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Cómo dejar la ropa blanca

Cómo dejar la ropa blanca

Seguro que te has enfrentado más de una vez con alguna prenda que, por más que la metías en la lavadora, no conseguías que su blanco fuera perfecto. Esa copa de vino que escapaba de tus manos en alguna cena, la marca que ha dejado tu nuevo pintalabios o la camiseta del fútbol de tu hijo, hacen que la tarea de dejar la ropa blanca sea algo más complicada.

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La ropa amarillea

Pero no siempre pasan cosas como estas. Es decir, simplemente, el uso y los continuos lavados hacen que tu ropa pierda el blanco original. Y, claro está, sea por una causa u otra, lo único que queremos conseguir es ese blanco del primer día.

Es cierto que lo más habitual es acudir a la lejía o a otros blanqueadores químicos que siempre nos dejan la ropa blanca. Sin embargo, el uso constante de estos y sus compuestos acaban amarilleando la ropa. Vamos, que a veces es peor el remedio que la enfermedad, y por eso es mejor no abusar de ellos.

Entonces, ¿qué puedo hacer?

Ante todo, tranquilidad. Existen muchas soluciones para dejar la ropa blanca sin usar lejía u otros blanqueadores, y así evitarnos el disgusto de ver en ella ese color amarillento que parece imposible de quitar.

Así que no sufras, aquí puedes leer algunos trucos para conseguir el blanco que quieres:

1. Separa la ropa blanca de la ropa de color. Pon un poco de quitamanchas en los cuellos y puños de las camisetas blancas, que suelen estar más sucias, y déjalas a remojo una hora con agua caliente y un poco de detergente. Luego, lávala a la temperatura más alta recomendada.

2. El sol, quizás el truco más natural y ecológico. La luz del sol contribuye, en gran medida, a blanquear la ropa que se ha quedado algo amarillenta. Opta por dejar tus sábanas y ropa al sol para blanquearlas con un poco de jabón neutro. Toma nota: tras lavar tus prendas, aplica jabón de lagarto en tu ropa y déjala secar al sol. Quedarán como el primer día.

3. Si eres fan de la lejía, debes saber que el bicarbonato de sodio tiene la misma finalidad y consigue evitar que aparezca ese color amarillento en tu ropa y que con el uso continuo de la lejía tiende a manifestarse. La mejor manera de que resulte efectivo es añadiendo media taza de polvo de bicarbonato de sodio en el momento del prelavado antes del detergente.

4. No te preocupes si tus aliados son los blanqueadores químicos. Un sustituto de ellos es el bórax, otro efectivo blanqueante pero sin la toxicidad del resto de blanqueadores.

5. En cuanto llega el invierno, es frecuente preguntarse qué hacer con la lana blanca que ha perdido su brillo y color con los lavados. No te preocupes, puedes enjuagar la ropa de tejido con un par de cucharadas de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno). Recuerda que debes ser precavido con la cantidad, la lana es una prenda muy delicada.

6. Para dejar tus camisas más blancas, puedes optar por meterlas a remojo en agua con amoniaco y un vaso de agua oxigenada. Debes frotar bien con tus manos en la zona de los puños y el cuello, ya que es donde se acumula más suciedad. Tras esto, lávalas con el programa habitual de tu lavadora.

7. ¿Limón? Sí, limón. Este cítrico es un gran potente blanqueante del que puedes utilizar su jugo para lavar tu ropa a remojo con agua, o bien introducir medio dentro de un calcetín en tu lavadora antes de ponerla en funcionamiento.

8. El vinagre blanco ayuda a eliminar la suciedad y acaba con los virus y bacterias de tus prendas. Además, no es agresivo con los tejidos. Mézclalo con limón para que no huela mal.

9. Otro gran truco, el de la leche fría. Puedes sumergir tus prendas en leche, dejarlas reposar un tiempo, y luego simplemente lavarlas con el detergente de siempre.

10. Por último, conviene que laves tu ropa siempre con agua fría. Los colores se mantendrán más vivos y el blanco más blanco y brillante. El resultado será casi inmejorable si añades además media taza de vinagre y pones dos cucharadas de bicarbonato de sodio.

Finalmente, recuerda que debes prestar especial atención al tejido de tu ropa y mirar bien las etiquetas con las instrucciones que favorecen el correcto lavado de tus prendas para mantenerlas en buen estado durante más tiempo.

Estoy segura de que siguiendo alguno de estos trucos conseguirás que tu ropa blanca vuelva a lucir tan estupenda como cuando la compraste. ¡Suerte!

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