que mejores y te darás cuenta de que es por tu bien, al igual que le puede pasar a ella.

Y tú… ¿Tienes buenos amigos? ¿Eres tú un buen amigo?

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