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Beneficios de brincar o saltar la cuerda

Beneficios de brincar o saltar la cuerda

Brincar o saltar la cuerda no es solo un juego de niños, es también un ejercicio cardiovascular muy completo que ofrece muchos beneficios como ayudarte a perder peso, tonificar tu cuerpo, aumentar tu potencia, mejorar tu circulación sanguínea o incrementar tu capacidad pulmonar. Por eso, es un ejercicio que se incluye en el entrenamiento de muchas prácticas deportivas.

Índice

Beneficios de saltar a la cuerda

El salto a la cuerda unos minutos es una actividad excelente tras realizar otro deporte como pesas o running. Incluso puedes hacer solo este ejercicio durante 30 minutos para aprovecharte de todos sus beneficios.

1. Aumenta tu velocidad. Puedes comenzar con saltos más lentos e ir incrementando la velocidad a medida que domines la cuerda. Esto permitirá que mejor tu cadencia, tu zancada y tu velocidad. En un estudio de 1998 para “Journal of Applied Physiology”, la investigadora Leena Paavolainen demostró que el entrenamiento explosivo, como el que proporciona la comba, aporta mejoras significativas en el tiempo de atletas en carreras de 5 km.

2. Ayuda a perder peso. Sin duda, es un ejercicio cardiovascular muy completo en el que ejercitas músculos de brazos y piernas, permitiéndote perder hasta 390 calorías por 30 minutos de brincar, a la vez que quemas grasas de todo el cuerpo. Y es que perder peso es una cuestión de matemáticas: si quemamos más calorías de las que consumimos, adelgazamos. Y según un estudio de Whats Cooking América se queman unas 13 cal por minuto cuando saltamos a la cuerda a 120 r.p.m. Es decir, saltar a la comba 10 minutos al día te ayudaría a quemar unas 130 calorías.

3. Tonifica tu cuerpo. Ayuda a trabajar y fortalecer los músculos de todo el cuerpo, comenzando por el grupo muscular central, los superiores y los inferiores. Si usas la parte superior de los bíceps u el trapecio para mantener la cuerda en constante movimiento, endureces y tonificas estos músculos, así como los abdominales por los altos que realices. En cuanto a los músculos inferiores, el movimiento coordinado de las piernas y la cuerda ayuda a tonificar los cuádriceps, glúteos, femorales y las pantorrillas.

4. Mejora la resistencia muscular. Al ser un ejercicio continuo, incrementa la resistencia del músculo a la vez que aumenta tu fuerza y potencia.

5. Favorece tu concentración. Brincar la cuerda no es fácil, sobre todo al principio, lo que te obligará a mantener un nivel de concentración permanente para no tropezar.

6. Mejora la circulación sanguínea. El movimiento que hacemos al saltar beneficia directamente nuestro sistema circulatorio. El corazón debe trabajar eficazmente para bombear sangre a todo el cuerpo, lo que disminuye el riesgo de sufrir un infarto. Un estudio de la Temple University reveló que ayuda a reducir la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea y aumenta el consumo de oxígeno. Se recomiendan practicar 5 veces por semana de 10 a 20 minutos por sesión para obtener mejoras.

7. Aumenta la capacidad pulmonar. Al saltar, nuestros pulmones reciben mayor cantidad de aire, lo que nos ayuda a tratar problemas respiratorios y mejora nuestra resistencia física, permitiendo hacer ejercicio durante más tiempo sin cansarnos.

8. Elimina toxinas. Al saltar y hacer ejercicio físico sudamos, lo que nos ayuda a expulsar las toxinas a través del sudor. Esto hace que nuestras células se regeneren y funcionen mejor.

9. Reduce el estrés. Las endorfinas que se liberan al hacer cualquier ejercicio aeróbico cardiovascular mejoran nuestro estado de ánimo, no en vano se las conoce como las hormonas de la felicidad, y nos ayudan a reducir el estrés y la ansiedad y sentirnos más relajados.

10. Mejora las funciones cerebrales. Aunque no hay estudios que lo avalen, se cree que la coordinación necesaria para efectuar los saltos ayuda a crear nuevas conexiones neuronales, mejorando nuestra capacidad cerebral y manteniendo nuestro cerebro activo. Asimismo, ayuda a desarrollar ambos hemisferios del cerebro, lo que permite aumentar diferentes capacidades como la habilidad espacial o la memoria.

11. Incrementa tu coordinación. Saltar a la comba requiere una gran coordinación, seguro que lo has notado cuando has intentado saltar las primeras veces y no has conseguido ni dar dos saltos seguidos. Pero, a medida que practiques, te resultará más fácil y mejorará enormemente tu coordinación.

12. Previene las lesiones. Este ejercicio macha menos las articulaciones que otros, incluso de menor intensidad. Si se salta correctamente, es decir, sobre las puntas de los pies, los movimientos se amortiguan repartiendo el esfuerzo. De esta manera se fortalecen los músculos, tendones y fibras, evitando lesiones. Así lo demuestra el profesor Daniel W. Barry, de la Universidad de Colorado, quien afirma que el mejor deporte para mejorar la densidad de nuestros huesos es saltar arriba y abajo, igual que se hace al brincar la cuerda.

13. Aporta más beneficios por tiempo que casi cualquier otro deporte. Por ejemplo, es más eficiente que el running, por lo que es un deporte ideal para personas que tienen poco tiempo o que no disponen de dinero para apuntarse al gimnasio.

Saltar a la cuerda es perfecto para todos

Y es que además de todos los beneficios físicos y mentales antes descritos, saltar a la comba es un ejercicio súper práctico que puede practicar cualquier persona independientemente de su forma física o su edad. Solo necesitas una cuerda y ganas. Puedes llevar la cuerda a cualquier parte para practicar estés donde estés, no necesitas gimnasio, ni máquinas ni gastar mucho dinero, tan solo comprarte una buena comba.

Además, saltar a la cuerda es muy divertido. Puedes hacerlo a diversas velocidades, de distintas formas… no hace falta que cantes las canciones que cantabas de pequeño, pero igualmente te resultará muy entretenido.

Si hace mucho que no saltas y quieres retomar este ejercicio, se aconseja que empieces practicando los movimientos de pie y brazo por separado. Comienza sujetando la cuerda en una mano y los dos pies juntos. Mueve la cuerda y salta cuando se aproxime a tus pies.

Y, al igual que al realizar otros ejercicios, debes estirar antes de comenzar para evitar daños y lesiones. Empieza con saltos suaves durante poco tiempo y ve aumentando la velocidad y el tiempo a medida que practiques. Al principio seguro que pronto te cansas pero, como hemos dicho, enseguida mejorará tu resistencia y tu fuerza y podrás aguantar más tiempo.

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