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Cómo mejorar la memoria

Cómo mejorar la memoria

La memoria se puede (y se debe) ejercitar todos los días. Al contrario de lo que mucha gente piensa, nuestro cerebro sí se puede mejorar e incluso se ha descubierto que el hipocampo, el centro de la memoria, es capaz de producir células nuevas y de regenerarse, siempre y cuando se sepa cómo hacerlo. Por lo tanto, si te parece que tienes poca memoria o que la pierdes con la edad, estás a tiempo de mejorarla.

Índice

Consejos para fortalecer tu memoria

Numerosos estudios acerca del cerebro y de sus capacidades han descubierto que un estilo de vida saludable es fundamental para mantener la salud de nuestro cerebro e incluso mejorarla. Además, existen muchos juegos y ejercicios que puedes realizar a diario para fortalecer y mejorar tu memoria, incluso si tienes memoria fotográfica:

1. Alimenta tu cerebro. La dieta no solo ayuda a mantener nuestro cuerpo sano, también nuestra mente. Las grasas saludables, los antioxidantes, el omega 3 y el omega 6 favorecen las funciones cerebrales, protegen la salud cerebral, estimulan la producción de nuevas células y potencian la memoria. La vitamina D también es fundamental para mantener nuestro cerebro sano. Algunos alimentos que debes consumir para conseguir todos estos beneficios son: verduras frescas (apio, brócoli, coliflor), frutos secos (nueces, avellanas,), aceite de oliva, pescado azul, etc. Además, debes evitar los azúcares y las grasas saturadas.

2. Haz ejercicio de manera regular. El ejercicio estimula las células nerviosas y ayuda a que se multipliquen, fortaleciendo sus interconexiones y protegiéndolas del daño externo. Durante el ejercicio, las células nerviosas liberan proteínas y otras sustancias químicas que mejoran la salud neural y benefician diversas funciones cognitivas como el aprendizaje o la memoria. Así, un estudio realizado hace poco afirma que las personas que hacen ejercicio de manera regular pueden hacer mejorar su memoria un 1 o 2% al año.

3. Duerme bien. El sueño es fundamental para la memoria. De hecho, es durante el sueño cuando muchos conocimientos nuevos adquiridos a lo largo del día se fijan en nuestra memoria. Incluso hay estudios que afirman que los adultos que se echan una pequeña siesta después de comer restauran su capacidad intelectual agotada del trabajo de la mañana. Por eso, para fortalecer nuestra memoria es esencial dormir y descansar bien, unas 8 horas diarias.

4. Olvida las multitareas. Hacer demasiadas tareas a la vez lleva a las confusiones, los olvidos y las equivocaciones. Es mejor centrarse en las tareas de una en una para poder prestar toda la atención necesaria y que así nuestro cerebro retenga mejor lo que hemos hecho o aprendido. Las investigaciones demuestran que se necesitan ocho segundos para almacenar una pieza de información en la memoria, si estamos hablando por el móvil mientras sacamos las bolsas de la compra y dejamos las llaves en algún sitio, es poco probable que seamos capaces de recordar más tarde dónde las dejamos.

5. Haz juegos para el cerebro. Desafía a tu cerebro y proponle nuevos retos para que esté activo e intente superarse. Existen muchos juegos mentales con retos, adivinanzas, problemas… Practica este tipo de juegos unos 20 minutos al día para mejorar tus funciones cognitivas, incluida la memoria. Puedes hacer también sudokus, crucigramas, etc. También los videojuegos o ciertas aplicaciones móviles pueden ayudarte a entrenar la memoria.

6. Usa técnicas mnemotécnicas. Las rimas, los acrónimos, las visualizaciones o las fragmentaciones nos ayudan a recordar listas de palabras, fechas, sitios, etc. Úsalas para recordar aquello que más te cueste. Puedes crear o adaptar mnemónicos para casi cualquier cosa, incluyendo una lista de tus empleados o de proyectos, o simplemente la lista del súper. De esta forma, ejercitas tu memoria y puedes recordar cosas que te cueste más.

7. Aprende una nueva habilidad. Aprender nuevas habilidades, practicar un nuevo hobby o atreverse con nuevas emociones nos ayuda a estimular el sistema neurológico. Busca actividades mentalmente estimulantes y que te gusten como aprender a tocar la guitarra, pintar, tejer, etc.

8. Pregúntate todos los días qué has comido el día anterior, qué cenaste el sábado o qué ropa llevabas hace una semana. Este tipo de preguntas obligan a tu memoria a ejercitarse y trabajar.

9. Hay muchos métodos para fortalecer la memoria y trabajarla. Uno de ellos, usado incluso en el ejército estadounidense, consiste en sentarse en una habitación a oscuras con un punto de luz al lado. Coge una hoja escrita y obsérvala unos segundos. Apaga la luz y deja que tus ojos se acostumbren a la oscuridad. Enciende de nuevo y enfoca de nuevo al texto. Repite hasta que seas capaz de repetir todo un párrafo en voz alta en el orden correcto.

10. Practica meditación. La meditación mejora la memoria y disminuye las divagaciones y la desconcentración.

11. Come chocolate (en su justa medida). Los flavonoides del cacao ayudan a un mejor funcionamiento cognitivo, estimulan la perfusión cerebral, favorecen la neurogénesis y potencian el aprendizaje y la memoria.

12. No te encierres en casa. Relacionarse con otras personas, salir, tener amigos y disponer de una red social amplia favorece la memoria. Así lo recoge al menos un estudio realizado por un equipo de investigadores australianos, en el que se afirma que las personas que mantienen mayor contacto con amigos cercanos en particular y una mayor red social en general, tienen un mejor rendimiento en pruebas de memoria.

13. Reduce el estrés. El estrés intenso y crónico puede dañar la memoria y otras habilidades cognitivas, incluyendo la memoria a corto plazo y la memoria autobiográfica. Según un estudio reciente, el cortisol, la hormona del estrés, puede inundar los bancos de memoria del cerebro, disminuyendo la capacidad de reconocer y recordar. Así que reduce el estrés de tu vida, practica meditación y prioriza.

¿Qué enfermedades hay relacionadas con la memoria?

La pérdida de memoria es algo normal relacionado con la edad. Pero, además, otras enfermedades o problemas pueden causar pérdidas repentinas de memoria, tanto a corto como a largo plazo:

- Tumores

- Tratamientos para el cáncer

- Conmoción o traumatismo craneal

- Insuficiencia de oxígeno al cerebro cuando el corazón o la respiración se detienen durante demasiado tiempo

- Infección cerebral grave

- Una cirugía mayor o una enfermedad grave

- Amnesia global transitoria (pérdida súbita y temporal de la memoria) por una causa incierta

- Hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro)

- Esclerosis múltiple

- Demencia

La pérdida de la memoria puede ser un signo de demencia. La demencia también afecta el pensamiento, el lenguaje, la capacidad de discernimiento y la conducta. Las formas comunes de demencia asociadas con la pérdida de la memoria son:

- Enfermedad de Alzheimer

- Demencia por cuerpos de Lewy

- Demencia frontotemporal

- Parálisis supranuclear progresiva

- Hidrocefalia normotensiva

- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (la enfermedad de las vacas locas)

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