5 inventos creados por mujeres
Las mujeres han sido inventoras y creadoras toda la vida, aunque la historia a veces no lo admita. Aquí van cinco ejemplos de mujeres emprendedoras y creadoras.
Índice
La lista de creaciones de mujeres a lo largo de la historia es interminable: el limpiaparabrisas, el sistema de comunicación sin cables (gracias al que hoy tenemos, por ejemplo, el wifi), los pañales desechables, la seda, la escalera de incendios, el pupitre, el cristal antirreflejante, la sierra circular, el telescopio submarino… Todos tienen firma de mujer. Hoy os contamos las historias de cinco de ellos.
El Monopoly
A principios del siglo XX, una joven y progresista mujer de Washington, Elizabeth Magie, diseñó un juego que actuara como una demostración práctica del injusto sistema de acaparamiento de riquezas (el monopolio). Lo llamó The Landlord’s Game (El Juego del Propietario) y lo patentó en 1903. El juego, o una copia de él, llegó a manos de un señor llamado Charles Darrow, que se lo vendió a la compañía juguetera Parker Brothers, consiguió millones y pasó durante años a la historia como el creador de este juego.
Elizabeth solo recibió por 500$ por su invención, y murió viendo cómo Darrow se llevaba todo el crédito y derechos de autor por su invento. El juego sobre capitalismo por excelencia fue inventado por una mujer anticapitalista que percibió una nimiedad por su creación mientras otro hombre acaparaba riquezas atribuyéndose su invento. A veces la historia da ganas de llorar.
El bote salvavidas
A finales del siglo XIX, los barcos contaban con unos botes salvavidas que eran, básicamente, un rectángulo de madera relleno de bolsas de aire. No eran demasiado eficientes ni prácticos, eran pesados y ocupaban mucho espacio. Ante esto, Maria Beasly, una inventora de Philadelphia -patentó decenas de inventos en su vida-, pensó que hacía falta un sistema compacto y que pudiera ser fácilmente lanzado al mar para salvar a las personas de un naufragio. Así creó el diseño del tipo de bote salvavidas que conocemos hoy y lo patentó en 1882. Su diseño podía ser fácilmente doblado y desdoblado, contaba con más medidas de seguridad y ha salvado muchas vidas. Al contrario que lo que ocurrió con Anna Connelly, Beasly sí que percibió los beneficios de su invención y amasó una fortuna con su ingenio.
La jeringuilla médica
En 1899, la enfermera neoyorkina Letitia Geer patentó la jeringuilla que conocemos hoy en día. Su creación consistía en un instrumento manual que combinaba un cilindro, un pistón y una barra. Suponía un avance frente a los arcaicos sistemas de agujas hipodérmicas. El invento de Geer, en cambio, se podía usar con una sola mano y era compacto y práctico. Su invento supuso el germen para la posterior creación de la jeringuilla de cristal, que podía ser esterilizada, o la actual desechable de plástico.
El Kevlar
El Kevlar es un material cinco veces más fuerte que el acero, ligero, que soporta altas temperaturas y al que no le afecta la corrosión. Fue creado (o sintetizado) por la química estadounidense de origen polaco, Stephanie Kwolek. El material que descubrió en su trabajo de laboratorio es hoy usado en los chalecos antibalas, artículos espaciales, trajes ignífugos, protector de la fibra óptica que atraviesa el océano, reforzar prendas textiles de montaña, en los frenos y neumáticos de aviones… Un invento que ha salvado miles de vidas y por el que Kwolek recibió múltiples premios y reconocimiento hasta su muerte en 2014.
El Frigorífico moderno
Florence Parpart fue la responsable de la creación del frigorífico moderno. En 1914 diseñó y patentó un aparato que permitía la conservación en frío de los alimentos a través de la electricidad. Antes de eso, el único aparato del que se disponía para conservar los alimentos era una especie de caja de hielo: un armario con un depósito para poner hielo y enfriar los alimentos. O bien tenerlos en una despensa fría y oscura. Además de crearlo, Parpart diseñó su propia campaña publicitaria y se encargó de la difusión de su invento.
No obstante, no pudo librarse del machismo de la época, ya que fue a su marido a quien le concedieron el crédito necesario para poder llevar a cabo su invención.
Como puedes ver, las mujeres, a pesar de los problemas a los que tenían que hacer frente para poder estudiar o dedicarse a la ciencia, nunca se han rendido y han conseguido idear grandes objetos que hoy forman parte de nuestra vida y la hacen mejor en muchos aspectos.
