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Cómo ser un buen conversador

Cómo ser un buen conversador

Saber conversar con los demás y no resultar pesado o aburrido es fundamental para nuestra vida social y laboral. Si tienes mucha timidez o problemas para conversar con los demás, estos consejos seguro que pueden ayudarte.

Índice

¿Qué es ser un buen conversador?

Un buen conversador es una persona que cumple las siguientes características al hablar con los demás:

- Escucha activa: pone atención en lo que dice la otra persona y lo demuestra con gestos o palabras.

- No interrumpe a los demás cuando hablan.

- Evita un vocabulario pedante o rebuscado, elige palabras que todo su público comprenda.

- No trata de dominar la conversación ni de imponer sus ideas.

- No utiliza argumentos falaces.

- No usa palabras malsonantes.

- Habla correctamente.

¿Por qué es importante ser un buen conversador?

Ser un buen conversador u orador es una cualidad importante para nuestra vida social, ya que te permite iniciar una charla con cualquier persona y resultar interesante, lo que es esencial para conocer gente nueva, hacer amigos, llevarse bien con los compañeros de trabajo… Pero es aún más importante si queremos ser emprendedores, ya que saber hablar con los demás nos ayudará en diferentes situaciones de comunicación:

- Al presentar nuestro negocio a posibles inversores o patrocinadores, ya que nos ayudará a persuadirlos y convencerlos de lo bueno que es nuestra idea o negocio.

- Al buscar y conseguir los primeros clientes.

- Para elegir y convencer a los mejores trabajadores para el puesto.

- Para reunir buenas críticas y opiniones.

Conversar es, de hecho, una habilidad fundamental que afectará literalmente cada área de tu negocio. Por eso, tenemos que comprobar si reunimos las características antes indicadas y, si no es así, saber cómo mejorar nuestra arte de la conversación.

Pasos para ser un buen conversador

1- Practica la escucha activa. Como decíamos, ser un buen conversador no consiste solo en saber hablar, es esencial saber escuchar al otro para que se sienta comprendido y agradecido de tu atención. Escúchale de verdad, con atención, con interés, absorbe sus palabras y retén toda la información que te explica, puede ser muy útil en el futuro. Y mírale a los ojos, asiente o hazle preguntas en los momentos clave para que vea que realmente te estás enterando de tus palabras.

2- Haz preguntas abiertas. Si haces preguntas cortas o cuya respuesta no es más que un sí o un no, obtendrás poca información y la conversación irá decayendo. Usa mejor preguntas abiertas. No preguntes “¿Te gusta nuestra nueva marca de ropa?”, es mejor hacer una pregunta tipo: “¿Qué opinas de nuestra nueva marca de ropa?”.

3- No interrumpas y deja que la conversación fluya, aunque parezca que se aleja del tema que quieres tratar, es mejor que sea una conversación amena y relajada para que le otro se sienta a gusto.

4- Evita los detalles a menos que sean necesarios. Mantén una explicación abierta, pero simple, a menos que el cliente pide más detalles, ya que estos a veces pueden meterte en un lío o hacer que quedes mal.

5- No improvises. Ten preparados y claros tus argumentos para que resulten creíbles. Si la conversación o reunión es muy importante, puedes incluso ensayarla con un compañero. Prepárate para diferentes escenarios y respuestas a tus peticiones.

6- Ponte en el lugar del otro. Ponerse en la piel del otro, saber qué busca y qué quiere escuchar es esencial para poder darle aquello que realmente quiere y necesita.

7- No olvides el lado emocional. Las emociones son lo que más nos acercan a los demás, así que no te presentes delante del otro como un robot. Hazle ver lo importante que es tu negocio, cuéntale qué te llevó a ponerlo en marcha, qué ilusiones has puesto en él… que la otra persona también empatice contigo.

8- No apabulles con un exceso de palabra o con un vocabulario grandilocuente. Baja las revoluciones si sueles hablar muy rápido y sé claro. Habla de forma pausada, sin resultar lento ni pesado.

9- Elige un tono de voz medio, ni muy alto ni muy bajo. El otro debe escucharte bien, pero no debes gritar.

10- Cuida tu lenguaje y expresiones, evita aquellas malsonantes o demasiado coloquiales.

11- Sé honesto, sincero, evita los argumentos falaces y las mentiras, si te pillan, quedarás fatal.

12- Sé dinámico, alegre, optimista y encantador, pero sin pasarse con las gracias o los chistes.

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