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Tu “yo” de 14 años no se parece nada al que tendrás cuando llegues a los 77

Tu “yo” de 14 años no se parece nada al que tendrás cuando llegues a los 77

Si bien es cierto que nuestra personalidad y nuestra forma de ser depende en parte de nuestra herencia genética, depende mucho más de nuestras experiencias y vivencias. No hay más que pensar en cómo éramos con 14 o 15 años, al entrar a la adolescencia. ¿Eras tímida o extrovertida, tranquila o temperamental, responsable o no? Ahora piensa en cómo eres actualmente. Además de los cambios obvios externos y en gustos, ¿tu personalidad ha permanecido más o menos igual? ¿Eres muy distinta de esa chica de 14 años?

Índice

Cambiamos mucho a lo largo de los años

Investigaciones anteriores habían descubierto que la personalidad generalmente permanece relativamente estable desde la adolescencia hasta la adultez temprana, pero apenas había estudios que se hubieran centrado en la personalidad más allá de esta edad. Ahora, investigadores de la Universidad de Edimburgo han completado el estudio de la personalidad más antiguo de todos los tiempos, midiendo la personalidad en el mismo grupo de personas desde la adolescencia temprana hasta su madurez. Los resultados, publicados en la revista Psychology and Aging, descubrieron que puede haber grandes diferencias entre las personalidades de las personas a los 14 y a los 77 años.

"La personalidad en la vejez puede ser bastante diferente de la personalidad en la infancia", concluyeron los investigadores.

Para la primera parte del estudio, los investigadores utilizaron datos de un estudio de 1950 en Escocia donde los profesores calificaron a sus estudiantes de 14 años sobre seis características de personalidad: confianza en sí mismos, perseverancia, estabilidad de estados de ánimo, conciencia, originalidad y deseo de sobresalir.

En 2012, los investigadores rastrearon a 635 de esos adolescentes que habían sido evaluados más de seis décadas antes. De ese grupo, 174 aceptaron participar en una nueva encuesta un año después. Ahora, con 77 años, se calificaron a sí mismos con los mismos rasgos de personalidad que los maestros les habían calificado tantos años antes. Además, nombraron a un amigo cercano o a un miembro de la familia para calificarlos con las mismas características.

La personalidad cambia a través de la vida

Los investigadores encontraron que no había una correlación significativa entre las calificaciones que los docentes habían ofrecido cuando los participantes tenían 14 años y las calificaciones que los participantes se daban a sí mismos o las que sus amigos les daban a los 77 años.

"Creamos la hipótesis de que encontraríamos evidencia de la estabilidad de la personalidad durante un período aún mayor de 63 años, pero nuestras correlaciones no respaldaron esta hipótesis, lo que parece ser inconsistente con los resultados previos", escribieron los investigadores. Así que resulta que un adolescente puede no parecerse en nada a la versión más antigua de sí mismo.

"La personalidad cambia solo de forma gradual a lo largo de la vida, pero en la vejez puede ser bastante diferente de la personalidad en la infancia", concluyen los investigadores. "Los estudios futuros deberían centrarse en desarrollar una mejor comprensión de cómo y por qué la personalidad cambia a lo largo de la vida".

¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Crees que has cambiado desde la adolescencia? ¿Crees que cambiarás más en los próximos años? Obviamente estos cambios dependen de muchos factores, aunque el principal es, sin duda, las vivencias y experiencias que tenemos a lo largo de nuestra vida. Una persona con una vida relativamente fácil y feliz, que no haya sufrido grandes desgracias y problemas, es probable que sea más optimista y feliz, mientras que una que haya sufrido mucho puede llegar a los 77 años sin ganas de seguir viviendo y cansada de todo lo sufrido.

Por supuesto, también dependerá de los éxitos a nivel personal y laboral y de la salud. Estar rodeado de seres queridos con 77 años y encontrarse bien hará que nuestras percepciones personales acerca de los rasgos antes descritos sean distintas que si estamos solos y con problemas de salud.

En resumen, nuestra personalidad cambia y no es igual a los 14 que a los 77 años, aunque por supuesto la manera en la que lleguemos a esta edad también hará que la confianza en sí mismos, la perseverancia, la estabilidad de estados de ánimo, la conciencia, la originalidad y el deseo de sobresalir varíen enormemente de unos a otros.

Fuente:

“Personality Stability From Age 14 to Age 77 Years”, Mathew A. Harris, Caroline E. Brett, Wendy Johnson e Ian J. Deary.

Redacción: Irene García

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