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¿Coquetear en siete pasos? ¿Cómo?

¿Coquetear en siete pasos? ¿Cómo?

El coqueteo es una parte importante de la vida. Este puede ser una forma divertida y aventurera de conocer a otros y de desarrollar relaciones íntimas. Sin embargo, para muchas las personas el coqueteo es una experiencia plagada de ansiedad. Por suerte para ellos, la ciencia nos deja siete claves para que coquetear no tenga que ser un esfuerzo, y que podamos estar mucho más relajados al hacerlo. ¿Quieres saber cuáles?

Índice

El coqueteo es esencial en nuestra vida

El estudio asegura que el coqueteo es una parte universal de la vida humana. Como animales sociales, solamente necesitamos una forma natural de expresar ese interés sexual en los demás y promocionarnos como socios dignos. Es por esta razón por lo que los comportamientos coquetos aparecen en distinta forma en cada cultura. A algunos, por ejemplo, los hace estar más ansiosos, pero ¿por qué sucede esto?

En primer lugar, tal y como se aclara en el estudio, hay que saber que el coqueteo está ligado al sistema límbico, que son aquellas partes antiguas del cerebro humano que controlan los impulsos basados en la supervivencia como pueden ser la sexualidad y todas las emociones que vienen con él. Es decir, que el coqueteo es más un comportamiento impulsivo que una habilidad social, aunque lo cierto es que no es del todo instintivo porque también se rige por las normas culturales.

Para poder, por tanto, reconfigurar el sistema límbico con el objetivo de sentirnos menos ansiosos y agobiantes, uno puede estudiar su evolución y reunir también una serie de consejos para sentirse más cómodo. Según la ciencia, todavía tienes siete consejos para coquetear sin que esto te produzca agobio o ansiedad.

7 pasos para coquetear

En primer lugar, la autoconfianza. Que a primera vista podría ser visto como un mal consejo o como un buen consejo, pero que si se hace bien puede resultar muy útil, pero si se hace mal…Porque todos sabemos que es mucho más sencillo decir que uno tiene confianza que tenerla realmente. El doctor y autor Ivan Joseph ve la autoconfianza en realidad como una habilidad que cualquiera puede desarrollar. ¿Tú también te ves capaz? Para él, existen, además, varios hábitos que se pueden adoptar para fomentarla como la repetición, la autoafirmación y el poder del refuerzo positivo.

La sonrisa, claro. ¿No decían eso de “Ríete y el mundo se reirá contigo; llora, y llorarás tú solo”?  Pues, efectivamente, debe ser así. La sonrisa provoca dos fenómenos psicológicos en las personas. El primero de ellos es la teoría de la autopercepción que se plantea, según Simone Schnall y James D. Laird, actuando como si se estuviera sintiendo la emoción. Entonces, se sentirá. El segundo fenómeno es el contagio emocional. Por norma general, las personas sonrientes son más felices, más placenteras y también más atractivas para estar en una relación porque su felicidad nos contagia.

El contacto visual también importa, y mucho. Aunque lo cierto es que muchos de nosotros nos sentimos mucho más cómodos mirando, por ejemplo, al Sol que haciendo contacto visual con otra persona. Por suerte, Jodi Schulz, educadora en la Universidad Estatal de Michigan, lo ideal para lograr mantener el contacto visual adecuado, hay que mantener la mirada un 50% mientras se habla y un 70% mientras se escucha, y si se quiere evitar una mirada incómoda habrá que mirar a los lados de vez en cuando, aunque el movimiento ha de ser siempre lento y deliberado. Para Schulz, ese contacto visual, al menos en situaciones cotidianas proporcionan un punto de referencia útil para comenzar.

¿Hablar con el cuerpo? Por supuesto, esa sonrisa juguetona y los ojos ahora mismo están algo ocupados, pero todavía falta algo más de ti y de tu cuerpo. Recuerda que el lenguaje corporal es un componente esencial para la comunicación y al igual que la sonrisa este juega también un papel muy importante en la autopercepción y el contagio emocional. Además, cuando alguien está coqueteando contigo, lo sabrás porque el lenguaje corporal también puede ayudarlo a saber si la persona devuelve su interés. Si sus pies te apuntan, tienes su atención.

Y aunque creas que con eso ya lo tienes todo, todavía falta lo mejor. El humor. Así es, el humor podría considerarse también como una técnica de coqueteo agradable. Para Jean Smith, la risa indica atracción y estimula nuestro cerebro a producir oxitocina que se trata en realidad de un potenciador del gusto. Dicha oxitocina se produce en el hipotálamo, una parte del sistema límbico. Sin embargo, son muchos los que se equivocan pues quieren atraer a todos, cuando en realidad lo único que uno debe hacer es atraerá las personas que coinciden contigo.

Asimismo, también es importante aprender a reconocer cómo otros coquetean ya que de esta forma se obtiene confianza tanto para coquetear como para entender también si el objeto de su atracción está también interesado o no. Y, por supuesto, coqueteando con el rechazo. La sonrisa, el humor y el lenguaje corporal crean conexiones a través de la psicología que hacen que otros disfruten de tu presencia promoviendo a su vez la búsqueda de tu intimidad, pero esto es realidad no solamente quita la presión del coqueteo, sino que también adormece la “picadura del rechazo”, es decir, que duele menos que te rechacen porque, según Smith, cuando pensamos en coquetear de esa manera, el paradigma de rechazo cambia. Por eso, asegura, “hay que salir, divertirse y hacer simplemente algunas conexiones”. Con eso, “la supervivencia de la especie ya debería funcionar por sí misma”.

¿Y tú? ¿Sobrevives al coqueteo?

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