Cómo ahorrar en comida
Si tu idea es ahorrar, uno de los ámbitos más fáciles es en la comida. Como ya sabemos, en el momento de la compra solemos adquirir más alimentos de los necesarios, lo que también conlleva que desperdiciemos al año una gran cantidad de comida y, por supuesto, de dinero. Es por ello que debemos intentar ahorrar todo lo posible en la comida que sepamos que no vamos a consumir o saber aprovecharla. En este artículo te contaremos cómo hacerlo.
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La comida es un gran desembolso
Con la comida es cierto que puedes eliminar un gasto considerable si utilizas de forma adecuada la que tienes en casa y compras sólo lo que es necesario. Y es que cabe destacar que, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un tercio de la comida que se produce en el mundo termina en la basura, aproximadamente 1.300 millones de toneladas.
Para enfrentarnos a este hecho y evitar que la comida acabe en los contenedores, la mejor alternativa es ahorrar en la compra. Con sólo esta acción, aparte de mejorar nuestra economía, impediremos la superproducción de alimentos y daremos pie a que comience un reparto más eficaz de los recursos.
Consejos para ahorrar en la compra
1. No vayas a hacer la compra con hambre. Así podrás comprar todo lo que habías planificado previamente dejando atrás lo que no necesitáis que, además, siempre suele coincidir con aquellos alimentos que más grasas saturadas poseen.
2. En el momento previo de hacer la compra elabora una lista acorde a los menús de toda la semana teniendo siempre presente el número de personas y los platos a cocinar. Igualmente, tienes que examinar tu frigorífico y despensa para no comprar productos de los que ya dispones.
3. Establece un presupuesto máximo para cada semana y cíñete a él.
4. No te olvides de que debes observar la fecha de caducidad de los productos, especialmente en las ofertas.
5. Elige siempre productos de temporada porque son más baratos y además tendrán mejor sabor.
6. A la hora de colocar los alimentos en el refrigerador, el congelador y despensa de la cocina, coloca al final los nuevos y al principio los que ya estaban para evitar que se caduquen.
7. En el momento de la comida o cena es mejor que en los platos se sirvan cantidades pequeñas y repetir luego si se quiere para poder conservar la comida sobrante y guardarla para otro día.
8. Con la comida sobrante puedes también elaborar un caldo, croquetas, zumos,… y realizar otro plato diferente. Nada de tirar comida y dinero.
9. Recorta o guarda todos aquellos cupones de descuento que te encuentres o que te den y no dudes en aprovecharlos.
10. Compara precios entre los diferentes supermercados y compra en cada uno de ellos lo que tengan más barato.
11. No dudes en comprar las marcas blancas. Muchas de ellas, de hecho, tienen productos de más calidad que algunas marcas reconocidas. Puedes consultar en al OCU la relación calidad-precio de muchos productos de alimentación.
12. No compres algo solo porque está barato si realmente no lo necesitas o no lo vas a usar.
13. Compra al por mayor en aquellos productos que ofrecen grandes decsuentos al comprar mucha cantidad y que no caduquen, como el detergente, las servilletas, etc.
14. Planifica las comidas basándote en lo que está de oferta. Empieza por examinar lo que tienes en el frigorífico, prestando especial atención a los productos de pronta caducidad. A continuación, elabora un menú semanal de comidas para comprar aquello que vayas a comer, aprovechando para hacer un menú más sano.
15. Fíjate en el precio por unidad. Desde hace un tiempo las tiendas están obligadas a poner a cuanto sale la unidad (kilo, litro, etc.), lo que permite hacerse una idea más real de qué producto es el más barato. Compra el producto que te ofrece más por menos.
16. Cultiva tu propia comida. Si tienes un pequeño parque o jardín, o incluso una terraza grande, puedes plantar calabacines, tomates, lechuga, cebolla, otras verduras... y así, ahorrar otro poco.
17. Compra comida saludable, es más barata y más sana. Mucha gente que la comida fresca es más cara, pero no es cierto. Pescado, pollo, carne, frutas... cocínalos tú misma.
18. No te olvides de las tiendas del barrio, muchas de ellas ofrecen un mejor género y más económico, porque compran directamente al proveedor. Además, darás un pequeño empujón a los comercios de tu barrio.
Y, por supuesto, olvídate de los restaurantes, pedir comida o comer fuera, es donde más se gasta.
Fuente:
OCU
