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Las 5 etapas de la intimidad. ¿En cuál te encuentras tú con tu pareja?

Las 5 etapas de la intimidad. ¿En cuál te encuentras tú con tu pareja?

Al igual que el duelo tiene 5 etapas, una relación duradera también suele atravesar 5 fases diferentes según el momento en el que se encuentre la pareja. Conocerlas y saber en cuál te encuentras te puede ayudar a que tu relación dure y sea mejor.

Índice

Todos hemos oído hablar de las cinco etapas del duelo de acuerdo con el modelo de Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Parecidas a estas 5 etapas que atraviesa una persona cuando pierde a alguien, encontramos 5 fases relacionadas con la intimidad: Infatuación, aterrizaje, soterramiento, resurgimiento y amor con mayúsculas.

Aunque no todas las parejas evolucionan igual ni pasan estas etapas en el mismo orden o con la misma duración, sí es habitual que todas las parejas se encuentren en una fase u otra en su relación. Saber en cuál estás y si quieres seguir ahí o no puede ayudarte a tener una relación más estable y duradera.

Infatuación

La primera etapa, por la que pasan todas las parejas: el enamoramiento o infatuación, que hace referencia a ese estado emocional en el que la pasión por la otra persona arrasa con todo. Se caracteriza por urgencia, intensidad, deseo sexual, ansiedad e incluso absorción.

Esa persona, que probablemente acabas de conocer y con la que acabas de iniciar una relación, es el hombre perfecto, el amor de tu vida sin ninguna duda y solo quieres estar todo el tiempo posible con él. Los besos intensos a todas horas y en cualquier sitio y las relaciones sexuales frecuentes y largas marcan esta etapa.

Es una etapa muy dulce y almibarada, tanto que las parejas que se encuentran en esta fase pueden resultar agotadoras para los demás.

Las hormonas y la lógica rara vez coinciden, así que nos encontramos haciendo cosas como consultar el correo electrónico 24 veces por hora, no comer, pintarnos las uñas a medianoche, comprar ropa interior sexy, etc.

Este enamoramiento hace que tus niveles de dopamina se disparen, produciendo una euforia completa y total que conlleva a sexo intenso y frecuente. Y los estudios de escaneo cerebral muestran que el cerebro durante el orgasmo se muestra en un 95% igual que un cerebro bajo los efectos de la heroína lo que, biológicamente, no se puede aguantar mucho tiempo. Por eso suele ser una etapa corta.

Es, sin duda, una etapa maravillosa y muy dulce que, por desgracia, gradualmente va desapareciendo para dar paso a la siguiente.

Aterrizaje

Es decir, caemos desde lo más alto a la tierra para darnos cuenta de que no es todo tan fantástico como pensábamos. Esa niebla que lo envolvía y lo hacía todo tan maravilloso desaparece y empezamos a ver las cosas con más claridad. Y no solo eso, empezamos a darnos cuenta de que cosas que antes nos encantaban, como su manera de comer o sus chistes, ahora nos espantan y no sacan de quicio.

De todas formas, el aterrizaje no siempre se produce de la misma forma. Puede ser ligero y dulce, o rocoso y descontrolado. Pero sea como sea, la medianoche ha llegado y el hechizo de Cenicienta desparece.

Soterramiento

Esta etapa empieza cuando la rutina entra en tu relación y entierra el amor, las muestras de afecto, etc. Antes de que te des cuenta, las conversaciones se centran en cosas como quién lava la ropa, los problemas con tu jefe o su madre loca.

Esta etapa no tiene por qué ser mala ya que implica que la relación se vuelve real y forma parte de nuestra vida cotidiana, de sus problemas, sus alegrías, etc.

Lo importante si estás en esta etapa es darse cuenta de ello para que no nos entierre con ella ni acabe con la relación. A pesar de que la rutina es inevitable, tomaros un día a la semana para hacer locuras, tener una noche de sexo especial o hacer algo para que la relación resurja de sus cenizas.

Resurgimiento

Y en ese momento comienza esta nueva etapa, aquella en que de repente te das cuenta de lo que realmente quieres a tu pareja después de tanto tiempo o lo sexy que te sigue pareciendo.

No es una etapa tan intensa como la primera, sino más dulce y tranquila. Una etapa en la que aceptas sus defectos ya que sabes que tú también los tienes y agradeces que los acepte. Valoras su amor de una manera distinta, así como su apoyo y su amistad.

A esta etapa se puede llegar de manera natural o tras resolver un grave conflicto de pareja, tras una cita maravillosa, una noche de sexo inesperada o tras acudir a terapia de pareja. Cualquier cosa nos puede hacer despertar del soterramiento y llegar a esta fase.

Amor

De esto se trata, ¿verdad? De mirar a la persona con la que compartimos nuestra vida y sentir que realmente lo amamos. Estar agradecido por tenerlo en nuestra vida y querer seguir compartiéndola con él.

En esta etapa el sexo es (generalmente) mejor de lo que ha sido hasta ahora ya que ambos se conocen y saben lo que le gusta al otro.

Este verdadero amor, según los expertos, florece a partir del quinto año de relación; el resto es una rotación -a veces rápida y a veces lenta- de las otras etapas.

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