Mi jefe me odia, qué tengo que hacer
¿Crees que tu jefe te odia? ¿Cada vez que le propones algo lo desprecia y no te hace ni caso? ¿Te sientes deprimida y mal cada vez que tienes que ir al trabajo? No lo dejes pasar y haz algo ¡ya!
Índice
¿Cómo saber si tu jefe te odia?
Algunos jefes son más serios que otros o tienen un comportamiento más brusco y seco, pero eso no significa que tenga algo contra ti o que te odie. Estas son las señales básicas que confirman que, realmente, tu jefe te odia:
- Nunca te incluye en las conversaciones y te ignora siempre en todas las comunicaciones o actividades que lleva a cabo la empresa.
- Nunca sonríe cuando estás cerca ni se ríe delante de ti. Si está con otros compañeros pasando un buen rato, corta las risas en cuanto te ve llegar. Incluso parece que hace un esfuerzo por no sonreír y estar más serio solo cuando estás tú, pero no se porta así con los demás.
- No mantiene el contacto visual contigo por miedo a que detectes su hostilidad hacia ti, así que mira siempre hacia otro lado o evita estar cerca de ti.
- Evita hablar contigo y relacionarse contigo, pero si no tiene más remedio que hacerlo, se muestra seco y cortante, especialmente si hay otros compañeros delante.
- Te deja siempre en mal lugar, humilla tus ideas y opiniones y no acepta ninguna de tus sugerencias. Y si tienes alguna idea tan buena que no tiene más remedio que aceptarla, se la apropia.
- Nunca te hace valoraciones positivas sobre tu trabajo. En general, ni positivas ni negativas porque intenta no hablarte.
- No te saluda ni te da las gracias, obviando las cortesías mínimas de educación.
- Te pone peros y problemas a la hora de pedir las vacaciones, días libres, ascensos o cualquier mejor laboral, incluso aquellas que te corresponden por ley respecto al salario.
Si se dan estas condiciones, entonces está claro que tu jefe siente algún tipo de animadversión hacia ti, por lo que lo primero que deberás hacer es averiguar la causa, es decir, si es algo personal o laboral.
¿Por qué te odia?
Si crees que es personal, probablemente se deba a alguna historia o problema que hayáis tenido en el pasado. Piensa en toda vuestra historia personal desde que os conocéis y busca el momento en el que las cosas empezaron a ir mal. ¿Tuvisteis alguna historia de amor o rollo de una noche? ¿Con él o con algún compañero cercano a él que haya podido causar esta actitud? ¿Te has reído de él en algún momento o burlado de él con algún compañero? Quizá algún compañero tuyo se ha ido de la boca y le ha contado algo que ha podido provocar ese odio hacia ti. Piensa bien en ello ya que, aunque tu jefe se está portando mal y no debería de tratarte así bajo ningún concepto, quizá la causa está en algo que hiciste y averiguarlo sea el principio de la solución.
Si crees que es laboral, céntrate en investigar vuestros correos, conversaciones, proyectos en común… puede que sienta envidia de ti, o miedo de que le quites el trabajo.
¿Cómo actuar si tu jefe te odia?
Sea cual sea la causa, esa actitud es intolerable ya que tu jefe debe ser profesional en el trabajo y tratarte con respeto y dignidad, valorando tu trabajo de manera adecuada, hayáis tenido problemas personales previos o no.
Si sabes por qué te odia, habla con él e intenta arreglar la situación cara a cara. Quizá una disculpa por parte de ambos pueda reconducir la situación y podáis empezar de cero. Intenta encontrar puntos en común con él para que la relación mejore.
Concéntrate en lo que puedes aportar a la empresa y busca nuevas alianzas con otros compañeros para conseguir apoyos frente a tu jefe. También puedes buscar oportunidades que te pueden ayudar a destacar en la empresa, sin depender de tu jefe.
Si no sabes a qué viene ese odio también puedes hablar con él, preguntárselo y hacerle ver que su actitud es cobarde e irrespetuosa.
Si nada le hace cambiar y te sigue tratando mal, eleva una queja a los superiores o al departamento de recursos humanos de la empresa para que tomen cartas en el asunto antes de que denuncies por acoso laboral. Pueden cambiarte de departamento, advertirle o tomar la decisión que juzguen más conveniente para protegerte de sus malos tratos.
Lo que no debes hacer es hacerte la víctima ni pasearte por la oficina quejándote con el resto de compañeros, ya que eso solo empeorará la situación.
Si nada sirve, solo tendrás dos opciones: denunciar o cambiar de trabajo, pero es fundamental que te sientas valorado y aceptado en el trabajo para que este no se convierta en un infierno.
