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Cómo conseguir que las patatas fritas queden crujientes

Cómo conseguir que las patatas fritas queden crujientes

¿Quieres hacer unas patatas fritas crujientes y sabrosas, tan ricas como las que te sirven en algunos restaurantes? ¡No te pierdas estos sencillos consejos!

Índice

Equilibrio entre almidón, pectina y azúcares

El método para conseguir unas patatas fritas muy crujientes es llegar al equilibrio perfecto entre cantidad de almidón, pectina y azúcares. Si una patata tiene demasiados azúcares, se volverán muy marrones y caramelizadas antes de conseguir que se vuelvan crujientes.

Pero si tiene un exceso de almidón, se puede quedar muy babosa y blanda. Por último, es importante mantener la pectina ya que consigue que las patatas sean más firmes y no se deshagan.

Consejos para que las patatas fritas estén crujientes

Hacer unas patatas fritas crujientes no es tan sencillo como parece. Seguro que más de una vez te han quedado demasiado blandas por fuera o muy quemadas. Si quieres hacer unas patatas fritas perfectas, no dudes en seguir estos consejos que te proponemos:

1. Intenta que las patatas tengan todas la misma medida ya que, si no es así, no tardan lo mismo en freírse, lo que puede hacer que, al sacarlas, unas estén mucho más fritas que otras. Es más, algunos conocidos chefs dicen que, para que queden perfectas, deben medir entre 6 y 7 mm de grosor.

2. A la hora de comprar, compra aquellas que sean especiales para freír ya el resultado es mejor. La mejor es la patata agria, de carne compacta y con pocos azúcares. De hecho, esta patata no se suele usar para nada más.

3. Usa mucho aceite para freír y, por supuesto, aceite de oliva, el mejor aceite siempre para cocinar. El aceite debe cubrir las patatas por completo para que se haga bien la fritura.

4. Lava bien las patatas una vez cortadas antes de echarlas a la sartén para retirar el exceso de almidón y sécalas (el exceso de agua a la hora de freír no es bueno).

5. Fríelas dos veces. La primera vez, el aceite debe estar muy caliente, a unos 120-140º C. Echa las patatas poco a poco para no bajar de repente la temperatura del aceite y que no queden blandas y aceitosas. Fríelas unos 7 minutos, retira y ponlas sobre papel absorbente. En esta primera fase no deben estar doradas, sino blandas y amarillentas. Sube un poco más la temperatura del aceite, hasta que alcance unos 180º C, echa las patatas y fríelas otros 3 o 4 minutos, hasta que queden doraditas por fuera. Escurre de nuevo para eliminar el exceso de aceite y échalas sal al gusto. Recuerda que la sal se echa siempre una vez están fritas, no en la sartén.

6. Si tienes una freidora con cesta, úsala para que se frían todas a la vez. Si no, usa una espátula para sacarlas.

7. Corta las patatas, lávalas bien y congélalas dentro de una bolsa de plástico. Cuando quieras freírlas, sácalas y échalas al aceite. Si tienen escarcha, quítasela antes ya que el agua hace que el aceite salpique y pueden quedar blandas. Algunas personas recomiendan hacer la primera fritura, congelarlas y darles el último punto antes de servir. Y es que la congelación rompe aún más la estructura interior de la patata y así se consigue una textura interior mejor.

8. Hervirlas previamente. Para quitarles el exceso de almidón, se recomienda hervirlas en agua con sal unos 10 minutos. Debes tener cuidado de no hervirlas demasiado ya que, en ese caso, podría estropearse la pectina y la patata perdería firmeza. Para ello, puedes echarle al gua un chorrito de vinagre para retrasar la descomposición de la pectina. Echa una cucharada de vinagre por cada litro de agua. Retira del agua, sácalas bien con papel absorbente y verás cómo las patatas están más amarillas y firmes. Dejan que se templen antes de echarlas al aceite.

Seguro que con estos sencillos trucos consigues que tus patatas fritas queden sabrosas, crujientes y deliciosas. Eso sí, recuerda que es un alimento que no debe consumirse en exceso ya que, al freírlas, tienen más grasa que si las cueces o las metes al horno. Por lo tanto, debes dejar las patatas fritas para ocasiones especiales.

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¿Las patatas fritas son tan malas?

Las patatas fritas suelen tener un exceso de grasa y sal. Sin embargo, si se cocinan con aceite de oliva virgen y se escurre bien el aceite, pueden ser menos perjudiciales. Igualmente, se puede echar poca sal o cocinarlas al horno. De esta forma, son mucho más saludables ya que no cogen tanta grasa. No obstante, aunque no sea un plato saludable, tampoco es perjudicial si las tomas de vez en cuando.

No se pueden comer patatas fritas todos los días, pero un par de veces al mes no pasa nada. Y es que un consumo habitual de patatas fritas puede llevar a la obesidad, con el riesgo que eso conlleva y, además, nos expone a cierta sustancia cancerígena denominada acrilamida.

Por lo tanto, patatas fritas sí, pero de vez en cuando.

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