3 efectos que desconoces de la masturbación

Índice

• Estrés y alivio del dolor
• Previene ciertas enfermedades
• ¿Es adictiva?
• Otros beneficios de la masturbación

A pesar de ser un tabú en muchas partes del mundo, la historia nos dice que la masturbación ha existido prácticamente desde siempre, y que continuará para siempre.

Todos sabemos que el efecto secundario más obvio de la masturbación es sentirse bien y darnos placer, pero pocos saben que este pasatiempo puede tener muchos otros efectos secundarios, tanto buenos como malos.

Estrés y alivio del dolor

Masturbarse, como cualquier otra actividad sexual, libera endorfinas, sustancias químicas de nuestro cuerpo que proporcionan una sensación de felicidad y pueden aliviar el estrés.

Tanto en hombres como en mujeres, la masturbación proporciona una liberación de estrés, un tiempo para comunicarse con uno mismo (hacer un balance de su estado emocional y de sus necesidades) y, para algunos, incluso la posibilidad de una mayor autoconciencia o percepción.

Además, los efectos calmantes de la masturbación también pueden ayudarte a dormir mejor, e incluso puede reducir el dolor asociado con la menstruación y el coito postmenopáusico. Desde hace unos años se emplea también para aliviar el dolor de las contracciones del parto.

Provoca más flujo de sangre a la región pélvica, lo que acelera los períodos y disminuye el dolor. Para las mujeres posmenopáusicas, un estrechamiento de la vagina puede hacer que los exámenes pélvicos y el coito sean dolorosos, pero la masturbación, particularmente con un lubricante a base de agua, aumenta el flujo sanguíneo a los órganos sexuales.

Previene ciertas enfermedades

Lo creas o no, puede haber algunos beneficios positivos para la salud asociados con la masturbación, tanto para hombres como para mujeres. Por ejemplo, la masturbación puede ayudar a prevenir el cáncer de próstata al permitir a los hombres deshacerse de las toxinas que se acumulan naturalmente en su tracto urogenital.

Los hombres que eyaculan más de cinco veces por semana disminuyen estos niveles de toxina, y por lo tanto reducen su riesgo de cáncer de próstata en un tercio.

Además, la masturbación puede ayudar a combatir las infecciones del tracto urinario en las mujeres mediante el lavado del cuello uterino.

¿Es adictiva?

Lamentablemente, no todos los posibles efectos secundarios de la masturbación son necesariamente buenos. Por ejemplo, en algunos casos la masturbación puede servir como una manera crónica de evitar la intimidad con otros, lo que a la larga puede causar ansiedad.

Además, la masturbación estimula una respuesta de recompensa en el cerebro y, al igual que con cualquier actividad gratificante, es posible volverse adictos a la química de un orgasmo. Esto no sólo es malo para la salud mental, sino que la adicción al orgasmo puede requerir que los individuos necesiten más y más estimulación para obtener los mismos resultados, lo que puede conducir a daños corporales.

Otros beneficios de la masturbación

- Mejora la vida sexual: la masturbación implica conocerse mejor y saber qué es lo que te excita y cómo logras llegar al orgasmo, ya que no todas las mujeres alcanzan el clímax de la misma forma. Algunas son clitorianas (necesitan la estimulación del clítoris) y otras vaginales (necesitan la estimulación del punto G dentro de la vagina). Por lo tanto, masturbarse es una manera estupenda de saber lo que nos gusta y poder disfrutar más del sexo en pareja y en solitario, muy útil cuando no tenemos pareja. 

- Intensifica los orgasmos: masturbarse aumenta tu potencial orgásmico, ya que te enseña cómo tener un orgasmo y aumenta tu propia conciencia sexual. Eso te ayudará a tener orgasmos más a menudo y a disfrutarlos más.

- Aumenta la autoestima y la seguridad: al conocer tu cuerpo y controlar tu sexualidad, te sientes más segura contigo misma y tienes más autoestima en la cama, lo que se traduce en una mayor autoestima en todas las parcelas de la vida. - Te hace sentir mejor: no es solo por el placer momentáneo que proporciona el orgasmo, masturbarse libera una serie de hormonas llamadas de la felicidad que nos ayudan a sentirnos más felices y satisfechos.