Cómo actuar ante la indiferencia
La indiferencia es un arma que todos usamos a veces para hacer daño a otra persona ya que todos necesitamos el contacto y la comunicación con otras personas, y cuando recurrimos a alguien para contarle algo y este nos ignora, sentimos una mayor frustración que si nos rechazaran ya que la indiferencia muestra una ausencia total de interés. Y ya se sabe: “No hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.
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La indiferencia nos afecta mucho
Como dijo Oscar Wilde, “Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen”. Y es que la indiferencia tiene muchos efectos dañinos sobre la psicología de una persona en la que se emplea, por eso se usa muchas veces como arma para hacer daño a otro o darle un toque de atención acerca de su comportamiento.
Y es que la indiferencia provoca una fuerte tensión mental ya que muchas veces no sabemos por qué la otra persona se porta así con nosotros, por lo que puede causarnos ansiedad y estrés la búsqueda de respuestas.
Además, genera confusión ya que cada vez que actuamos de una forma, esperamos una respuesta en la otra persona, pero si esta no se produce la comunicación se corta y se vuelve imposible, causando caos en nuestra mente.
La indiferencia permanente de una persona que nos importa mucho, un padre, un hermano, un amigo o nuestra pareja, puede crearnos una autoestima baja al pensar que no nos hacen caso porque no nos lo merecemos o no somos lo suficientemente buenos o interesantes.
Y, por último, nos puede causar soledad ya que somos seres sociales y sentir la frialdad de otra persona nos puede hacer sentirnos solos.
En resumen, la indiferencia duele ya que muestra distancia de la otra persona hacia nosotros y una aparente ausencia de interés, lo que nos hace sentir emociones negativas, frustrados y abandonados.
¿Por qué es indiferente conmigo?
Esta es la primera pregunta que todo el mundo se hace cuando solo recibe indiferencia por parte de otra persona. Las razones pueden ser muy diversas, aunque las principales son las siguientes:
- Necesita espacio: a veces las personas necesitan espacio y tiempo para pensar acerca de la relación o, simplemente, para disfrutar un poco de sí mismo y de su tiempo. Esto puede hacer que se muestra más distante durante un tiempo determinado.
- Es su naturaleza: algunas personas tienen un carácter más distante y frío, lo que les puede hacer parecer indiferentes ante los demás. Pero esto no es realmente así, sino que es su forma de comportarse con todo el mundo.
- Está enfadado: una manera de mostrar enfado a alguien es siendo indiferente con ella. De esta manera te darás cuenta de que algo pasa ya que, de repente, te ignora. Ahora solo queda averiguar la causa del enfado.
- No tiene los mismos sentimientos hacia ti que tú por él: es posible que tú estés mucho más implicada emocionalmente con esa persona y que, por lo tanto, busques su contacto permanentemente porque tu amor es mayor. Pero si él no siente lo mismo por ti ni necesita estar contigo a todas horas, cualquier rechazo a un plan o conversación te parecerá indiferencia.
- Es una forma de protección: la indiferencia puede usarse como un escudo para protegerse ante ciertas situaciones o personas que nos dañan emocional o físicamente. Puede que esté actuando así contigo porque te has burlado de él o le has hecho daño de alguna manera.
- Te está manipulando: la indiferencia es una gran arma de manipulación. De hecho, es la que emplean en muchas ocasiones los padres para conseguir que sus hijos les hagan caso o las parejas cuando sienten que el otro se aleja de ellos de alguna manera. También puede usarse como un castigo. Si es así, ten cuidado, puede que esa persona no te convenga para nada.
¿Cómo actuar ante la indiferencia?
Que alguien se muestre indiferente con nosotros no es agradable y hace mucho daño, pero en ocasiones está motivado por alguna causa concreta y lo único que podemos hacer es respetar la postura que ha adoptado el otro y darle tiempo hasta que se le pase.
También es conveniente averiguar la causa para poder buscar la solución más adecuada. O incluso ver si merece la pena buscar una solución o no ya que, si es un castigo o una forma de manipularnos por nada, simplemente para controlarnos, estamos ante una relación tóxica de la que es mejor alejarnos.
Si la causa es un desprecio anterior nuestro, lo mejor es hablar con esa persona, pedirle perdón, aclarar las cosas y empezar de cero, sin malos rollos.
Si no sabes por qué se está comportando de esa manera, debes hablar con ella tranquilamente, explicándole cómo te sientes y pidiéndole que te cuente por qué se está portando así contigo. Hazlo de manera pausada y sin presiones ni agobios. Tampoco debes mostrarte enfadado.
Si lo que buscas es arreglar la relación con esa persona, nunca debes actuar de la misma manera y devolver su indiferencia con la misma moneda, es decir, mostrándote indiferente ya que así solo conseguirás que vuestra relación se enfríe más y se vuelva más distante, con lo que cada vez será más difícil solucionarlo.
Pero si te has dado cuenta de que esa persona es tóxica y te trata mal, y de que esa relación no os conviene a ninguno, lo mejor es que aproveches este momento para mostrarte tú también indiferente y dejar que la relación se apague sola.
Busca personas que te escuchen, te valoren y no te traten de esa manera.
