Beneficios de la avena
La avena es un cereal consumido desde hace más de 4.000 años que, en los últimos tiempos, se ha puesto muy de moda ya que es el cereal con mayor concentración de vitaminas y minerales, además de tener grasas insaturadas, por lo que es muy beneficioso y tiene múltiples propiedades positivas para nuestra salud.
Índice
Propiedades de la avena
La avena es una gran fuente de proteínas e hidratos de carbono, por lo que proporciona energía al organismo, evitando las bajadas de glucosa y la sensación de cansancio. De hecho, posee hasta un 25% de proteína, superando a cualquier cereal y situándose al nivel de otras fuentes de proteínas animales como la carne, la leche o los huevos.
También contiene grasas saludables, es decir, grasas instauradas y ácido linoleico que ayudan a controlar los niveles de colesterol malo y triglicéridos.
Entre las vitaminas que presenta destacan las del complejo vitamínico B, vitamina A, vitamina E y vitamina D.
Cuenta además con gran variedad de minerales como el calcio, el hierro, el zinc, el manganeso, el selenio o el cobre.
Los copos de avena tienen también 6 de los 8 aminoácidos esenciales: isoleucina, leucina, lisina, metionina, y fenilalanina, que ayudan también a eliminar el colesterol malo. Por eso es más completo que el resto de cereales ya que el trigo solo contiene un aminoácido y la cebada y el centeno, ninguno.
La avena tiene una elevada cantidad de fibra soluble e insoluble, muy buena para el sistema digestivo, para depurar el organismo y para regular el colesterol. En resumen, hay que incluirla en la dieta porque es bueno para la salud.
Beneficios de la avena
Todos estos nutrientes hacen que la avena sea un alimento muy completo y sano que otorga a nuestro organismo los siguientes beneficios.
- Favorece el sistema digestivo
Dada la gran cantidad de fibra soluble que tiene, la avena ayuda a regular el sistema digestivo, mejorando el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento. También mejora la flora intestinal, alivia el reflujo y la acidez.
- Reduce el colesterol malo
Como hemos visto, la avena contiene grasas insaturadas, aminoácidos esenciales y fibra que ayudan a reducir el colesterol LDL o malo, evitando que este llegue al intestino. Además, la fibra ayuda a eliminar los depósitos de grasa que se acumulan en las arterias, lo que protege al organismo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la angina o el infarto.
- Regenera los tejidos
La elevada concentración de proteínas ayuda a la producción y desarrollo de tejidos nuevos.
- Controla los niveles de azúcar en sangre
Al poseer hidratos de carbono de liberación lenta y fibra soluble, estabiliza los niveles de azúcar en sangre, evitando los picos del mismo, por lo que es muy buena para las personas diabéticas. Mejora la digestión del almidón y mantiene estable el nivel de glicemia, sobre todo después de comer. También reduce la absorción de azúcar en el intestino. Estos hidratos ayudan también a mantenernos saciados por más tiempo.
- Evita la osteoporosis
Dado su alto nivel de calcio, la avena ayuda a evitar la descalcificación de los huesos y, por lo tanto, la osteoporosis, por lo que es muy recomendable en mujeres que se acercan a la menopausia.
- Previene el cáncer
La avena tiene una gran cantidad de sustancias fotoquímicas que ayudan a prevenir el cáncer. Los fitoestrógenos y los lignanos están relacionados con la disminución de las hormonas ligadas al cáncer de mama y se cree que los fotoquímicos de la avena pueden prevenir otros tipos de cáncer como el de endometrio, ovario o próstata.
- Ayuda a adelgazar
La avena consumida de forma regular ayuda a mantener el peso bajo control y a no comer entre horas dado su poder saciante. Aun así, dado su gran poder calórico, no hay que consumir mas de dos cucharadas al día.
- Mejora el funcionamiento del sistema nervioso
Su alta concentración de vitaminas del complejo B, especialmente B1 y B2, ayuda al correcto funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, por eso es muy buena para los bebés y niños en desarrollo.
- Mejora la salud de nuestra piel
Las hojas de avena ayudan a limpiar la piel y absorber las toxinas y la suciedad que se haya acumulado en ella. Es una forma natural de mantener el equilibrio del pH de la piel. Por eso, la avena se usa en muchos productos cosméticos e higiénicos para hidratar, exfoliar y cuidar la piel.
Además, los baños de avena son un tratamiento muy eficaz para combatir distintas enfermedades cutáneas, especialmente dermatitis atópica o irritaciones gracias a sus propiedades emolientes. También puede ser un remedio casero efectivo contra el herpes y la varicela.
- Previene el hipotiroidismo
El alto contenido en yodo de la avena ayuda a regular el funcionamiento de la glándula tiroidea, previniendo el hipotiroidismo.
- Evita la anemia
Su alto contenido en hierro previene la anemia ferropénica y ayuda al transporte del oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.
- Cuida la salud del hígado
Los aminoácidos esenciales que tiene ayudan al hígado a depurar los compuestos pesados, evitando que se acumulen en él.
- Previene el envejecimiento
Las avenantramidas, al ser polifenoles, tienen propiedades antioxidantes, es decir, combaten la oxidación celular y ayudan a prevenir el envejecimiento celular.
- Aporta mucha energía
La avena aporta mucha energía, por eso es ideal para desayunar.
¿Cómo consumir la avena?
Se puede consumir en forma de salvado, copos, granos enteros, las hojuelas… Es mejor consumirla cruda, sin cocinar, para que no pierda ninguna propiedad, aunque en este caso se recomienda remojarla en agua un rato para suavizar su sabor.
Además, la avena se puede usar para muchas recetas diferentes como batido de avena y frutas, panqueque, galletas, pan, cereales con leche, yogur con avena, etc.
Es muy aconsejable consumirla en el desayuno para evitar el hambre a media mañana y regularizar todas las funciones del sistema digestivo.
Fuente:
Farmacia Bio: https://www.farmacia.bio/avena/
