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Relaciones abiertas, cuando el amor no es un binomio de dos

Relaciones abiertas, cuando el amor no es un binomio de dos

El poliamor está de moda, o puede que simplemente haya salido de las sombras en las que se ubicaba. En cualquier caso, ha dejado de ser la excepción y cada vez más parejas se adscriben a este tipo de relaciones frente al enfoque monógamo.

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La monogamia tiene sentido a la hora de dar estabilidad, pero no cumple ninguna función evolutiva. Los humanos, como el resto de animales, somos seres que necesitamos de la diversidad genética para que la especie siga funcionando.

Incluso algunos psicólogos sostienen que la monogamia va en contra de nuestra naturaleza, como seres sexuales que somos. De hecho, en la mayoría de tribus ancestrales se compartían, además de comida y refugio, diferentes parejas sexuales. Y en el resto de animales, solo en pocas especies, como los pájaros o las cucarachas, la monogamia es la norma. De hecho, entre los mamíferos no voladores es especialmente rara, solo presente en el 5% de ellos.

Es cierto que todos tenemos deseos cruzados. Algo que, en general, suele ser reprimido en pos de mantener la exclusividad de la pareja. En el poliamor o en las relaciones abiertas, estos tienen la posibilidad de ser explorados sin suponer el fin de la pareja.

¿Por qué pasamos los humanos de la poligamia a la monogamia?

Hay varios estudios y teorías que intentan responder a la pregunta de en qué momento y por qué nos volvimos una especia mayoritariamente monógama y la poligamia pasó a ser la excepción. Una de esas teorías apunta a que las parejas empezaron a volverse exclusivas como método de protección de la descendencia. Que un hombre y una mujer se declararan exclusivos y se protegieran mutuamente reducía en gran manera los riesgos de que otro hombre pudiera matar o poner en jaque su linaje. Así, como forma de cerciorarse de que su descendencia estuviera asegurada, hombres y mujeres empezaron a establecer relaciones monógamas.

Otro estudio publicado por el diario Science apunta a otra explicación: la baja densidad de población femenina. A menos mujeres, más competencia y menos probabilidad de que tu linaje prospere. ¿Cómo se puede entonces asegurar? Recurriendo a la monogamia. La monogamia, además, permitía perpetuar el dinero y la herencia de los hijos nacidos dentro del matrimonio, ya que eran los únicos reconocidos legalmente. 

En pocas palabras, según varias teorías, la monogamia se inició como método reproductivo. Quizá por eso, en pleno siglo XXI, cuando no tenemos esa necesidad de asegurar la supervivencia de nuestra especie a través de la reproducción, la monogamia empieza a ser cuestionada, puesto que no parece tener tanto que ver con el amor, sino con un sentido utilitario y práctico de las relaciones y la supervivencia.

Relaciones diversas

En muchas parejas, orientar la relación a una dinámica abierta apenas es planteado, simplemente surge como una forma natural de primar la libertad en la pareja. En otras, especialmente en las que ya existía un compromiso previo, parte de un acuerdo tácito entre las dos partes, que deciden darle una vuelta a su relación y probar a darse un margen cada uno para explorar.

Sea cual sea el principio de esta decisión, siempre debe ser una opción aceptada por ambos miembros de la pareja ya que, si no, no estamos hablando de una relación abierta, sino de infidelidad. Por lo tanto, cuando hablamos de poliamor o de relaciones abiertas el principio clave es la aceptación de ambos miembros de la pareja. 

¿Cómo se puede probar una relación abierta sana?

Como todo, este tipo de relaciones no tiene por qué servir a todo el mundo. La idea es que ambas partes de la pareja pongan las cartas sobre la mesa y sean honestas sobre cuánto se sienten capaces emocionalmente de abrir su relación. Algunas parejas acceden a relaciones esporádicas de una noche, otras prefieren darse permiso para relaciones más frecuentes. Algunas mantienen una comunicación explícita en cada caso, otras prefieren adoptar la política de no interesarse por otras parejas de su pareja…

Si quieres probar a tener una relación abierta con tu pareja y que no haya después malentendidos ni problemas entre vosotros, es importante que habléis abiertamente sobre el tema y sentéis las bases de esta nueva relación. Debe quedar claro lo que se puede hacer y lo que no, así como lo que se va a contar y lo que no. Teniendo las cosas claras y estando los dos en el mismo punto, no habrá problemas.

De todas formas, también es cierto que no todos estamos preparados para este tipo de relación y que puede llevar a problemas y malentendidos, sobre todo si uno de los dos pensaba que era lo que quería y, cuando se da cuenta de lo que supone (que su pareja esté con otro), deja de parecerle bien. Así que antes de empezar con una relación abierta, debéis tenerlo muy claro. 

Fuente:

Science

Redacción: Irene Gómez

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