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¿Cómo se debe estudiar para un examen?

¿Cómo se debe estudiar para un examen?

Cuando entramos en la Universidad nos damos cuenta de que las cosas han cambiado, y mucho. Eso de estudiar los días previos al examen debería acabarse, pues los exámenes ya no son tan sencillos como lo fueron en su día en el colegio. Ya somos unas personas adultas que intentan labrarse un buen futuro, y para ello hay que ser consecuente y responsable, pero, sobre todo, estudiar seriamente y sin prisas, o al menos es eso lo que nos dicen.

Índice

La mayoría estudia de memoria

El problema de la mayoría de los estudiantes, o quizás de lo que indirectamente a esos estudiantes a través de los años se les ha ido transmitiendo, es la alta capacidad para estudiarse un determinado temario de memoria antes de realizar cualquier examen, pero no para retener esa información durante mucho más tiempo y, peor aún, sin entender la mitad de lo “aprendido”.

Entonces ¿el problema está en que aprendemos por y para un único objetivo de corta duración y nada más? Así es, aprendemos por un único objetivo y es más, para esa recompensa. Es cierto que para los padres seguimos y seguiremos siendo siempre sus pequeños hijos que deben luchar para conseguir un buen puesto de trabajo y, por ello, cuando todavía nos encontramos en la Universidad, nuestros exámenes siguen teniendo el mismo valor para ellos que el que tenían en el colegio. Pero ¿nos sirve de algo? Acabamos llegando otra vez con el agua al cuello los días previos a la semana de los exámenes finales para contestar a un examen tipo test del que nos hemos aprendido la mayoría de afirmaciones de memoria y para dar respuesta a una pregunta teórica que nos metimos en la cabeza la noche anterior. Eso sí, cuando hacemos el examen ya hemos olvidado todo.

¿Cómo debemos estudiar para aprender realmente esa información que tenemos en nuestras manos y que nos sirva de algo el día de mañana?

1. Planifica tu hora de estudio. Lo primero es la organización. Y sí, aunque nos neguemos a creerlo, lo mejor para estudiar bien un examen es contar con el tiempo suficiente para ello. Además, si tenemos unos cuantos días de anticipación contaremos con un “periodo extra” para relajarnos o distraernos.

2. Di no a las distracciones. Actualmente, mientras estudiamos estamos con el teléfono móvil encendido, la tableta y el ordenador, y nos creemos que, aunque no lo miremos demasiado “estamos concentrados plenamente”, pero no es así. Nadie puede concentrarse por completo si tiene al lado su móvil y de vez en cuando mira las notificaciones que le saltan de las redes sociales. Esa no es manera de estudiar. El cerebro es muy engañoso y a la hora de hacerlo prefiere dedicarse a otras cosas que nada tienen que ver con el estudio. Lo ideal es escoger una parte de la casa o ir a la biblioteca, una zona más aislada que cuente con las condiciones idóneas para que cualquiera se concentre.

3. No memorices, presta atención. Aunque nos cueste creerlo, lo cierto es que para estudiar de manera eficaz no es necesario memorizar todos los puntos y detalles. Es mejor utilizar el método asociativo que el de la memoria en el que además podremos utilizar imágenes mentales o colores para asociar a una determinada idea.

4. Aliméntate bien y duerme las horas necesarias. Cuando uno no se alimenta adecuadamente ni duerme las horas suficientes que su cuerpo necesita, tendrá mucha menos energía y disposición tanto para estudiar como para presentarse a su examen. Es importante, por tanto, que nos mantengamos relajados porque nuestro cerebro necesita descansar para procesar toda la información. Sería bueno dormir como mínimo ocho horas diarias y evitar el consumo de alimentos procesados.

5. Realiza ejercicio físico. El deporte te ayuda a mantenerte en forma física y mentalmente, liberando tensiones y ayudándote a centarte mejor. 

6. Recurre a diferentes técnicas de estudio como mapas mentales, esquemas, subrayar, mapas conceptuales, técnicas mnemotécnicas... Todo lo que te ayude a estudiar y retener.

7. Motívate y date pequeños caprichos cada vez que avances en el temario. Es importante estar motivado y feliz para que sea más sencillo aprobar. 

El aprendizaje es la adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio o la experiencia. Un proceso a través del cual se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores y, por supuesto, una de las funciones mentales más importantes en humanos, animales y sistemas artificiales. En definitiva, el proceso mediante el cual se adquiere una determinada habilidad, se asimila una información o se adopta una nueva estrategia de conocimiento y acción. Sin embargo, si lo que aprendemos lo aprendemos de memoria, conseguir que el aprendizaje cumpla exactamente esta definición será una tarea más bien imposible.

¿Cómo se estudia para opositar?

Actualmente las oposiciones están muy de moda, y mucho más entre todos aquellos ex estudiantes que no encuentran trabajo de lo que han estudiado desde hace ya varios años y se sienten algo perdidos en el terreno laboral. Y ahora ¿qué? Pues bien, comenzar a estudiar unas oposiciones es una idea estupenda sobre todo para no pensar todo el día en que seguimos sin trabajo y creyendo que estudiar no sirve para nada. Las oposiciones son el procedimiento selectivo en el que varias personas concurren para ocupar uno o más puestos en una determinada empresa u organización. ¡Y con puesto fijo de por vida!

El problema es que todavía venimos con la idea de la Universidad, donde por mucho que intentáramos sacar días para estudiar adecuadamente seguíamos sin lograrlo. Y no, lo cierto es que no son comparables, pues el temario es mucho más amplio que para cualquier examen de universidad y hay muchísimos más conceptos que debemos conocer, por lo que si quieres tomarte en serio estas oposiciones está claro que debes cambiar el chip y, sobre todo, tener en cuenta todas esas recomendaciones que harán, al menos, que vayas mucho más relajado a cualquier tipo de examen, pero, sobre todo, siendo consciente de lo que estás aprendiendo.

La excepción. El tipo test

Por norma general, en los exámenes de preguntas cerradas resulta mucho más efectivo abarcar demasiado temario cada día para que, a fuerza de trabajar repetidamente sobre los distintos conceptos, nos vayamos quedando con los múltiples detalles pequeños que hay. También es una idea estupenda hacerse preguntas y realizar simulaciones constantemente, pero incrementando siempre la cantidad a medida que se acerca la fecha previa al examen. Además, en un examen tipo test será mucho más efectivo intentar recordar muchas pequeñas claves donde cada una contiene una pequeña información.

Y tú ¿cómo estudias antes del examen?

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